HISTORIAS PARA NO DORMIR.
...
Una vez más la realidad supera a la ficción. Lo del tren
que penetra en la tierra ardiendo es una idea que solo podría habérsele
ocurrido a Narciso Ibáñez Menta, el actor y director español nacionalizado
argentino, reconocido como monarca del terror y progenitor de Chicho Ibáñez
Serrador el creador del “Un, dos, tres”.
Si hubiera pensado en ella, cuando filmaba para aquella
televisión creativa que dejó de hacerse “Historias para no dormir”, mostraría
anticipadamente a los principales protagonistas de este suceso espeluznante: la
conductora que manejaba el tren sin compañía de un segundo operador, el revisor que no iba, los alcaldes de los
pueblos del trazado de las vías que habían avisado del riesgo sin que las
autoridades les hicieran caso...
El tren del terror hubiera dado para más de una sola
emisión. Habría generado una serie que se anunciaría con los vagones cerrados,
primer plano de la conductora manejando nerviosamente los mandos para lograr a
toda prisa la vuelta atrás del convoy, gritos de niños aterrados, viajeros
huyendo saltando entre las vías...
En realidad, y según han declarado a la prensa algunos viajeros,
el pánico solo cundió en el tercer vagón en el que se abrieron las puertas y
del que bajó la mayoría de las personas que resultaron heridas.
La operaria estaba alterada y gritaba nerviosa a sus
interlocutores hablando por el móvil caminando entre los asientos.
Cada noche los telespectadores seguidores de la serie se
irían a la cama nerviosos, aturdidos y tristes.
Una historia para no dormir.
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