jueves, 28 de mayo de 2009

Del Camino

Nos pasa con el Rocío lo mismo que con los monumentos de nuestro entorno, que a fuerza de mirarlos llegamos a no verlos. El Rocío guarda un acervo poético que se hace terminología coloquial. Y no le damos importancia porque nuestros oídos se han habituado a él.

El Rocío es el camino. Y, para gran parte de los que lo hacen, la Raya real, topónimo que se ha multiplicado en letras de sevillanas y versos rocieros.

La Raya ,que sigue discurriendo entre pinos y eucaliptos, penosa y traicionera, con sus dunas esponjosas que dibujan la senda como caprichosas olas de arena, no es hoy el espacio que se introducía en los campos aledaños sin trabas ni prohibiciones. Es un sendero angosto que discurre entre alambradas y guarderías. Pero tal vez eso haya incrementado sus dificultades y el atractivo misterioso y masoquista al que se enfrentan los rocieros.

Algunas hermandades cruzan la Raya como si desfilasen por la calle Sierpes de Sevilla, por la calle Larios de Málaga o por la calle Concepción de Huelva. Otras lo hacen entre silencios y timoratos pañuelos en las bocas para proteger la respiración del aire a menudo empolvado.
Los animales también suelen comportarse con esas posturas. Y hasta alguna yunta de bueyes puede llegar a negarse a seguir andando.

Los romeros no se angustian ante esas dificultades. Saben de sobras que si un remolque, e incluso hasta un tractor se queda aprisionado en los arenales, siempre acudirá presuroso otro a sacarle del atolladero y que si un par de bueyes se niega a continuar, la fórmula será la que aconsejaron los boyeros antiguos: poner delante otros dos animales emparejados que sigan andando.

Pero aquí entra ese lirismo que impregna el lenguaje llenándolo de belleza.
Las frías descripciones mecánicas son desbordadas por la suavidad arrolladora de las palabras perfumadas de aire marismeño.

Por eso, si ante el verde decorado de la arboleda por la que se filtran los rayos de sol, desfilan, una tras otra, dos carretas simpecados, se deduce que la primera está sirviendo de madrina a la segunda.

Hermoso término: Ir de madrina que llena de poesía expresiva lo que en la práctica no es otra cosa que ir remolcando a la carreta de la que no quieren tirar sus bueyes.

martes, 26 de mayo de 2009

El Rocío por Villamanrique

Desde el martes hasta el viernes anteriores al domingo de Pentecostés todas las hermandades rocieras que cruzan la Raya Real pasan por Villamanrique de la Condesa y saludan y rinden tributo a la más antigua cuya Junta de Gobierno las espera, formada con banderines y varas, delante de la Iglesia parroquial del pueblo en cuyo interior se muestra,resevado en un expositor de cristal, el Simpecado más antiguo que acudió a la romería desde que éste fuese analizado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, acreditando su autenticidad.

Almonte no pudo llamarse nunca hermandad más antigua porque antes que ella existió Villamanrique y esto es historia pura y dura que no puede alterarse caprichosamente.Por eso acuñó el término de “matriz”.

Hace unos años que este luminoso desfile fue distinguido como Fiesta de Interés Turístico y congrega en la población un gran número de visitantes ansiosos de contemplar uno de los espectáculos de mayor pureza rociera.

Para alcanzar la puerta de la Iglesia hay que subir empinados escalones que llevan a los porches y como la antigua Murex, hoy Villamanrique, ha sido siempre patria chica de buenos boyeros y excelentes carreteros, los que llegan desean mostrar sus habilidades ante ellos, de forma que casi todos intentan que sus bueyes o mulos escalen esa altura originando así competiciones de intensa emoción siempre coronadas por la Salve a la Virgen.

Villamanrique te espera

si estás buscando el primor

de una flauta y un tambor

con cadencia rociera.

De allí salió la primera.

Por eso dicen con brío,

los hombres en desafío

y las hembras de palique

que empieza en Villamanrique

el verdadero Rocío.

domingo, 24 de mayo de 2009

El Rocío de la crisis.

