domingo, 31 de octubre de 2010

Noviembre de versos mustios.

Se asoma al almanaque el dichoso mes. Ese del que dijeron las gentes de los campos envueltos cada mañana en el tul de la neblina que empieza con “tos santos” y acaba con San Andrés. Aunque añadieron que “para San Andrés o el mosto es vino o vinagre es” lo que significa un consuelo báquico digno de consideración.

Los niños románticos de mi adolescencia leíamos a Bécquer en este mes que parece muy adecuado a las nostalgias, las tristezas mojadas y los paseos solitarios rondando balcones silenciosos de luces mortecinas.

Luego estrenábamos inquietudes literarias redactando a escondidas unos poemas que inevitablemente se asomaban al espejo del enamorado evocador de las rimas.

De aquello hoy no queda casi nada. Permanece la afición por los versos. Y la tristeza soterrada que intentamos alejar cada día aturdiéndonos para seguir aparcando el miedo inevitable al paseillo.

Que Dios reparta suerte. Hermosa frase que multiplican los ecos de todas las plazas. Porque hay que agarrarse febrilmente a su túnica y besar como un poseso su medalla cuando se imagina el oscuro detrás de la puerta de la trascendencia.

VUELO EN ESPERA (Del libro “Blanco, negro y gris”, inédito)

Se me murieron muchos y no están
aquellos que trataba en mi albedrío.
Deshojo los recuerdos, desvarío
y saco sus figuras del desván,

sus sombras que me acosan y no van
pisando ya conmigo el suelo frío.
Se cava en mi redor un gran vacío
abierto como sima de huracán.

No están. No estarán más. Qué desconsuelo.
Y yo me iré también como se fueron.
Agárrome a la fe. Pienso en el Cielo.

En ese Más Allá que nos dijeron.
Y, en tanto que la voz cante mi vuelo,
espero como entonces me pidieron.

viernes, 29 de octubre de 2010

Marcelino

Había un Marcelino en los cines y un Marcelino en Carabanchel. “Marcelino,pan y vino” en las pantallas. Marcelino Camacho,en la carcel. Lo primero era una ficción. Lo otro una realidad.

Me invitaron a la premiere de la película y me fui a ver al líder sindical apenas lo soltaron de la trena. Y en un momento y otro me impresionó la franqueza de dos miradas: la del niño al que conducía Fray Papilla y hablaba con el crucifijo en el desván y la del hombre maduro, curtido, al que esposaban los guardias sin que nunca traicionara su trayectoria al servicio del mundo obrero.

Como en la redacción de los informativos de Radio Nacional, el redactor jefe nos mandaba al grupo de jovencitos que veníamos de la Facultad de Periodismo en vez de haber sido estampillados como periodistas por el Régimen a entrevistar a los sindicalistas y a los políticos de izquierda, a Marcelino tuve ocasión de situarle ante mi micrófono en numerosas ocasiones.

Ahora, cuando su vida de esfuerzo y sacrificios ha llegado a su final, se mojan en la tinta de los elogios las más atinadas plumas. No soy quien para medirme con ellas y renuncio a la florida nota necrológica. Pero sí digo a los lectores de mi Blog que este hombre me impresionó siempre, aunque yo nunca milité ni en Comisiones ni en el Partido Comunista.

Estaba a tu lado y parecía que nunca se había movido de alli. Mirándote con una sonrisa bondadosa que escondía muchos sustos y mucha rebeldía y dispuesto a someterse a las preguntas y a la exigencia de ese dogal radiofónico que obliga a condensar las respuestas para ajustarse al tiempo marcado.

Aunque él decía que no era creyente, creo que se merece que los que afirmamos nuestra fe, elevemos al Cielo una oración por su alma.

miércoles, 27 de octubre de 2010

De los ruidos a los pianillos.

He bajado desde el Aljarafe apacible, donde voluntariamente elegí mi ubicación como jubilado, a la ciudad incómoda en la que, tras cada breve ausencia, me encuentro con más ruidos inaudibles y añoro en creciente ansia los sonidos armónicos que se perdieron.

Aunque fueran destemplados y caducos como los de aquellos organillos que hubieron de desaparecer con el crecimiento insensible de la urbe.

Eran como pianos grandes, arrancados de una academia de baile o de la sala antigua en donde la primogénita de la familia burguesa recibía diariamente clases de solfeo.

Situados, a medio metro del suelo, sobre una batea horizontal en la que se sujetaban con correas, descansando en el eje de dos ruedas de sólidos radios cubiertas con llantas de goma, recorrían la ciudad atendidos por dos personas: ambas empujaban y, en las paradas, una le daba al manubrio y la otra pasaba el platillo.

Alguno tenía itinerario fijo y horario cierto. Podía adivinarse la hora, escuchando una mazurca. La bandejita de las monedas penetraba en bares y comercios y se lucraba de esta visita periódica con una cuota no pactada.

