Aclarado ya el falseado origen del universal festejo y situadas las biografías del catalán Narciso
Bonaplata y el vasco Ybarra en su lugar correcto de promotores de ferias de
muestras, pero no del ferial que conocemos, creo que conviene proseguir con
aclaraciones sucesivas y a ello voy.
Decía en mi texto anterior que la idea matriz desembocaba
en un claro propósito: ganar dinero y los sevillanos la aprovecharon para todo
lo contrario: gastarlo. Pues no es exactamente así y tengo que corregirme a mí
mismo. Debo decir, invertirlo. La Feria ha llegado a ser la semana en la que
más dinero se mueve y se gana de todo el año en Sevilla. Que se lo pregunten a
los hoteleros, los dueños de bares y restaurantes, los arrendatarios de sillas,
los trabajadores autónomos de la carpintería, la albañilería y la fontanería,
los taxistas and so on, o sea etceterá… etceterá.
De todo eso hoy debe saber muchísimo ese sevillano de
barrio que hizo gala de sevillanía en su primera intervención pública
presentando al pregonero que es el edil responsable de la Fiestas Mayores, Juan
Carlos Cabrera,
Entonces, ¿qué pasa?... Pues que es lícito suponer que
aquellos primeros ganaderos, corredores, agricultores y tratantes que traían
los mejores ejemplares de sus dehesas para venderlos y las familias que les
acompañaban y se alojaban en las nómadas
tiendas de campaña que dieron origen a las casetas, invitando a sus amigos a
vino y viandas y cantando y departiendo con ellos lo que pretendían era anudar relaciones
provechosas que asegurasen transacciones posteriores y que la Feria que, tras múltiples
transformaciones geniales, se ha convertido en el inimitable festejo de
hoy es su afortunada consecuencia.
Primera creencia falsa desmontada. Vamos con la segunda.
Los sevillanos no dan ni golpe en estas fechas. Mentira también. Embuste gordo,
gordísimo. Que yo sepa, en mi gremio, los periódicos siguen saliendo todos los
días, las emisoras no convierten su programación en una sucesión de refritos,
las televisiones locales informan desde el Real … y en otros gremios sucede lo
mismo. Hay más trabajo. Hay que trabajar más.
¿Cómo cumplen los sevillanos sus obligaciones laborales y
van a la Feria hasta las tantas?...¡Ah! Eso es un secreto que cada cual administra a
su manera. Pero está al alcance de todos. Pruébelo. A ver si aguanta.
1 comentario:
Buenos tardes don José, mi nombre es Eduardo estaría interesado en hablar con usted porque me gustaría re-editar el libro de Carmelo Franco pero no tengo forma de llegar a nadie de la antigua editorial (desapareció) o alguien de su familia. Quizás usted pueda arrojar algo de luz en mi intento. Le estaría muy agradecido si pudiera escribirme.
esalamanca.es@gmail.com
Muchas Gracias
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