Me fui al Rocío tras haber leído que ya las primeras hermandades se han puesto en camino y antes de que invadan los míos habituales con ese contraste de civilizaciones que supone situar en la red viaria del permiso de rodar a cien o ciento veinte las carretas que arrastran lentamente los bueyes cansinos.

Esperaba encontrar las típicas escenas de las vísperas con las afanosas mujeres de los pueblos con el moño protegido por plásticos y la ropilla de faena, encalando fachadas y los muchachos de los todoterrenos trasladando viandas para el consumo de la fiesta. Pero me equivoqué. La aldea se hallaba insólitamente tranquila. A pesar del fin de semana y de la proximidad de Pentecostés nada o poco hacían presagiar el nerviosismo de los días. Rocieros devotos, en el Santuario, sí. Nunca faltan. Pero también veladores desocupados en las terrazas de los bares y un dato revelador: la ausencia de obstáculos para llegar a la cercanía del templo con cualquier vehículo.Nada de vallas ni de prohibiciones, ni de almonteños convertidos en ocasionales regidores del tráfico, asomándose por la ventanilla con instrucciones rigurosas.

Claro que los huecos en los espacios destinados al aparcamiento y los abundantes rostros aburridos de los encargados de los bares y otros establecimientos de bebidas contrastaban con lo anterior.

En tal situación, consideré lógico que, apenas tomé asiento en una mesita para saborear una cerveza, acudieran a mí tres serviciales camareros dispuestos a la atención al cliente aunque solicitase un modesto tubito cervecero con una aceituna, lo cual distaba mucho de ocasiones pasadas cuando cualquier dependiente se dirigía apresurado a ti, tuteándote de entrada, tirando sobre la mesa la carta y saludándote como si te hiciera el favor de acudir a tu requerimiento y tu fueras un antiguo compañero suyo de colegio con el que nunca se llevó bien.

La verdad es que a la crisis, me dije, como reflexión apresurada, hay que verle su lado bueno. Pero también aquí cometí un error. Antes llegabas a la Aldea y,si sonaba un altavoz, te deleitabas con los Hermanos Reyes, con los Marismeños, Los de la Trocha o con otro conjunto de los que engrandecían las sevillanas romeras y recordabas con el Pali que

En el pozo de Lopa,Carmela
tu te peinabas.
y a la Misa de Alba,Carmela,
tarde llegabas,
o

El Rocío es irse en Mayo
por las marismas en flor
con carretas y caballos
con la flauta y el tambor.

que no me acuerdo quien interpretaba ,o eso de Santiago y Hurtado que cantaban los Amigos de Gines

Todo se va terminando
como un sueño que se aleja;
pero la Blanca Paloma
en mi corazón se queda.

Esto es antigualla pura. Pasado arrugado y decrépito. Las sevillanas de hoy discurren en paralelo con la problemática actual y la voz conturbada de una mujer me lo demostró con un estribillo que decía:

No me riñas, no me riñas..
Que pueden enterarse
nuestra cuatro niñas…

que me hizo aguzar el oído. ¿Qué era aquello? ¿El principio serio de una desavenencia matrimonial que acabaría en divorcio?... ¿Y qué iba a ser de esas pobres chiquillas que ya ni irían al Rocío, ni se vestirían de flamenca ni nada ?

El dueño del establecimiento cortó el sonido y yo me quedé muy preocupado. ¿Alguien puede decirme cómo terminó aquello?

viernes, 22 de mayo de 2009

Morante enloquece a Madrid.

Un soneto le dedique a José Antonio Morante de la Puebla que figura en mi poemario “Balconcillo de sol”, librito de versos taurinos publicado por la Editorial Rosa Libros (Sevilla 2006) que finaliza con estos dos tercetos:

Figuras de tu estilo hay muy pocas:
Que Mozart y Van Gogh no menudean.
Por eso van las gentes como locas

y esperan de tus hados, quienes sean,
que escuchen los olés que,de sus bocas,
te lanzan cuando bajan y torean.

Ayer Morante convirtió en animada escena estas palabras, plasmando sobre la arena de la Plaza de Toros de las Ventas la obra magistral de un toreo inspirado y exquisito que ratifica la inclusión indudable de la Fiesta Nacional en el catálogo de las bellas artes.

Y lo hizo ante un público arrobado que abarrotaba tendidos, gradas y andanadas y en el que abundaban numerosos rostros conocidos de pintores, escritores, músicos, comunicadores de prensa, radio y televisión, interpretes internacionales de la pantalla y otros muchos artistas e intelectuales diversos, junto a ese público madrileño, exigente, por buen aficionado, que, ante tal catarata de plasticidad y creatividad taurina, supo disculpar bondadosamente la repetición de algunos de los males reiterados tarde tras tarde por los animales que salen de los chiqueros.

Un transfigurado Morante, intérprete de la magia de unos hados desconocidos, fue escribiendo en lentos renglones de capote y muleta, la más arrebatadora partitura de un Mozart redivivo y trazando con los colores de su paleta de percal y seda una obra nueva del postimpresionismo tan sugestiva como “Los girasoles”.

Ahí queda eso. A ver quien lo mejora. La tarde de ayer ya es historia. La luz cegadora del toreo de José Antonio rebajó con los reflejos de su intensidad todo lo complementario que sucediera en el Coso Venteño. Los hados bajaron desde el cielo de Madrid para que el Maestro de la Puebla concibiese y ejecutase una obra barroca digna de figurar en los más reputados museos de esta Europa culta a la que todos pertenecemos.

jueves, 21 de mayo de 2009

Qué fuerte lo de la Bibi.

Se ha pasado tres pueblos. ¿Qué digo tres?... Se ha pasado todos los pueblos del Plan Romero, alineados uno tras otro con sus carretas de bueyes, sus tractores, sus remolques, su caballería y sus carriolas.

¡Adelante la caballería de la Hermandad de Huevar!, gritaba por los altavoces la voz antigua del locutor almonteño que iba dando paso a las distintas Hermandades en la presentación del Sábado ante el Santuario de la Blanca Paloma.

¡Adelante la caballería de la Bibi! .Le habrá instado su jefe el de las cejas circunflejas para que dejen de pensar en sus embrollos. Y la Bibi se ha lanzado…¿cómo que se ha lanzado?... Se ha zambullido en el Océano de la incredulidad, de la estulticia y de la provocación.

La señora Aido… ha ido y no ha vuelto.No puede volver de ese viaje sin retorno en el que su clamorosa ignorancia, solo pareja a su osadía, la ha situado en los límites de lo permisible.

“El feto es un ser vivo, pero no humano”.Ha afirmado doña Bibiana en una entrevista radiofónica. O sea que, aplicando correctamente sus palabras, cada aborto supone la eliminación de un ser vivo. Hasta ahí, completamente de acuerdo. Pero esas manitas crispadas, amputadas, que se contemplan con estremecimiento en las fotos de los abortados ¿a qué ser corresponden?... ¿a un alienígena?

Pienso que todas las mujeres que están y que estuvieron en los distintos gobiernos centrales y autonómicos de la Democracia se han debido sentir ofendidas por las aseveraciones de esta ministra que sitúa la preparación de la mujer en cotas bajísimas.

Y que la Bibi, cuando cese en el Ejecutivo, cosa que no debe demorarse ni un segundo más, debería consagrarse a escribir un libro sobre su teoría.

¿Seremos un extraterrestre cuando crecemos en el seno de nuestra madre antes de ver la luz?...

martes, 19 de mayo de 2009

Carritos.

Sin advertirlo volvemos a un primitivismo impuesto por las exigencias de la vida actual. Si nuestros lejanos antepasados se trasladaban de caverna en caverna en unión gregaria de los componentes de su tribu arrastrando sus pertenencias colgadas de la cintura, nuestros contemporáneos van y vienen hablando por el móvil y tirando de un carrito. El móvil es fruto maduro de los adelantos tecnológicos. El carrito, tan antiguo como el paraguas, no es más que la adaptación contemporánea del hábito primitivo.