En los años cincuenta del pasado siglo, hubo un Ayuntamiento que los prohibió. La ciudadanía protestó y ellos siguieron. Pero los adelantos de la reproducción musical estaban empujando al olvido a este sistema de recordar partituras mediante ingeniosas adaptaciones que permitían extraer armónicos sonidos con el movimiento circular del manubrio.

Cuando llegaron los ochenta estos pianillos callejeros, reliquias de un pasado de costumbres sencillas, entraron en un declive imparable sin afinadores y sobre todo sin hombres de rostro cetrino y gorra de visera que les empujase por las calles.

Sobraban automovilistas que hacían sonar sus cláxones impacientes tras ellos y casi nunca encontraban sitio adecuado para emplazarse y convertir el entorno en un efímero salón de baile.

Esa Sevilla, bondadosa y simple, se difuminó un poco más cuando el penúltimo sonido desacordado se escuchó por la plaza de la Gavidia o por Gradas de la Catedral.

Luego llegaron los barbudos de las guitarras eléctricas y los perros famélicos enroscados a sus pies.

lunes, 25 de octubre de 2010

Alberto Oliveras.

Creó una escuela, un estilo, una forma personalísima de hacer radio.
Lo recuerdo en un programa de la Cadena SER que gozó de extraordinaria popularidad, y que permaneció quince años en antena: “Ustedes son formidables”.

Se llamaba Alberto Oliveras y acaba de morir a los ochenta y un años. Había nacido en Barcelona y se licenció en Filosofía y Letras, antes de dedicarse al periodismo, carrera que le llevaría a convertirse en el primer reportero español en atravesar el Telón de Acero. (Yo lo hice mucho después. Pero no tiene importancia. En mi época hasta nos invitaba Internaciones)

Tenía una voz densa, un tanto susurrante, un poco lastimera que conseguía modular muy bien narrando desgracias, describiendo tragedias e invitando, pedigüeño incansable de las ondas, a la aportación personal o económica para obtener soluciones.

Dudo mucho que el programa permaneciese en las ondas de nuestra modernidad más allá de la primera emisión.

Pero entonces todos los muchachitos que queríamos ser algo en la radio le imitábamos de manera inevitable. Sobre todo, su estilo sugestivo en la construcción de las frases y, más que nada, sus silencios. Largos, expectantes y como meditativos.

También debutó en Televisión Española, con el programa "La unión hace la fuerza" que debe recordarse aun.Era al principio de los sesenta y todavía Jorge Javier Vázquez no había empezado a entrevistar en Telecinco a Ivonne Reyes. Consistía en una especie de “Ustedes son formidables” para la ayuda solidaria, como el de la radio e igualmente triunfó porque entonces hasta triunfaban en la tele los presentadores mayores de cuarenta años.

Al abandonar la televisión estatal, se pasó a Telemadrid, desde donde volvería a TVE, a la segunda cadena, para emitir el espacio "La aventura humana", rescatando a personajes totalmente olvidados y que hacen algo interesante en la vida.

Corría 1990. Lo más interesante que hice yo ese año fue dar el Pregón de Semana Santa. Pero yo en aquella época no estaba olvidado todavía, ni Oliveras supo nunca qué era eso del Pregón… como suele suceder a muchos que hasta quieren ser pregoneros.

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sábado, 23 de octubre de 2010

Fin de fiesta.


Con el brindis de los maestros a sus cuadrillas de la faena de muleta al último toro de la temporada ha terminado la de este año que ha resultado complicada, histórica y dolorosa.
La crisis ha creado numerosos problemas a los protagonistas de la Fiesta que no ha podido celebrarse en algunos lugares en los que la ayuda de los ayuntamientos, ahora con las arcas vacías, resultaba indispensable. Los quirófanos han tenido mucho más trabajo que otros años y el toreo se ha visto inmerso en unas situaciones inéditas de las que son hitos, la suspensión, a juicio de muchos inconstitucional, de las corridas en Cataluña y la disposición de las autoridades a trasladarlo desde el Ministerio del Interior al de Cultura.

Mas, por encima de estos inusitados capítulos, aparecen las conocidas páginas de los de siempre: el agradecimiento de los espadas a sus colaboradores, las rupturas de relaciones con los apoderados, las alteraciones previsibles en la conformación de las cuadrillas, la recuperación de los heridos, la entrega de premios y trofeos y eso tan hermoso que es la ratificación de la afición de los toreros que este año no pisaron ni una sola vez el ruedo y que, sin embargo, continúan, con redoblada esperanza, soñando con un futuro mejor.

