miércoles, 28 de junio de 2017

PARA QUE VEAS


Pues, no. No he abandonado el blog los últimos días por pereza, sino por avatares de un DNI anticuado. He estado en el dique seco o en el taller de reparaciones que también es metáfora adecuada a la marginación forzosa por arrechuchos inesperados. De pronto me quedé sin vista en el ojo derecho. Como Padilla. Pero sin la gloria épica de una cogida en el ruedo.

La cornada me la dio al parecer la consecuencia de una ingesta incorrecta o excesiva de medicamentos para la disminución de la presión arterial y la fluidez de la sangre, necesarios como protectores tras la implantación de stents que me originaron una hemorragia intraocular y ésta a su vez, el desprendimiento de la retina.

No hace mucho, esto era un accidente grave que precisaba una cirugía urgente seguida de un postoperatorio cruel. El paciente debía permanecer acostado boca arriba durante meses. Una consuegra mía estuvo así durante más de noventa jornadas interminables.

Hoy, se resuelve en poco más de una semana y el afectado puede sustituir ese tormento de Tántalo mirándose siempre los cordones de los zapatos y durmiendo boca abajo.

Eso es lo que he tenido que hacer  y hoy me han dado el alta.

Tengo, pues, un deber de agradecimiento a los fenomenales especialistas de oftalmología del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe que particularizo en la doctora Purificación Piñas que me operó con su pericia y profesionalidad ejemplares.

Iba a escribir sobre otros temas que parecen de más actualidad como el de los incendios del que, con sonrisa forzada, nadie puede decir que no sea una cuestión candente... y de la necesaria reforestación de lo quemado... y de la exigencia a políticos y autoridades en ejercicio del cumplimiento de sus promesas para que no se recalifique ni un palmo de lo perdido...


De todo eso podría escribir y tal vez lo haga mañana o pasado. Hoy me ha parecido un inexcusable deber de reconocimiento y cortesía resaltar la conducta, la preparación y la eficacia de este servicio de nuestra sanidad pública. Para que veas.

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