Del carrito tira el oficial azul con las barras doradas de su graduación como comandante de aeronaves que nos muestra la publicidad de la compañía aérea que aparece en la tele. Del carrito tira el ama de casa a la que entrevistan para que nos diga en que medida le afecta la malquerida crisis desde que sacó definitivamente la cabeza, ante la impotencia de los gobernantes responsables, desbordados frente a su resistencia a ser encubierta con el disimulo de los sinónimos. Y del carrito tira también el chiquillo que camina hacia la “guarde” o “el cole” y empieza su currículo vital aceptando su utilización como mal menor ante la perspectiva de sustituirlo por la mochila que amenaza encorvarle.

En ese carrito infantil va de todo. Por supuesto sus libros, sus cuadernos, sus lápices…pero también el calor de su hogar del que le han desgajado y al que tal vez encuentre frío y solitario cuando regrese a él. Las estadísticas vienen poniendo de manifiesto que cada vez son más los niños que llegan a casa antes que sus padres a los que ven mucho después porque sus horarios de trabajo y la distancia desde los mismos a sus domicilios superan los de sus hijos en edad escolar.

Cada vez se quedan más solos y, por tanto, más desprotegidos y, lo que es mucho peor, resultan más vulnerables. Tanto que, en los últimos tiempos, se ha advertido la aparición de delincuentes especializados en el robo de identidad.

Los ladrones de identidad no conocen límites y van generalmente por los grupos más vulnerables: los niños.

Los hijos son un blanco atractivo para estos usurpadores porque pueden pasar varios años antes de que la estafa sea descubierta.

Por eso, los padres deben tomar medidas para proteger la información confidencial de sus niños. Esto implica no dejarlos portar documentos de identidad –salvo la credencial de la escuela– y advertirles de que si usan internet no deben divulgar datos privados.

Un indicio de que el menor es víctima de este delito es que tenga un informe de crédito negativo. Los menores de edad generalmente no lo tienen porque aun no han decidido adquirir un piso y solicitar de un banco una hipoteca o un crédito, pero lo comprobarán con sorpresa cuando lleguen a ese momento.

… si es que el momento llega porque ahora se columbra tan lejano que no se ve.

domingo, 17 de mayo de 2009

Toros, medios toros y parodias de toros.

El equipo médico de la enfermería de la plaza de las Ventas se está ganado el sueldo este año. Seis toreros han ido para el quirófano en la primera decena de festejos celebrados en la Feria de San Isidro: Abellán, Gimeno Mora, Iván Fandiño,Bolívar, Rafael Cuesta y Antonio Ferrera. Cuatro matadores y dos banderilleros.

Esto no quiere decir que los heridos se muevan entre los vaivenes de las torpezas.Son hombres preparados y dispuestos que consagran al ejercicio de esa hermosa profesión que es la de ser torero todos sus esfuerzos durante el año. Y la tienen aprendida con demostraciones fehacientes a lo largo de sus trayectorias.

Tampoco supone que exista un maleficio ya relegado a las películas de terror, pero desterrado de la sociedad inteligente del ordenador y el teléfono móvil.

La explicación es muy sencilla.El toreo, el auténtico toreo, sigue siendo una profesión de alto riesgo cuando sale por los chiqueros el verdadero toro. Y deja de serlo cuando en los corrales se reúne una piara de animales con cuernos, hijos del fraude y la especulación.

Mientras en Madrid ese animal irrepetible que es el toro bravo hace honor a su especie y aparece sobre la arena despertando miedos taladrando tableros con sus cuernos afilados que permanecen indemnes, en Jerez, por ejemplo, cuya Feria del caballo coincide con la madrileña, se lidian cornúpetas que en la afortunada expresión de Carlos Crivell, no pueden ser calificados de otra forma que de miserables. O sea, míseros, menguados, deplorables y, al final, desdichados como la fiesta misma que, con estos atentados a su pureza, se resiente disparando todas las alarmas.

