Os juro que no estaba bebiendo mosto que ya no es tal
sino vino del año o vino de la hoja en la Bodega del Bolero, que, dicho sea de
paso, es primo mío y con el que he hecho muchos caminos del Rocío, pero debo
reconocer y reconozco que el texto anterior que colgué en este blog se mejora
con un aconsejable retoque.
El Simpecado que cumple doscientos cincuenta años no es
el viejo antiguo , sino el viejo nuevo que sustituyó al anterior. El viejo antiquísimo que fue restaurado por el IAPH es el que reposaba en el expositor que
se hallaba sobre el suelo del interior del templo parroquial, a la derecha,
apenas se trasponía la puerta y que actualmente se puede visitar en la
Casa-Museo, sita en el número 25 de la manriqueña calle Santiago.
Y el viejo nuevo, que es el que celebra el aniversario y
cuya reproducción pictórica aparece en el folleto de la Romería de este año, obra
afortunadísima del pintor Francisco José García Rodríguez es el que realiza la
peregrinación hasta la aldea del Rocío, sin faltar ni una sola vez desde el
comienzo de su historia, por lo que es el Simpecado de mayor veteranía de todos los que
peregrinan actualmente, aunque no el más antiguo del Patrimonio de la Hermandad.
Este es el “Simpecado viejo” que se encuadra cronológicamente en la primera mitad del siglo
XVIII por la inscripción que aparece en la parte inferior de la pintura, en una
especie de cartela de corte y estilo muy barrocos, con enmarque de motivos
decorativos de rocallas, propias de los inicios de la citada centuria.
En un principio se creyó que esta cartela podía ser un repinte sobre la
pintura original, pero por medio de luz ultravioleta se confirmó su
autenticidad. La inscripción en letras mayúsculas y abreviadas dice: “se hizo
este retrato de Ntra. Sra. del Rocío y se bordó el Simpecado, siendo Hno. Mayor
Juan Ponze a devoción suya y de varios devotos”.
En 1969 Manuel Carrasco Díaz fechó esta obra entre 1725 y
1735, como fruto de la consulta de los libros del archivo parroquial donde
relaciona a Doña Dolores Arenas Ponze como descendiente en línea directa con
Juan Ponze diciéndonos que sería Hno. Mayor de esta fervorosa Hdad. en estos años.
Además existe una coplilla de corte popular que se
cantaba en Villamanrique, donde en su estribillo se habla de un “Simpecado
nuevo” y también hace alusión al susodicho Juan Ponze:
“Dice Juanchito Ponze con parsimonia
que el Simpecado nuevo lo lleve Antonia”.
Lo que demuestra que al autor de la letra no le
importaban los ripios y que antes existía ya otro Simpecado más antiguo o
primitivo.
El “Simpecado viejo” se sustituye a partir de 1766 cuando
Don Bernardo María del Rocío Lasso de la Vega, perteneciente al Santo Oficio y
alcalde, es decir Hermano Mayor, de la Hdad. de Villamanrique, dona este nuevo
Simpecado de plata repujada y artísticamente labrada que es el que actualmente
recibe culto en la parroquia, sigue peregrinando a la aldea del Rocío y
conmemora este aniversario.
Creo que ahora he conseguido aclararme y poner las cosas
en su sitio. Y es que, cuando uno pertenece a una Hermandad tan antigua y tan
cabal como ésta es fácil perderse en los vericuetos de la historia. ¿Quieres un
Simpecado viejo del Rocío?... Pues ahí lo llevas. Y, en vez de uno, dos.
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