Como a los soldados bisoños de los ejércitos, el valor se
les supone. Los nuevos rectores de Canal Sur deben tenerlo y han empezado a
demostrarlo aceptando sus cargos. No creo que hayan medido el campo de batalla
ni que hayan solicitado los dictámenes de los maestros armeros y artificieros
para desplegar la bandera de combate.
El personal de la casa, el que cumple un horario laboral
y está a las duras y a las maduras, no tiene que leer la prensa para conocer
las estructuras de los chiringuitos que, tras el decorado de organizaciones
sociales, han venido actuando como empresas privilegiadas de producción de
programas con beneficios desproporcionados a repartir entre los amigos.
Yo soy oyente de Canal Sur Radio y telespectador de Canal
Sur Televisión. Creo que, como “El Llamador”, nadie ha hecho nunca mejor
programa de cofradías y que “Toros para todos” es una idea genial para
televisión que ha divulgado de manera gigantesca ese hecho cultural tan importante
que es la Fiesta de los toros.
El día que los que han empezado a mandar en la televisión
y la radio de todos los andaluces se decidan a saber de verdad como aumentar
sus audiencias tienen que sentarse con Fran López de Paz y los hermanos Enrique
y Juan Antonio Romero cuyo “Carrusel taurino” es en las ondas otro éxito notable.
Antes deberán coger la goma de borrar y eliminar todas, absolutamente
todas, las tertulias de análisis político tanto de la radio como de la
televisión, instrumentos torpes y sectarios de inútil manejo de la opinión
pública y hacer frente a dos propuestas difíciles: aceptar la medición de
audiencia de cada programa según datos solventes de empresas privadas y medir la rentabilidad de cada hora emitida.
Claro que, para eso, lo primario puede ser apuntalar la casa,
es decir dotar a los equipos emisores de una renovación que, a todas luces, es
hoy imprescindible.
¿He escrito propuestas?.. .. Me he quedado corto. En
realidad son retos. Pero hay que aceptarlos.
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