miércoles, 17 de agosto de 2022

 

 

YO TAMBIEN ME SUBO AL FICUS

Me sumo  a la concentración contra la tala del Ficus en Triana. Y no lo hago por seguir la corriente reivindicativa que se ha levantado cuando saltó la noticia de la tala inapelable del viejo árbol.

Me sumo porque algo me huele mal en esta decisión que, para empezar,  se toma en agosto cuando se supone que todo el mundo se halla de vacaciones y más este año después de las prohibiciones que originó la nefasta pandemia.

Me parece muy bien que se pidan estudios científicos profesionales independientes y, en consecuencia, considero precipitado y hasta sospechoso que se haya dado comienzo a la acción el pasado martes como si se quisiera llegar cuanto antes al encogimiento de hombros  de los hechos consumados.

Además, como dice la Plataforma Ciudadana Ficus Vivo, la tala atenta contra el legado paisajístico del templo de San Jacinto que es un bien declarado de Interés Cultural.

No se tampoco por que el asunto se ha dejado llegar hasta aquí  y  si la alarma está justificada o la situación podría haberse prolongado un tiempo razonable.

Por lo que he leído hay un informe de Parques y Jardines donde se decía que,con los cuidados adecuados, el árbol podía ser lo suficientemente seguro tanto para las personas como para el edificio de la parroquia.

Y me preguntó ¿a quién corresponde efectuar los cuidados adecuados?

Protesto porque alguien debió hacer algo para salvarlo antes de todo este revuelo y no lo ha hecho y por algo más que me afecta directamente, porque el ficus es el abuelo de los árboles de Triana y yo tengo dos nietos que lo contemplan cada día.

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