Levantarse antes de las ocho para ver el encierro que
ofrece todos los días televisión es una costumbre en apariencia extraña, pero
que tiene más seguidores de los que podría suponerse.
Yo soy uno de ellos. No se me pegan las sábanas ni
preciso la ayuda del despertador para tirarme de la cama con tiempo de
acomodarme en mi sillón dispuesto a escuchar las doctas explicaciones de
Javiier Solano seguidas de las apreciaciones atinadas de su compañera ,Elena S.
Sánchez, la juvenil presentadora de las películas de la tele nacional, hoy
pareja del matador de toros retirado Roberto Domínguez.
Le tocaba al encierro de la ganadería de José
Escolar, seis ejemplares de temerosa presencia, pura estampa de sus
ancestros de Saltillo y Santa Coloma que recorrieron el itinerario en un tiempo
brevísimo que pasó en un soplo y se metieron por la puerta del chiquero de la
plaza sin causar ni sorpresa ni problemas.
Robleño, Castaño y Moral los lidiarán esta tarde. Si no
llueve. Ayer querríamos haber visto a Manolo Escribano ante los Cebada Gago y nos quedamos con las ganas a
causa del tormentazo que obligó a la suspensión del festejo.
Pepe Moral estuvo aquí en Salteras en la Peña del Cid
hace dos años y se granjeó muchas amistades con su sinceridad y su comprensión
bondadosa.
Algo después le escribí una letra para pasodoble que permanece
en espera como el arpa, de Becquer. El arpa aguardando la mano de nieve y mi
verso la inspiración de un músico que le ponga partitura.
En Los Palacios,
hay un torero
que siempre quiere triunfar:
Se llama Pepe, José,
y se apellida Moral.
Es un torero,
muy palaciego
porque no quiere olvidar
que en Los Palacios nació
y allí aprendió a torear.
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ESTRIBILLO:
Pepe Moral,
un torero personal
que ejecuta el natural
con lentísima muleta.
Pepe Moral,
poderoso y magistral
que somete al animal
sin perder la planta quieta.
Pepe Moral:
es antiguo y actual
es distinto y es genial
de los pies a la coleta.
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