domingo, 28 de agosto de 2022

 

CURRO JIMENEZ SE VA A LOS TOROS

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Probablemente, Antonio Larreta antes de crear el personaje de Curro Jiménez para su amigo Sancho Gracia que le dio larga vida en televisión, se leyó las biografías de aquellos bandoleros andaluces que nacieron a finales del siglo XVIII y desaparecieron cuando empezaba el XX desde el utrerano Diego Corrientes hasta el rondeño Pasos Largos.

La Andalucía de aquel tiempo la configuraban notables separaciones en el conjunto poblacional con una nobleza dirigente encerrada en sí misma y odiosamente cuidadosa de contagiarse con los pertenecientes a capas inferiores.

Estas sufrían de un abandono endémico. Si en las ciudades no había agua corriente, ni alcantarillado, ni alumbrado  público, es de suponer la pobreza extrema de pueblos y caseríos con jornaleros que trabajaban para los poseedores de las tierras  con sueldos de hambre y a los que les arrebataban sus hijos adolescentes para servir al rey.

Era un escenario que parecía diseñado expresamente para que saltasen los insatisfechos que, hartos de injusticias, se tiraban al monte.

Algunos, como Diego, fueron  corteses e ingeniosos y solo robaban ganado. Otros, como El Tenazas, formaban  pandillas de integrantes que se convertían en el terror de las diligencias que hacían la ruta entre Madrid y Sevilla asaltándolas y desposeyendo a los viajeros de  dinero y objetos de valor.

Todos fueron cayendo a manos de la justicia  pero, como, en esos años, el monarca que ocupaba el trono siempre era extranjero y detestaba las corridas de toros, la nobleza para congraciarse con él abandonó las plazas y el pueblo tuvo que sustituir a los caballeros que alanceaban reses por picadores que las doblegaban con vara larga.

Algunos bandoleros, entonces, expertos caballistas, abrazaron la recién creada profesión de picador de toros bravos.

El primero fue el Vivillo y debutó en la plaza de Vista Alegre de Madrid.

Hay una foto que lo  atestigua.

Es de suponer que Curro Jiménez  entraría por el patio de caballos de los cosos taurinos en busca de sus antiguos compañeros de cabalgadas camperas.

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