Treinta y siete que es más de un cuarto de siglo. En el
curso (un rápido ayer alucinante) de
esos veloces días, han pasado tantas cosas que lo trascendente se diluye en la
bruma de los recuerdos y hay que hacer acopio de reflexión y buscar la ayuda de
los datos escritos para recomponer la escena.
Treinta y siete años atrás los andaluces sacamos con
esfuerzo y lucha codo a codo la pertenencia al club de los privilegiados por la
Autonomía desde el artículo 151 de la Constitución.
En Madrid nos querían imponer el de segunda clase. El 143.
Salió la gente a la calle en demanda de lo que entendía
que eran sus derechos inalienables y, mientras
se manifestaba multitudinariamente, la voz andaluzamente teatral de Lauren
Postigo aconsejaba desde el aire de los helicópteros “andaluz, este no es tu referéndum”.
Pero sí lo fue y se ganó ese día como había pedido otra
voz, la del excelente actor de cine y doblaje Idilio Cardoso con las sinceras
inflexiones del auténtico habla de la tierra que parecían resumir desde los esfuerzos de la Junta Preautonómica hasta los testimonios de la huelga de hambre de su presidente Rafael Escuredo y la dimisión de Manuel Clavero de su puesto como Ministro de las Regiones.
Recordé todo esto en el programa Los Reporteros en el que
Canal Sur nos invitó a unos cuantos periodistas de aquel tiempo. Nos guste o no,
hemos de reconocer que somos los históricos e integramos el grupo cada vez más
reducido de los profesionales de la información que intervinimos entonces. Los
de ahora, los nuevos, que en los medios que he cultivado, la radio y la
televisión, se esmeran en hacer su trabajo cada vez mejor, y todos,
afortunadamente para ellos, están aún lejos de la cincuentena, han de acudir a
los libros y las hemerotecas para saber cómo fue aquello.
Nosotros lo vivimos en directo y, aunque sea entre
pastillas, bastones y radiografías, lo podemos contar. Laus Deo.