Comentando la embestida (Teresa Rodríguez mandamás de
Podemos en Andalucía dixit) de la presidenta de la Junta me decía un viejo
compañero de fatigas de los que ya vamos quedando pocos y a quienes menos mal
que todavía nos recuerda la Asociación de la Prensa siquiera sea para cobrarnos
los recibos (bonificados con el cincuenta por ciento, of course) que le parecía
que había llegado septiembre.
No le entendí y me lo aclaró con una ristra de ejemplos claros.
Septiembre, me dijo,
es el mes en que los que cobran metiendo la cuchara en la olla gorda ponen fin
a sus vacaciones. En Septiembre se incorporan los políticos y con ellos se
reactivan los peligros. Dulce paz la de las horas agosteñas con el jefe ausente
y los que manejan la cosa pública refrescándose en la playa.
En Agosto no se para
nada. Las instituciones siguen funcionando sin que nadie se interponga en su
saludable rutina. En Agosto se taponan los salideros de las cajas oficiales… se
cierran las oficinas de contratación de los que llegan con el carnet en la boca…
guardan silencio los que especulan en las tertulias…
Agosto es un mes
delicioso. Tan apacible como discurre el tiempo entre una legislatura y otra.
Se ha adelantado
Septiembre, musita mustio mi amigo. La presidenta fue investida ayer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario