domingo, 17 de octubre de 2010

Menos mal que ha sido Urkullu.

El pacto del Gobierno y el PNV para salvar los Presupuestos de 2011, que también apoya Coalición Canaria, es un atentado en toda regla contra el interés general.

Esto, por lo menos, han dicho, de manera comedida y discreta, los políticos representantes de la que ellos mismos llaman oposición.Los estrategas de la calle se muestran agotados y a la ciudadanía, más proclive a sentirse preocupada por las desavenencias matrimoniales de la Esteban o los problemas con el fisco de la Pantoja, parece que la permanencia de España como nación le trae absolutamente al pairo.

Se ha negociado en Madrid entre el jefe del Ejecutivo y el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Iñigo Urkullu, puenteando olímpicamente al lendakari Patxi López que probablemente se ha enterado de las numerosas nuevas competencias que se transferirán a su Comunidad y de la liquidación de la denominación en español de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava mientras desayunaba café con churros en el bar de la esquina.

El chantaje nacionalista vuelve a elevarse hasta límites impensables y el presidente, con tal de seguir gobernando, no encuentra freno en ceder o malbaratar todo lo que le piden.

Cierto es que quienes le precedieron claudicaron también cuando carecían de mayoría absoluta en el Congreso. Pero nunca hasta llegar a estos extremos y en estas circunstancias.

Hay quien piensa que la decisión tendrá un coste letal para el presidente español. Que le permitirá mantenerse un año y medio más en La Moncloa, pero a cambio de un deterioro de sí mismo y de su Gobierno que harán mucho más estrepitoso su derrumbamiento final. No se.

Zapatero ha traicionado a su propio partido… ha humillado públicamente a su compañero Patxi López, presidente legítimo de los vascos, y ha inferido una puñalada trapera al gobierno que encabeza este político cumplidor obligado a sonreír tras haber recibido la bofetada.

Edurne Uriarte ha recogido en “Un líder sin escrúpulos” un comentario aparecido en un foro de Internet: “Zapatero cedería Andalucía a Bin Laden con tal de mantenerse en el poder”.

Podemos respirar tranquilos. El interlocutor ha sido Urkullu. La Giralda, la Alhambra y la Mezquita seguirán siendo españolas.

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