Que a estas alturas siga la controversia en torno a la
presencia del bebe hijo de Su Señoría la diputada Bescansa en el Congreso en
brazos de su madre da que pensar.
Ni que el PSOE ceda escaños a los separatistas en el Senado…ni que en la UE no se mire con
buenos ojos las peripecias de los políticos en nuestro país… ni que la Iglesia se
inquiete por la cuestión catalana… nada de nada. Lo importante, lo esencial, lo
trascendente pasa por los biberones del niño de la congresista y por la
definición de rastas que aporta la señora vicepresidenta de la Cámara, doña
Celia Villalobos.
Tampoco la diputada de Podemos ha hecho nada original. La
primera congresista que llevó con ella a
su hijo al palacete de San Jerónimo fue Ángeles Maestro de IU hace ahora casi
un cuarto de siglo y ha salido al paso reclamando su precedencia.
Y las rastas son una modalidad de las cabelleras
masculinas tan dignas de consideración social como los cueros cabelludos
rapados al cero.
Nada hay nuevo bajo el sol. Aunque algunos crean otra
cosa.
En mis tiempos de ejercicio de la profesión activa de
periodismo audiovisual observé que todos los que entraban en televisión a
mandar en algo llegaban con la infantil creencia de que la tele no se había
terminado de inventar y para eso aparecían ellos, para completar el invento.
La misma sensación tengo cuando contemplo las actitudes
de revoltosos líderes universitarios que ofrecen los jóvenes políticos alzados
al poder representativo.
La gallarda presencia de la comunista histórica Dolores
Ibarruri en el Congreso y los abrazos de los que un día militaron en uno y otro
bando para sustentar la recuperada Democracia al parecer no están en sus
apuntes de activistas revolucionarios multiplicados por las fotocopias.
Mientras Pedro Sánchez continúa erre que erre cavándose
su tumba política y mi admirada Susana ha acomodado sus posaderas en la silla
de eneas repitiendo con su actitud la sentencia de los del turbante de sentarse
a la puerta de la casa esperando ver pasar el cadáver del enemigo, el bebé de
la señora Bescansa y las raspas del muchachito tinerfeño acaparan las portadas.
Pues qué bien.
1 comentario:
Buenos días, me gustaría contactar con usted pero no encuentro ninguna vía de contacto en el blog, le facilito mi correo electronico por si fuera tan amable de contactar conmigo: villabaradis@hotmail.com
Saludos.
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