Dos años
antes de que la Esperanza de Triana volviera a procesionar en 1889, el Calvario
había decidido salir en la Madrugada.
…
Yo escribí una vez que La Madrugada
tiene fronteras insalvables y delicadas líneas rojas y puede resultar
arriesgado meter las manos en su
estructura. Y recordé que el incansable historiador cofrade Hilario Arenas
afirmó que no es tan antigua como algunos creen y que las corporaciones que se
entienden más veteranas en ella, el Silencio, el Gran Poder y la Macarena
todavía en la nómina de 1806 tenían fijadas sus salidas procesionales al alba…
y la Esperanza de Triana tras su aparición en Triana el Jueves Santo en 1797,
entró en un periodo de languidecimiento y no volvió a procesionar hasta 1889.
(Arenas, Hilario: “La cofradía del Calvario”. El Correo de Andalucía, 22 de
marzo de 1986).
Dos años antes de esta fecha, el 14
de marzo de 1887, el Calvario había decidido en Cabildo salir de Madrugada,
según puede comprobarse hoy en el Archivo Histórico de la Hermandad donde
figura el Acta de ese Cabildo. Y la decisión la recoge en sus Reglas de 1899 aprobadas, tras
el informe favorable del Notario Mayor, por el Provisor y Vicario General el 22
de marzo de ese año, por lo que el orden de las cofradías que hicieron estación
de penitencia a la Catedral aquella Semana Santa (la de 1899) quedó establecido
de la forma siguiente: Silencio, Gran Poder, Macarena, Calvario, Gitanos y
Esperanza de Triana (El documento original de donde tomo estas anotaciones me
lo mostró el fallecido y siempre recordado como nazareno ejemplar Eduardo
Ybarra Hidalgo).
Luego, de forma definitiva, el orden
actual de la Madrugada se configuró en la Semana Santa de 1900.
La situación creada por la
resolución de 1899 favorable a la precedencia del Calvario se consolidó
finalmente por decreto en 1914 y fue ratificada por nueva sentencia en 1971.
Tomo estos datos de la importante
obra “La Hermandad de los mulatos de Sevilla”, original de Ignacio Camacho
Martínez con prólogo del profesor Domínguez Ortiz, premio de investigación Ciudad de Sevilla,
cuya lectura considero esencial y obligada para tratar con seriedad y rigor
estos temas.
Estos tres documentos niegan de
manera rotunda la pretensión de la Esperanza de Triana y de los Gitanos de
hacer estación penitencial por delante de la cofradía de la Magdalena: Una
resolución en 1899… un decreto en 1914 y una nueva sentencia en 1972.
No existe ninguna corporación entre
las cofradías sevillanas que pueda disponer de mayor apoyatura legal para
mantener el puesto que ocupa hace más de un siglo entre las cofradías que, con
ella, hacen Estación de Penitencia a la Catedral.
La Madrugada es un desfile
procesional de cofradías señeras minuciosamente gestado y conservado
secularmente. Si ahora la queremos romper, tendremos antes que tentarnos la
ropa. No se puede destruir jovialmente una pieza histórica amorosamente
conservada. No es un juego de niños.