Vuelve el telón sonoro de la feria abrileña a correr sus
destellos franqueando la aurora. Ese gran decorado de casetas de ensueño
aparece activado tras su largo silencio. Los hombres le pusieron retraso a la
alegría y el almanaque supo revelarse al dictamen. Abril perdió sus pasos en el
reloj de arena del tiempo implacable y es el florido mayo de cordobeses patios
el que ocupa el estrado donde se trenza el baile.
Otra feria de Sevilla con la promesa reiterada de una
semana festiva que habrá de discurrir en paralelo con la actividad laboral no
interrumpida. Milagro de los sevillanos que saben provocarlo para incredulidad
de críticos y espectadores insensibles.
Paseo de caballos por la mañana. Feria de flamenco en las
veladas de esos domicilios itinerantes trasladados al ferial que, por
definición, son las casetas.
Los habitantes de esta ciudad privilegiada se darán
trazas para convertirse en protagonistas de los dos ambientes. Un desafío al
cansancio que el Marqués de las Cabriolas, encomiable creador de la histórica
caseta de “Er 77” ,resolvía instalando en ella una especie de rebotica ferial
con literas para echar una siestecilla y seguir la juerga.
La feria mañanera se lleva el campo con sus costumbres
ancestrales y lo viste de lujo para que espejee al borde de la ciudad. Los
carruajes que servían en los siglos idos para el transporte de mercancías y personas
antes de la aparición del automóvil, salen de sus museos y vuelven a mostrarse
idealizados por el continuado retorno imposible.
Pero por las calles del recinto ferial rotuladas con nombres
de toreros pasean su garbo hasta la puesta del sol siendo cada cada vez más y mostrándose
mejor cuidados.
Resulta un espectáculo incomparable. Un gran carrusel colorista
con landós, faetones, carretelas, breaks, berlinas,milords y faetones ecijanos
enganchados con estilos diversos entre los que abundan los troncos y los clásicos
con cinco o seis caballos a la media potencia o a la gran potencia.
Es la feria a la que se acude a ver más que a beber o
bailar.
Luego sigue la otra, la de la convivencia, la del olvido
transitorio de estrecheces y problemas, la feria de Sevilla, la feria de
siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario