viernes, 2 de agosto de 2019

LA PUBLICIDAD EN CANAL SUR



La contratación de spots publicitarios de cualquier televisión no es cosa solo del departamento comercial sino más bien de la función creativa. Por muchos agentes que existan en el organigrama destinados a gestar contratos de difusión de marcas o servicios los programas quedarán huérfanos de acompañamiento mercantil si no han sido capaces de escalar cifras atractivas en el barómetro del share.

Por lo tanto, en el caso concreto de Canal Sur, el primer paso para que acudan los dineros a la exhausta caja de la empresa no lo tiene que dar Julián Vargas, el recién estrenado mandamás de la oficina de negocios, sino Isabel Cabrera a la que toca como directora adjunta y responsable de las relaciones con las productoras, la contratación de programas diseñados por éstas que hagan sugerente la oferta y fuercen el ascenso de los niveles de audiencia.

Conviene resaltar que el mercado en el que se sitúa la televisión de todos los andaluces es precisamente el andaluz y las empresas que deseen estar presentes en él no son las que fabrican dentro de sus fronteras, reducidas en la actualidad a un ranking mínimo en el que ocho de cada quince pertenecen al sector de la alimentación, sino las que traen de fuera sus productos y utilizan la publicidad como instrumento de marketing para enganchar a sus consumidores.

Agosto no es buen mes para iniciar una acción comercial.  Sí, para prepararla. Los comerciales de Canal Sur a quienes quiero suponer suficientemente preparados para asumir estas ideas, disponen de sus largos días para ir preparando los muestrarios.

Y a Isa Cabrera, una moderna ejecutiva de la televisión del momento curtida en la responsable misión de decidir una parrilla de programas llena de sugerentes sortilegios , la trascendente misión de prevenirlos.

Ahí es nada.