La belleza total en esta Semana Santa ha estado recogida
por el sinfín de cámaras y micrófonos que las dos televisiones locales que han
actuado, la del Correo y Onda luz, han situado en los lugares acostumbrados por
necesarios y hasta en los más recónditos rincones.
Nada igual con anterioridad. El tránsito procesional de
las cofradías por la Campana ha penetrado en todos los hogares a través de la
pequeña pantalla como venía haciéndose desde años atrás, pero, en esta ocasión,
creciendo de manera notable.
No solo se han visto las principales salidas y entradas,
sino que se han cubierto los itinerarios más pintorescos y hasta los momentos
más íntimos como el histórico de la concordia entre la Macarena y el Gran
Poder para la precedencia de esta última
en el orden de la Madrugada.
Han sido espectaculares las secuencias tomadas desde el
interior de la Catedral dignas de un cuadro de Groso.
Merced a este despliegue, las fuerzas policiales también
pueden disponer de testimonios visuales y sonoros de los sucesos de la Carrera
Oficial y calles adyacentes en la noche del Viernes Santo que alguien ha
querido convertir en segunda madrugada de pánico tras la de la Semana Santa del
año dos mil para que la justicia actúe con rigor y diligencia.
Aquella quedó impune. Es de esperar que ahora no ocurra
lo mismo.
La tradición se ha dejado invadir por Internet y la
ciudadanía ha comprobado una vez más su vulnerabilidad acrecentada en un
espacio temporal tan delicado como la Madrugada.
Las reacciones no han tardado, pero no bastarán si se
quedan simplemente en manifestaciones públicas, charlas de tertulia y sesudos comentarios
escritos. El tema desborda la responsabilidad de los cofrades. Sevilla se juega
su historia de siglos, sus creencias más íntimas y su estabilidad económica si
las deja desprotegidas a merced de cuatro golfos que hay que poner en manos de
la Justicia.
El repeluco que corre desde los móviles unitarios a las
redes sociales empezó siendo de gozo y se ha convertido por desgracia en
acuciante timbre de alarma que es preciso atender de inmediato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario