VOLVER A LAS CAJAS DE AHORRO
...
De la debacle de las Cajas de Ahorro, forzadas a
desaparecer como fruto de unas administraciones ignorantes y torpes cuando no
delictivas, consiguió salvarse la Rural que hoy abre en no pocos pueblos las
puertas de los servicios bancarios que sigue precisando la gente sencilla con
atención personal y ayuda a sus necesidades.
Los políticos no fueron los culpables de este hundimiento
según se eximieron ellos mismos en un informe aprobado en el Congreso.
Nadie había dicho que lo fueran. De forma que inevitablemente
viene a nuestra mente el aforismo latino: Excusatio non petita...
La Rural hoy ayuda al mundo agrario, a los pueblos, a los
pequeños creadores de riqueza según se encarga de propalar el comentarista de
las transmisiones taurinas que lleva a cabo con su patrocinio la cadena de
televisión territorial de Castilla La
Mancha.
La Caja Rural del Sur estuvo regida con mano firme e inteligencia despierta por José Luis Garcia
Palacios, un onubense ya desaparecido, que supo enseñar a sus hijos que hoy se
hallan a cargo de la institución, esa forma peculiar de conocer las finanzas para
ponerlas al servicio de los demás.
Hay que volver a la fórmula de Monte de Piedad y Caja de
ahorros como organización benéfica conducida por profesionales y sin ánimo de
lucro sino con la finalidad expresa de aplicar sus deseables beneficios a obras
sociales.
El pueblo lo demanda. Y, sobre todo, no solo los viejos,
sino los jóvenes de familias humildes que quieren formarse para el futuro
competitivo que les aguarda.
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