Anoche me acosté tarde porque me quedé ante el televisor
que ponía en la primera cadena el programa “Esta es su vida” que patrocina
Nestlé.
Le tengo mucho cariño a esta serie de producciones
televisivas porque he colaborado en ellas a requerimientos de su guionista que
es Juan Vila San Juan y de su presentador, Federico Gallo, la máxima estrella
de la pequeña pantalla del momento, a quienes he conocido en Barcelona en el
Festival de la Canción del Mediterráneo.
Ya he intervenido en la preparación de las que se han
dedicado a Estrellita Castro, el maestro Realito y Antonio Ordóñez, capítulos
que han cosechado una audiencia masiva.
Así lo había supuesto Jorge Garriga, el jefe de publicidad
de la firma patrocinadora que había comprado sus derechos en el mercado
internacional.
El personaje de anoche era Antonio Banderas y no lo
entrevistaba Federico sino una muchachita sonriente que se llama Toñi Moreno. (Quizás
mi amigo Gallo haya abandonado la todopoderosa televisión. A pesar de que los
catalanes le mimaban. Quería irse de gobernador a Albacete).Todo quedó muy bien.
Banderas posee un archivo valiosísimo.
Habrán
cosechado un share elevado. Siempre lo imaginó así el gestor publicitario de
los cafés, los bombones y la leche condensada y por eso abonó un elevado
royalty de emisión.
No sé por qué en esta ocasión han cambiado el decorado,
ni porqué la puesta en escena recuerda tanto el entourage del programa de
Bertin Osborne.
Tampoco he comprendido la razón de que ahora le llamen
“El árbol de la vida”.
Cosas de la tele.