Criticable puede ser el público madrileño, con amplios sectores teñidos por los titubeos y la vacilaciones de la ignorancia y con algún otro imbuido de ridículo protagonismo que alcanza hasta el límite de la insensibilidad de no valorar en su justa medida el esfuerzo y la entrega de un torero, Bolívar, capaz de volver a hacer el paseíllo con una herida abierta, fruto de una cogida en una tarde anterior.Pero también existen los tribunales de la sapiencia asentados en la afición auténtica y la sensatez. Y estos son los que imponen su criterio en las decisiones que marcan el rumbo de la que quiere seguir siendo llamada primera plaza del mundo.

Por eso en Madrid sale el toro. Y por eso tienen tanto peso las orejas cortadas en Madrid. (Sí. Ya se. Que me estoy olvidando de la que le regalaron a Tejela en la novena corrida. Un sector la protestó. Y la excepción confirma la regla).Y muchos de los espadas mediáticos del momento lo piensa mucho antes de ser anunciados en las Ventas.

Entre toros, medios toros y parodias taurinas nos movemos en la órbita actual del planeta de Tauro. Pero cuando las enfermerías se abren (y hay alguna que todavía permanece sin estrenar con una cornada seria) es porque el verdadero cornúpeta de lidia, redivivo desde las páginas de “La Lidia”, ha vuelto a saltar a la arena.

Ah. Y si este sale y los quirófanos permanecen apagados, mucho, muchísimo, mejor.

viernes, 15 de mayo de 2009

Sangre y oro en Las Ventas.

La fiesta de los toros en su dimensión perfecta. Un torero de plata, herido de gravedad con una cornada fuerte en un muslo y un espada que pisa fuerte, en hombros por la Puerta grande. Y los dos de Sevilla. El primero, Rafael Cuesta, de familia sevillana, sobrino de Julio Cuesta, el director de la Fundación Cruz Campo.El segundo,Sebastián Castella, de padre francés y madre polaca, pero crecido en el Aljarafe,al calor de la familia Campuzano y con casa en el centro de la ciudad.

Una corrida para el recuerdo. A Rafael le dio la cornada el viento que le movió el capote y el cuarto de la tarde, segundo de Morante, en cuya cuadrilla figura, se le metió por debajo, con el empuje en la embestida y la falta de fijeza de su presencia reciente sobre la arena. A Castella, le acercó el triunfo su preparación, sus ganas, su valor y el público de Madrid que vivió, como protagonista desde los tendidos, su emocionante faena al quinto del festejo que era manso y encastado, pero tomaba bien el engaño.

Sebastián lo entendió desde los primeros compases.Aguantó parones y tornillazos.Le bajó la mano y lo llevó en pases largos y profundos aceptados por su enemigo con nobleza. Había cortado una oreja en su primero. Volvió a cortarla en éste y consiguió la primera Puerta Grande de la temporada madrileña.

¡Ay si Morante llega a tener suerte en el sorteo!.Le tocaron los dos peores.Los más descastados y deslucidos.Pero se mostró seguro y dispuesto en ambos, muy por encima de ellos.

No quiere reconocerlo, pero está en su mejor momento.Si llega a tener material, forma un lío.

Talavante también figuraba en el cartel. Y los toros eran de Garcigrande.

Canal Plus hace de las capitales y los pueblos de España un inmenso foro táurico cada tarde. Transmite en directo la corrida y la repite después por la noche. La de hoy me la he visto dos veces. Y lo bueno es que nadie ha protestado en mi casa.

Y es que cuando torea Talavante…

miércoles, 13 de mayo de 2009

De Carcaño a Caamaño sigue el daño.

Es una rima triste, pero verdadera. Como un estribillo de ciego para cantar con el cartelón de las viñetas del crimen y el puntero por mesones y posadas El recién nombrado ministro de justicia ha cometido la inoportunidad de meterse en él. Ya aparece dibujado, todo barba tupida y escondida sonrisa, en la última escena. O en la penúltima o antepenúltima, quien sabe.

Ha dicho el ministro, como por desgracia se ha divulgado con profusión, que defiende el derecho a mentir de los imputados por el crimen de Marta del Castillo y ha aclarado su rechazo a la utilización de medidas que endurezcan los interrogatorios.