Ejemplos de todo ello los hay para todos los gustos: José Luis Segura no continuará siendo el apoderado del diestro madrileño Manuel Díaz "El Cordobés", a quien ha representado durante las dos últimas temporadas…

Tampoco continuará con Cesar Cadaval, el cincuenta por ciento de los Morancos, Serafín Marín que. a pesar de ser catalán y haber salido por la puerta grande del coso barcelonés cubierto con la seyenera, no ha pasado de las cinco corridas en la temporada...

Ni el matador burgalés Morenito de Aranda, desvinculado de manera amistosa del banderillero de la cuadrilla de Enrique Ponce, Antonio Tejero…

Ni Antonio Fernández Pineda, el valiente triunfador ante toros difíciles lidiados en cosos españoles y americanos sometido por su propia voluntad a ser sobresaliente en la Maestranza…

Ni “El Niño de la Taurina” que no ha pisado en el año ruedo alguno…

En una de las campañas más duras que se recuerdan, uno de los primeros en caer fue el rejoneador Álvaro Montes el veintitrés de abril en Zaragoza cuando un toro de Antonio San Román le derribó y se ensañó con su caballo Horongo, que cayó desplomado con una cornada en el corazón mortal de necesidad sufriendo Montes una "trombosis séptica " que le obligó a cortar toda la temporada.

Y allí, en el coso mañico han puesto esplendoroso punto final a las corridas del año Manuel Jesús el Cid y los rejoneadores Diego Ventura y Leonardo Hernández saliendo los tres por la puerta grande.

Luego,supongo, que todos se habrán ido a celebrarlo con los suyos,con los banderilleros, los picadores, los ayudas, los apoderados …en ese estallido de alegría en el que hay que brindar por la buena suerte.

Los que carecen de motivos para hacerlo entornan los ojos y, soñando que el año que viene podrá ser,al fin, se ponen el chandal y se van al campo a correr.

jueves, 21 de octubre de 2010

El cambio sorprendente.

¡Sorpresa… sorpresa! Como el título de aquel programa que conducía mi antigua compañera en el Centro Territorial de televisión de la Palmera Isabel Gemio, que entonces se hacía llamar, no se por qué, Isabel Garvi.
En las cafeterías de los desayunos de los funcionarios seguían encendidos los receptores de la tele mostrando los mejores momentos del partido con el Mílan. No Milán,como aprendimos antes, sino Mílan con acento en la i… los taxis rodaban con la sintonía habitual de los programas mañaneros de la radio… se prolongaban las hileras de los parados ante las oficinas de empleo… los banqueros continuaban negando el aumento de las líneas de descuento de papel a los pequeños y medianos empresarios… Todo, como siempre. Pero ya en esos momentos se había producido la coincidencia sideral que habría dicho la Pajín y Zapatero había remodelado su gobierno.
Qué sorpresa. ¡Si casi acababa de decir que no iba a cambiar más que al Ministro de Trabajo!… Pues, no señor, las alteraciones eran seis. Y precisamente la Pajín dejaba la Secretaria de Organización de su partido, en donde cuando hablaba subía el pan, para incorporarse al nuevo gabinete como Ministra de Sanidad. Aunque esto no era lo más descollante, sino el ascenso de Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente primero desbancando a Fernández de la Vega y la sustitución del Ministro de Exteriores por Trinidad Jiménez.
Uno, que nunca ha sido comentarista político y que admira profundamente a sus compañeros que se dedican a este menester, algunos, además, cultivando una prosa admirable, piensa que Zapatero no ha podido hacer esto. ¡Un hombre que no ha mentido nunca! A Zapatero le han hecho la crisis y le han remodelado el gabinete. Y, es más, Zapatero ha dejado de mandar. A partir de ahora el timón lo llevará Rubalcaba.
Durán i Lleida lo ha dicho. “No es una remodelación por razones de Estado sino por motivos internos del partido”. Zapatero está noqueado: la economía se la dirigen desde fuera y la política desde ese grupo poderoso de sus compañeros que, ante la tendencia a la baja de las encuestas, se han plantado y le han dicho ¡basta ya!.
Pero todo ha sido tan sorprendente… que hasta ha producido las desoladoras escenas, recogidas por la televisión, de un Moratinos echándose a llorar al saber que había sido destituido y de una Bibiana Aido que hacía la pobre el ridículo más espantoso hablando con Hilario Pino en Tele Cinco de su Ministerio de Igualdad cuando éste había sido borrado ya del organigrama.
¡Vamos que ni el motorista de El Pardo llegaba tan tarde!

martes, 19 de octubre de 2010

Fórmulas para crear empleo.

Debatiendo la última previsión gratuita del presidente Zapatero de crear en año y medio no se cuántos empleos, o sea corregir su deriva de destrucción de puestos de trabajo mantenida desde que llegó al poder, lo cual supone un desbordado y quimérico optimismo, he atendido a una discusión tertuliana sobre la cuestión mantenida en la tele.

