Conviene dejarlo todo anotado para corregir las
veleidades de la memoria.
Unas informaciones periodísticas a las que he tenido
acceso parecen divulgar que desde 1989 Canal Sur difunde en exclusiva por
televisión el Carnaval de Cádiz. Y no es
exactamente así.
En un librito de memorias y recuerdos que titulé
precisamente con estas palabras escribí lo siguiente:
“1989 fue para mí un año singular lleno de sorpresas y
acontecimientos inolvidables, anticipos de los que me esperaban en los doce
meses siguientes. En noviembre, el Consejo de Cofradías me elige como pregonero
de la Semana Santa de 1990… Durante el verano, serían junio o julio, el
presidente del Ateneo me nombra pregonero de los Reyes Magos… Y, en febrero, el jueves, día dos, comento por
televisión la transmisión en directo de la gran final de los Carnavales de
Cádiz.
Fue mi último carnaval y tenía ganas de hacerlo. Aun
llevaba clavada la espinita del torcido intento de ofrecerlo por vez primera
aquel complicado 1981 del fallido golpe de Tejero, cuando los ilusionados
propósitos del personal del Centro Andaluz de Televisión se vieron frustrados
por las causas que dejé anotadas en otro lugar y describí ampliamente en mi
libro “Historias de Telesur”.
Me lo estaban pidiendo a voces mis antepasados familiares
por la línea de mi progenitor, todos descendientes de la trimilenaria Gades:
los Garridos… los Bustamantes… y los Villegas. Pero, en realidad, no me tocaba.
Yo había pasado del Departamento de Programas a la dirección de la Delegación
en Andalucía del Ente Público RTVE para la comercialización y la publicidad. Mi
cometido era vender, conseguir dinero. Y lo estaba cumpliendo con creces. José
María Calviño en Madrid y Francisco Cervantes Bolaños, en la dirección de Sevilla, estaban muy contentos. Tal vez por eso me lo
ofrecieron. Fue, ciertamente, un regalo.
No se regatearon gastos. Diría que casi se tiró la casa
por la ventana. Epifanio Rojas, que continuaba regentando la Producción, era
disciplinado y sagaz para guardar en ocasiones excepcionales su habitual “no” y
Paco Cervantes, generoso. La competencia de Canal Sur se perfilaba en el
horizonte y Salvi Domínguez que era su director general y salía como corista en
una de las agrupaciones, ya había hecho declaraciones a la prensa afirmando que
al año siguiente gastaría el oro y el moro.
Cuarenta personas, todas profesionales de alta
cualificación, se desplazaron al gaditano Teatro Andalucía, sustituto del histórico
Falla que continuaba en obras. Todas comandadas por Ángel Panero, realizador, que disponía también en su equipo
de Jesús San José como encargado de la producción, Eduardo Aguado al frente de
la iluminación, Ángel Martínez, a cargo de la Unidad Móvil y Teresa Gómez de la
Fuente del maquillaje.
Todo salió bien. Diría que muy bien. No cabía esperar
menos. Y así fue reconocido al día siguiente por los asistentes, la prensa y
los telespectadores que aguantaron hasta tardías horas de la madrugada para
conocer el fallo del Jurado.
Terminé extenuado, pero feliz. Fernando Quiñones, mi
admirado escritor y flamencólogo, me
protegió para que yo consiguiera mantenerme sobrio durante toda la noche
rechazando inflexible las continuas invitaciones alcohólicas que me llegaban al
set de continuidad que se había montado en una de las plateas del coliseo.
En los entreactos entrevisté al alcalde que era Carlos
Díaz Medina, al gobernador, Plácido Conde, al presidente de la Fundación
Gaditana del Carnaval, al concejal de Fiestas… ¿qué se yo?...
No paré. Mis amigos y compañeros de la tele, tampoco.
Cádiz lo merecía. Supimos poner un broche de oro a las retransmisiones del
Carnaval por el Centro Territorial Andaluz de la Uno y la Dos de Televisión
Española y entregar el testigo a Canal
Sur, con dignidad y categoría.”
Y eso hicimos. Entregamos el testigo. Como escribo aquí,
el inefable Salvador Domínguez, director general de medios de comunicación en Andalucía,
iba de corista y prometió que al año siguiente derramaría el oro y el moro, cosa que ya estaba acostumbrado hacer,
en la transmisión televisiva del Carnaval.
Al año siguiente.
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