Así, como lo leen. No se ha dirigido a la doliente familia de la chiquilla asesinada y desaparecida. No les ha aconsejado sobre los pasos que pueden dar ahora y las gestiones que puedan emprender. Ha recordado al asesino confeso y a los miembros de su cuadrilla siniestra que tienen derecho a seguir mintiendo.

Al ministro le traiciona su subconsciente cuando se justifica diciendo que a nadie le gustaría hallarse en el papel de los acusados y ser presionados hasta el límite, en lo que, de partida, podemos estar de acuerdo porque todo el sistema se fundamenta en el principio de la presunción de inocencia, sin que ello impida la formulación de una pregunta: ¿porqué tiende a meterse en la piel de los verdugos y no en la de las víctimas?...

Ignoro cuales son los sistemas que utilizan nuestros Cuerpos de Seguridad del Estado para interrogar a los detenidos y tratar de obtener de ellos la descripción verdadera de un hecho delictivo. Supongo que estarán basados en la aplicación científica de la psicología y que disponen para ello de un tiempo limitado que se alarga hasta el momento en que, por imperativo del ordenamiento jurídico, los acusados pasan a disposición judicial. A partir de ahí, entiendo que son los jueces los encargados de hacer preguntas.

Desconozco, por tanto, si los policías y los jueces se han sentado para ejercer sus funciones en los bancos de alguna Facultad de Psicología y si estos últimos disponen de la tenacidad que se les atribuye a los servidores del Orden Público para acometer pacientemente una formulación repetida de las mismas interrogantes con distintas palabras hasta que los presuntos se derrumban y empiezan a entonar “La Traviata”.

Ahora temo, tras haber leído a Caamaño si, según su manera de interpretar lo legislado, esto es “presionar hasta el límite” porque en ese caso estamos perdidos.

El Juez decano de Sevilla ha escrito (·) que “la sociedad española no valora suficientemente a los jueces y magistrados y así lo plasman las encuestas” afirmando, además, que “los jueces españoles trabajan mucho y muy bien, pese a las carencias por todos conocidas”… Pues, señoría, al lío: caminando, que es gerundio. “Obras son amores y no buenas razones”.
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(.) “La Razón” 11 de mayo de 2009.

lunes, 11 de mayo de 2009

La Iglesia y el sida

Abro el correo en el ordenador y me encuentro con un artículo de Luis María Ansón que me envía desde Ciudad Real mi amigo Juan Carlos Naranjo.
Había pensado dedicar este espacio a otro tema menos serio. Creo que debo dejarlo para otro día. Esta lúcida reflexión del maestro de periodistas bien merece la mínima ampliación que puede encontrar reproduciéndola aquí.

"Allí donde hay un hospital dedicado al sida, lo mismo en África que en
Asia o Iberoamérica, también en Europa, son monjas y curas católicos
los que están a pie de cama para atender a los enfermos. He recorrido
en trabajo profesional más de cien países. En las leproserías de todo
el mundo, en los asilos de ancianos terminales, en los hospitales para
enfermos infecciosos, sólo se encuentra uno con misioneras y
misioneros católicos. Esa es la escueta verdad. Nunca me he tropezado
en esos lugares con un comunista militante, con uno de esos
manifestantes que vociferan contra la Iglesia. Los misioneros y
misioneras permanecen al margen de las pancartas y los sermones
políticos. Derraman su amor sobre los leprosos, los sidosos, los
enfermos terminales, los ancianos sin techo, los desfavorecidos y
desamparados.

Aún más, todos los profesionales del periodismo sabemos que cuando
estalla una tragedia del tipo que sea en el tercer mundo,
encontraremos información certera en la misionera o el misionero
españoles, que ejercen su ministerio en los lugares más
miserables.Nunca fallan, esa es la realidad.