Lo del presidente ya es el colmo. Este hombre mantiene una capacidad insospechada de resistir el rubor. Pero es un tema marginal que no deseo ascender a la categoría de protagonista de este comentario.

Me voy a referir a la pregunta que los políticos se lanzan a la cara como dardos envenenados girando en torno a los sistemas que pueden ponerse en práctica para invertir la curva ascendente del paro.

Y ninguno suele dar en el clavo. Los profesionales de la política, y sálvese quien pueda, suelen saber muy poco del trabajo privado porque no lo han practicado casi nunca, excepción hecha de los titulares de puestos en la administración que obtuvieron con su preparación cultural y su esfuerzo, y a los que vuelven tras desembarazarse de la cosa pública.

No se puede preguntar a un célibe las pautas para la adecuada convivencia matrimonial. Ni se puede interrogar al usuario periódico de los restaurantes sobre cuales serían los procedimientos para combatir el hambre.

Los políticos naufragan en las respuestas si nunca regentaron un puesto de frutas que tuvieron que cerrar… o una explotación de crianza de ganado bovino de tiro que se fue al garete… o un taller de bordados que pasó a mejor vida… o una zapatería artesanal que se quedó sin clientes… o una papelería y librería que un día tuvo que dejar de abrir sus puertas…

He conocido a los gerentes y propietarios de estas medianas y pequeñas empresas, muchos demonizados por los trabajadores que, con su cierre, perdieron su puesto laboral. Y, en el fondo, todos esgrimen el mismo razonamiento para justificar su abandono: estaban asfixiados por los requisitos que les imponía la administración, los impuestos y la competencia ilegal.

“Solo con levantar el cierre, me decía uno, hay un batallón de burócratas que piensan que voy a ganar mucho dinero y ya empiezan a exigirme requisitos para llevarse lo que todavía no se si voy a ganar o, no” Y otro añadía “y además facilitan la competencia de los chinos o los manteros”

Si los políticos escucharan estas quejas tal vez sabrían contestar.

domingo, 17 de octubre de 2010

Menos mal que ha sido Urkullu.

El pacto del Gobierno y el PNV para salvar los Presupuestos de 2011, que también apoya Coalición Canaria, es un atentado en toda regla contra el interés general.

Esto, por lo menos, han dicho, de manera comedida y discreta, los políticos representantes de la que ellos mismos llaman oposición.Los estrategas de la calle se muestran agotados y a la ciudadanía, más proclive a sentirse preocupada por las desavenencias matrimoniales de la Esteban o los problemas con el fisco de la Pantoja, parece que la permanencia de España como nación le trae absolutamente al pairo.

Se ha negociado en Madrid entre el jefe del Ejecutivo y el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Iñigo Urkullu, puenteando olímpicamente al lendakari Patxi López que probablemente se ha enterado de las numerosas nuevas competencias que se transferirán a su Comunidad y de la liquidación de la denominación en español de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava mientras desayunaba café con churros en el bar de la esquina.

El chantaje nacionalista vuelve a elevarse hasta límites impensables y el presidente, con tal de seguir gobernando, no encuentra freno en ceder o malbaratar todo lo que le piden.

Cierto es que quienes le precedieron claudicaron también cuando carecían de mayoría absoluta en el Congreso. Pero nunca hasta llegar a estos extremos y en estas circunstancias.

Hay quien piensa que la decisión tendrá un coste letal para el presidente español. Que le permitirá mantenerse un año y medio más en La Moncloa, pero a cambio de un deterioro de sí mismo y de su Gobierno que harán mucho más estrepitoso su derrumbamiento final. No se.

Zapatero ha traicionado a su propio partido… ha humillado públicamente a su compañero Patxi López, presidente legítimo de los vascos, y ha inferido una puñalada trapera al gobierno que encabeza este político cumplidor obligado a sonreír tras haber recibido la bofetada.

Edurne Uriarte ha recogido en “Un líder sin escrúpulos” un comentario aparecido en un foro de Internet: “Zapatero cedería Andalucía a Bin Laden con tal de mantenerse en el poder”.

Podemos respirar tranquilos. El interlocutor ha sido Urkullu. La Giralda, la Alhambra y la Mezquita seguirán siendo españolas.

viernes, 15 de octubre de 2010

Rubalcaba hace el paseo.


Se les ha visto en la prensa de estos días como si acabaran de asomarse a la puerta de cuadrillas sin los trajes de luces y se preparasen para torear uno de esos festivales con los que siempre han atenuado los aficionados el mono de la espera invernal de las corridas importantes.

Si se contempla la demostración gráfica de izquierda a derecha de los que posan en la foto, que es la manera de ver las cuadrillas, con el matador más veterano situado en la zurda y el nuevo en el centro, las figuras conforman un cartel de campanillas. Nada menos que Talavante, Manzanares,Ponce, el Juli, Cayetano,Perera y el Cid.

Y entre ellos, Rubalcaba, como si debutase en la plaza. El ministro va a hacer el paseo, pero el alguacilillo no se ha atrevido a situarle donde debe ir: a la izquierda de los actuantes.

Don Alfredo se lo hubiera agradecido por eso del carácter simbólico del sitio a ocupar. Lejos quedan ya los tiempos en los que trabajaba cerquita de Manolo Ortiz, cuando éste era el portavoz del Gobierno de la UCD que presidía Adolfo Suárez y le decía, con ingenio, que tenía apellido de pretérito imperfecto de indicativo del verbo rubalcar: Yo rubalcaba, tu rubalcabas, él rubalcaba…

Los toreros alopécicos desfilan a la izquierda de las cuadrillas, porque se supone que son los más antiguos, los más sabios y los más dignos de respeto. Creo que desde las temporadas anteriores a las de Rafael el Gallo, el Divino Calvo y siguiendo por otro Rafael, Rafael Ortega, ese gladiador de la Isla del León que apareció maduro y tardío y manejaba el estoque con la contundencia de un campeón de esgrima, siempre se ha hecho así. El calvo a la izquierda. Y el nuevo en el centro.

El maestro Rubalcaba aparece centrado, él sabrá por qué, en tanto que los maestros que se alinean con él ignoran hasta cuándo se va a poner en práctica esta inédita decisión de transferir a Cultura lo que, desde los tiempos de los alabarderos, era materia al cuidado de las Fuerzas de Orden Público.

Los chiquillos que entrábamos en la Maestranza de la mano de nuestros progenitores escuchábamos la voz castrense que mandaba “firmes” a un piquete de guardias civiles alineados en la calle Iris que luego entrarían en la plaza, ocupando las gradas al lado de la música, en previsión de que se produjera lo que hoy denominan los gobernadores civiles y delegados del Gobierno Central “partido de alto riesgo” cuando se enfrentan dos equipos de fútbol que arrastran multitud de seguidores.

Ni entonces, ni ahora vi jamás un altercado multitudinario en una plaza de toros.

Y tampoco supongo que voy a verlo en este tiempo nuestro: Cuando los toreros, que se hablan de usted y llaman maestro al compañero veterano, dan continuamente tantas pruebas de cultura y educación que sabrán adaptarse al cambio climático de un ministerio a otro con la misma naturalidad con la que se aprestan a lidiar al toro que sigue en la corrida después de haber arrastrado al anterior.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El desfile por la tele.

Toca hablar del desfile. Y los medios de comunicación se despachan a gusto, encendiendo cada uno las luces de sus tendencias.Yo voy a comentar también la parada militar, pero desde un ángulo diferente.Menos ambicioso y, supongo que no del todo original porque me voy a referir a su transmisión televisiva.

La televisión nacional echó la casa por la ventana. Las otras, sintonizadas cada vez más desde que iniciaron su periplo de libertad por las inéditas ondas de la TDT, trataron de hacer lo mismo sometiéndose a sus posibilidades.

Piqué, de aquí para allá, pero me detuve especialmente en el trabajo de la Uno de televisión española y me pareció, de entrada, ávido de ofrecer una retrasmisión bien hecha y, de salida, con resultado simplemente discreto si se analiza considerando los cuantiosos medios puestos a su disposición.

Nada menos que veintidós cámaras, tres equipos completos de realización, cabezas calientes, steady cams, helicópteros, unidades móviles reducidas para dar planos desde los interiores de los carros de combate o los Cougars del Ejército de Tierra, permisos para rodar desde los puntos más altos de los edificios circundantes y para recoger desde el suelo los contrapicados más sorprendentes… No faltó nada. Y el resultado pudo haber sido mucho mejor.

Lejos estoy de arrancar galones. Hubo tomas cenitales sencillamente espectaculares y primeros planos de acusada sensibilidad como los que mostraban las lágrimas de los rostros de los familiares femeninos de las víctimas durante el homenaje a los caídos.Pero se echaron en falta muchos otros complementos.

Yo destacaría en lo negativo la labor de los comentaristas: un presentador y una presentadora de la casa y un asesor, militar profesional, creo que era un brigada, que se repartieron sin orden ni concierto la compleja e indispensable labor que les correspondía.

Lo habitual, lo derivado del protocolo de este servicio, es que los profesionales describan y el asesor complete las descripciones con sus conocimientos especializados. Sin embargo en este trío de voces nada fue así. Cada uno introducía el comentario que juzgaba pertinente con mucho “van ustedes a ver” y no pocos “a continuación veremos” cuando no obviedades como “la escolta a caballo avanza en torno al Rolls en el que llega Su Majestad el Rey”, secuencia fácilmente identificable aun por los más lerdos que, sin embargo, deseaban la voz que les aclarara; “esto que estamos viendo se denomina… o es… o sirve para” y no la tuvieron casi nunca.

