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Ha hecho muy bien el Congreso al votar en pleno para que
las mascotas no se consideren cosas.
Entendiendo por mascotas no las prendas de fieltro
utilizadas para cubrir las cabezas sino los animales domésticos convertidos en
obedientes ejemplares de compañía.
Hasta ahora eran bienes embargables. O sea que si la suma
de descubiertos en el banco alcanzaba la cantidad de euros que la entidad crediticia
estimaba superior a la que cubría las posibilidades materiales del deudor, las
autoridades judiciales podían cobrarse llevándose manu militari todo lo que le
parecía suficiente, encubriendo el abordaje con el maquillado término de “bienes
embargables” para que el banquero de turno que harto tiene el pobrecito con eso
de la devolución de las cláusulas suelo, pudiera dormir tranquilo.
Entre ellos podían estar el perro, el gato o el canario, cualquiera
de esos seres infelices destinados a servir de fieles compañeros en la vivienda
y fuera de ella. Ya no. El Congreso ha dicho que nanay y ha aprobado una
propuesta en este sentido.
Yo creo que el posible manejo material de estos seres
vivos se ha trasladado a las chicas jóvenes. Cada vez nos angustia más el
crecimiento de los crímenes de violencia de género que salpican de indignidad
las noticias y reportajes de los medios de comunicación. Es una lacra de
nuestros días a la que se buscan soluciones y medios que hasta ahora han
resultado incapaces para su corrección.
¿Por qué no buscamos la raíz en la cosificación de la
mujer por parte del varón?
Llegó un muchacho joven a la peluquería en la que me
quitaban las lanas blancas que coronaban de nieve mi cabeza y, en el curso de
la breve conversación de circunstancia que entabló con el peluquero después de
que éste le diese la hora de la cita, dijo que había pasado el fin de semana en
Sierra Nevada.
--¿Solo? – le preguntó.
-- No -- repuso.
Me fui con una chavalita.
Pudo haber dicho que se llevó a su perrita de compañía que le gusta mucho
corretear por la nieve. Pero, no. Se fue con una chavalita.
Hoy, leyendo la información del Congreso, me he puesto a
pensar en una nueva votación para que las chavalitas no sean consideradas mascotas.
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