No omitieron las referencias al abucheo insistente con que el público espectador obsequió a Zapatero, pero silenciaron que Moratinos, ministro de exteriores y Bono, presidente del Congreso, intercambiaban inoportunas sonrisas detrás del Rey y el Príncipe Felipe, mientras estos saludaban militarmente a los que desfilaban.

Insoportable resultó la locutora hablando sin parar mientras pasaba la Legión con lo que impidió torpemente que se percibiera el inimitable sonido de sus trompetas. Y aburridas y complejas las descripciones que no se correspondían con las imágenes de la pantalla.

Menos mal que, de fondo, pudieron escucharse cantados numerosos himnos castrenses hoy olvidados o desconocidos. Aunque, ni con esa argucia, pudo disimularse la bronca que no por esperada resultó menos espectacular.

domingo, 10 de octubre de 2010

Recordando a Begoña.

Hoy, con la lluvia sonando en los cristales como las teclas de una máquina de escribir, me estoy acordando no de Amanda, la destinataria de la canción de Victor Jara, sino de Begoña Achabal, la locutora de la histórica Radio Nacional de España emisora de Sevilla y luego primera presentadora en el incipiente Centro Regional de Televisión en Andalucía. Porque Begoña fue inicialmente oficinista en la Pirotecnia sevillana y terminó su trayectoria profesional como secretaria de redacción en aquellas nacientes instalaciones televisivas en el chalet de la Palmera.

Begoña ha fallecido al final del verano y creo que de ella lo único que se ha escrito es la esquela mortuoria. Triste ciudad ésta de los olvidos presuntuosos y la ignorancia envuelta en tópicos.

Begoña era alta, rubia, bien formada. Y vestía con elegancia y un cierto atrevimiento seductor. Cuando la Radio Nacional tenía sus estudios en la calle San Pedro Mártir, en aquel remodelado caserón palaciego en el que había nacido el poeta y letrista Rafael de León (no se olvide, Marqués del Valle de la Reina) transitaba, desde su residencia en el Salvador en la calle Villegas, hasta la emisora, por la calle Tetuán y levantaba tal expectación que no había socio del Ateneo ni tertuliano del Gran Britz que no se asomase a la puerta para verla pasar.

En alguna ocasión, hasta los mismos autores de esa ocurrencia de traer a Sevilla a la emisora nacional que ya se había anticipado en Huelva y Málaga y que, según me informó Alfonso Contreras, otro de los primitivos locutores de aquella época auroral y yo trasladé a mi libro “Sevilla tras un micrófono” fueron los de un grupo de sevillanos que solían reunirse primero en el Bar Las Flores y luego en ese Gran Britz que creó don Juan Vega, el del café Catunambú, llenando de espejos y de ilusión europeista de gran capital la esquina de las fachadas del edificio que se afila entre Tetúan y Rioja.

Bego no dejó la Piro, a la que acudía por las mañanas, pero completó por las tardes el menguado elenco de voces femeninas de la nueva radiodifusora sevillana en la que ya estaba Mercedes Vela y a la que posteriormente se incorporó Rosita Babío, seudónimo artístico de Rosa Benito. (Nada que ver con la Benito actual de los programas de chismorreo. Aquella Rosa Benito o Babío, era una muchacha delicada y culta, con voz suave, que sabía modular a la perfección cantando como María Dolores Pradera).

Begoña Achabal también entró en la televisión regional en sus primeros días.
Y formó con José Luis López Murcia la pareja de presentadores de sus programas de estreno.Antes había contraído matrimonio con Manuel Canivel un militar de alta graduación del Ejército del Aire y abandonado la Piroctenia,pero no la máquina de escribir ante la que estuvo trabajando en el llamado “chiringuito de la Palmera” hasta su jubilación, llevando a cabo una labor tan intensa que cuando se fue hubo de ser desarrollada por tres o cuatro redactores.

Toda una figura de la radio y la televisión de su tiempo. Ha desaparecido y no se la ha recordado como merece. Eso, por lo menos, me parece a mí. Pero ¿qué se puede pedir a estos “ni nis” que nos inundan y solo encuentran horizonte “como no podía ser de otra manera” en las filas de su partido?

viernes, 8 de octubre de 2010

Reflexiones incómodas sobre las pensiones.

Mi amigo está escarmentado y lo dice a boca llena: cada vez que los políticos se ponen de acuerdo, se echa mano a la cartera. Ahora ha leído que ha sido, o va a ser así, cuando se han reunido para modificar el Pacto de Toledo sobre las pensiones y, desde entonces, se le ha descompuesto el cuerpo.

Se proyecta ampliar la base de cálculo de 15 a 20 años y esto supone, según afirman los analistas, una rebaja media del 5% con lo que, de acuerdo con la afirmación de uno de esos diputados receptores de pensiones vitalicias, "no se perjudica excesivamente a nadie".

A ellos, por supuesto que no.

El reajuste es imprescindible, dicen, porque hace unas décadas había cerca de 20 cotizantes por pensionista y en 2050, con el paro y sus escasas expectativas de solución, se espera que haya menos de dos, por lo que el sistema actual resulta totalmente insostenible.

Los jubilados del futuro se verán perjudicados por dos flancos: tendrán que trabajar más años y, encima, recibirán una pensión más baja.

Ahora bien, si no fuera por el dinero que cada mes les detrae de su sueldo la Seguridad Social, teóricamente para su propio bienestar, cada trabajador se podría jubilar a los 45 años cobrando con un sistema de capitalización normal, una pensión de más de 2,000 euros. Creo que en Chile esto viene a ser así. Intentaré comprobarlo.

Existe un buen número de estudios realizados sobre cuánto podría ganar un ciudadano si invirtiera privadamente lo que le quita cada año la Seguridad Social y de ellos se destaca el que realizó hace unos años el Instituto Juan de Mariana cuyas conclusiones giran en torno a esta posibilidad sorprendente. Un trabajador medio que hubiera entrado al mercado laboral con 25 años en 1992 podría jubilarse en 2012 con una pensión de 2.169 euros. Pico más, pico menos.

Por eso manejar los ahorros de los trabajadores recogidos en la Caja de las Pensiones supone hoy un despropósito notablemente injusto. Y llevarlo a la práctica, como se ha filtrado que se va a hacer, aun peor.Desde 2004, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social siempre ha invertido en activos de "máxima calidad". Hoy Zapatero se va a jugar ese dinero sobre el tapete verde de la deuda española en la que, pese a perder la máxima calidad crediticia, invertirá el 90% de sus recursos
La inquietud empieza a quitar el sueño a los pensionistas y mi amigo dice como el impedido aquel del carrito rodando cuesta bajo ante la Virgen de Lourdes: “Madrecita, que me quede como estaba”

miércoles, 6 de octubre de 2010

Un asunto trascendental.

Estaba repasando las noticias de actualidad recorriendo en el ordenador las ediciones digitales de los periódicos cuando mi vista quedó hipnotizada ante unos titulares que ensombrecían los más detonantes que habían desfilado hasta aquel momento: “Abandono familiar de Fran Álvarez, el marido de Belén Esteban”.

Si la semana pasada había parado los rotativos el estreno del documental 'La princesa del pueblo', ahora llegaba esta noticia que resultaba aun más impactante. Sobre todo cuando se seguía leyendo hasta saber que Belén había invitado a su marido a abandonar su nuevo hogar tras escuchar las declaraciones de su supuesta amante, Arantxa Contreras, y que ésta, Arantxa, había aireado sus quehaceres con Fran durante más de un año y medio, en el programa DEC el pasado viernes por la noche.

No se cómo este que sus protagonista llaman periodismo puede ser tan agresivo. Ni cómo se permite que se altere la suave calma de un confiado lector de ediciones periodísticas en Internet con tales nuevas.

Y tampoco llego a comprender cómo aquí, en este país, antes llamado España, como se anticipara a decir un inteligente colega, nos preocupamos de cuestiones tan banales como el crecimiento del paro, la subida de los impuestos, la congelación de las pensiones, el nivel de pobreza de muchas familias, los dispendios del Gobierno y otras materias absolutamente baladíes, en comparación con esta situación matrimonial.

Por si fuera poco su nivel de originalidad y trascendencia se acrecienta al constatar que no hay por donde cogerla porque resulta lo siguiente:

Arantxa asegura que conoció a Fran días antes de su boda con Belén Esteban cuando acudió a almorzar al bar de éste con un amigo. Y mantuvieron contacto durante algo más de año y medio en cuyo largo ciclo durante un mes fueron bastante más que amigos, según ha confirmado un grupo de ejemplares periodistas licenciados en la Facultad del Chismorreo afirmando que la Esteban estaba al corriente de todo lo que sucedía.

Casi nadie es la Esteban. Ella por una situación así ¡mata!. Y sus seguidores gritan alborozados sabedores de que si constituyeran un partido político obtendrían no menos de seis escaños en el Congreso.

Confieso que todo ello me dejo patidifuso, “como no podía ser de otra manera”, frase esta que pronuncian nuestros políticos lo menos cien veces al día.

No tenemos arreglo, me dije. Sobre todo cuando un insensato, ignorante, se atrevió a preguntar a mi lado haciendo gala de su asquerosa estulticia

¿Pero quien es Belén Esteban?

lunes, 4 de octubre de 2010

Los que son y los que faltan

Confieso que nunca he sido decidido entusiasta de los culebrones de la tele y que, en consecuencia, jamás he persistido día tras día en sentarme ante la pequeña pantalla para verlos. Con una excepción que debo declarar también para matizar la drástica afirmación anterior: “Amar con huevos revueltos”.

Desde sus comienzos en el siglo pasado me ganó esta serie de tarde. Desde la originalidad del planteamiento argumental hasta la imaginación de sus guionistas, el nivel interpretativo de sus actrices y actores y la eficacia de su dirección.

La portentosa facultad creativa de los autores de los guiones me ha venido empujando incluso a jugar con el futuro que podría aguardar a cada uno de los personajes cosa que sigo haciendo y en la que fracasaré irremisiblemente si al final no se demuestra que Restituto no fue el asesino por violencia de género de su mujer,la Casilda, portera del edificio elegante donde habita el desagradable franquista de don Andrés, de cuyos pormenores estarán debidamente informados los telespectadores como yo pendientes de tan trascendentes cuestiones.

Desde hace unos días he cambiado de preferencia. El culebrón anterior lo he sustituido por los espacios de los telediarios que describen los pormenores de la “Operación Malaya”, el mayor escándalo urbanístico de la democracia, para la que se coligen dos perspectivas: que se prolongue por lo menos un año y que, a los imputados presuntamente responsables, les caigan penas de muchos años de cárcel.

Sin embargo, este latrocinio no se hubiese producido de no haber existido
una Ley del Suelo que durante mucho tiempo ha sido utilizada torcidamente por las administraciones locales, que encontraban en las recalificaciones de terrenos municipales una suculenta fuente de ingresos. Y ahora viene el drama: continuamente alzan su voz quejosa Ayuntamientos al borde de la ruina que necesitan endeudarse para pagar las nóminas de las abultadas contrataciones de personal que, para atender favores, simpatías o adscripciones, llevaron a cabo en los tiempos de bonanza y a los que se remite a las oficinas de recaudación de impuestos de las Diputaciones.

Esto levanta un temor, un susto, una inquietud. El ciudadano medio se tienta la ropa. ¡Ni ricos ni vainas! Al final pagarán los de siempre mientras que los que permitieron la especulación inmobiliaria, traicionando su obligación de impedirla, siguen mirando para otro lado, tranquilos en la impunidad del sistema, para no sentarse igualmente en el banquillo.

¿Están los que son… o falta más de uno?

viernes, 1 de octubre de 2010

La importancia de la foto.

Yo no sería muy optimista en torno a la aceptación por el Ministerio de Cultura de las competencias de la Fiesta de los Toros. Me sobran palabras y me falta la foto.

¡Ah, la foto! En este Gobierno no funciona nada si no hay foto. No película, ni documental ni, mucho menos, grabaciones difundidas por los medios audiovisuales a las que temen como a una vara verde los concejales que se van de piqueteros informativos en las huelgas. La foto, la que se puede seleccionar, retocar y adaptar a modos y conveniencias.

Zapatero se lo dijo al rey de Marruecos. Su álbum está lleno de testimonios gráficos desde los que le muestran con Obama hasta los que le hacen compartir sonrisas con sindicalistas subvencionados. La política de gestos tan antigua y sutil como para ser cultivada por la Diplomacia vaticana, adquiere aquí caracteres tan sencillos como los del retrato del antiguo fotógrafo ambulante con las palomas de la Plaza de America.

Y en la reunión de la Ministra González Sinde con los toreros, no ha habido foto. Malo, malo.

Ni el Ministerio ha hecho cobertura gráfica o escrita de la reunión y ni la solicitud de los matadores de la sala de prensa del Ministerio para dar una rueda de prensa al término del encuentro fue atendida. Ponce leyó unas conclusiones… El Juli las ratificó con otras… Cayetano les puso punto final con unas palabras de esperanza. Y ni el Cid,ni Talavante, ni Perera, ni Morante fueron requeridos por los informadores para conocer su opinión (la Fiesta sigue pecando de centralismo madrileño).

De lo que dijeron los tres toreros que resumieron el encuentro, yo deduzco muchos condicionantes y una sola afirmación que me parece una obviedad.
Que el Ministerio de Cultura no está contra el toreo. Faltaría más.

Y además se ha producido algo muy significativo. Se va a crear una comisión. Creo que fue Napoleón el que dijo que si quieres que se haga algo encárgalo a una persona y si deseas que se prolongue sin solución alguna forma una comisión.

Aquí se ha formado la comisión… la Ministra ha huido de presencias y protagonismos y no ha dicho ni mu, que tratándose de los toros, era lo mínimo que podía hacer y los toreros han hecho aquello que hacen siempre los que no torean una temporada, pensar en que la siguiente será mejor.

Que Dios reparta suerte. Yo, mientras no vea la foto, no me lo pienso creer.