José Luis Rodríguez Zapatero, para dar una lección a la Iglesia
Católica, ha decidido obsequiar a África con un millón de
preservativos pagados a través de los impuestos con los que sangra a
los ciudadanos españoles. ¿A cuántos militantes del PSOE, encabezados
por Bibiana Aído, va a enviar para que se instalen durante diez años
en los hospitales especializados en sida, para que convivan con los
enfermos, les atiendan, les den de comer, les limpien, les acompañen?.
El Papa ha instalado en el África enferma a muchos millares de monjas
y curas, de misioneros y misioneras. Obras son amores. Esa es la
diferencia entre los que vociferan y los que derraman cariño y
atenciones.

Conocí en enero de 1967, cuando carecía de la celebridad que adquirió
posteriormente, a Teresa de Calcuta.. Pasé un día con ella visitando
sus hangares para enfermos terminales. Escuché con atención lo que me
decía. Fue una lección de quién sabía mejor que nadie en qué consisten
las tierras duras del hambre, el mundo de los desfavorecidos
profundos. Supe que estaba hablando con una santa. Y así lo escribí.
Pues bien, en el cuerno africano, en las ciudades estercoleros de
África, en los pueblos escombreras de Asia, en las favelas brasileñas
o en las villamiserias peruanas, trabajan para los más pobres, para
los más desfavorecidos, millares y millares de teresitas de Calcuta.

El Papa cree que la mejor forma de combatir el sida en África es la
monogamia y la fidelidad. No ha tenido en cuenta lo estupendas que
están las negritas y lo difícil que tiene que ser, ante el espectáculo
de tanta belleza y atractivo, que los negros politeístas y polígamos
practiquen la virtud de la monogamia. Pero ironías aparte, quienes
combaten el sida en África, quienes atienden a los enfermos son las
misioneras, los misioneros católicos. Escuché en una tertulia de radio
a un simpático homosexual cebarse con el Papa y despotricar contra la
Iglesia. Se me ocurrió aclararle: «Dicen que el sida está
especialmente extendido entre los homosexuales aunque afecte ya a los
heterosexuales. Seguro que tú nunca te pondrás enfermo. Pero ten por
seguro que, si así fuera, quien te atenderá con amor y dedicación en
el hospital será una monja católica». Se quedó callado como una puta
el simpático gay y los tertulianos se apresuraron a cambiar de tema."

sábado, 9 de mayo de 2009

El tren para el trabajo y el descanso

Cada vez que voy a Jaén me reencuentro con la Renfe. Una organización de red ferroviaria que avanza por días no con el desplazamiento renqueante de los antiguos ferrocarriles tan apropiados a sainetes y escenas costumbristas, sino con los adelantos adecuados a una empresa pública de servicio al viajero.

Si los trenes son usados cada vez más por esa generación joven que estudia, trabaja y se esfuerza y nos hace recuperar la confianza en el futuro de la juventud olvidando botellonas y desmanes, es por algo. Y si, además, cada vez que nos subimos a un vagón encontramos a no pocos turistas, de poca edad igualmente, habituados a la utilización diaria de las vías férreas para sus desplazamientos de ocio o turismo, nos confirma lo anterior.

El tren para el trabajo y el descanso. Y para ir a Jaén a presentar al pregonero del Rocío que en este caso es pregonera, se llama Maruja Vilches y resulta de sobras conocida en los ambientes cofrades por su creciente actividad dentro de los mismos y su reciente nombramiento como delegada de las Hermandades Sacramentales en el actual Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

Tres horas tarda una combinación de modernos vagones en clase turista denominada Andalucía Expres que salva el tendido férreo entre la histórica Híspalis y la Ciudad del Santo Rostro con tres posibilidades horarias cada día para la ida y las mismas para la vuelta.

Los billetes pueden obtenerse accediendo a la página web y, con la tarjeta dorada, a la que tienen derecho todos los mayores, cuestan diez euros con ochenta por cada itinerario y viajero… o viajera (mis saludos para Bibiana). ¡Ah! Y, además, ya no hay que hacer trasbordo en Espeluy. ¿Quién da más?

Nada, amigos, que hay que viajar. Por RENFE, desde luego. Y si se dispone de alguna excusa para ir a Jaén, mejor.

jueves, 7 de mayo de 2009

En recuerdo de Carlos Hermoso

Hoy tiene lugar en la Fundación Cruz Campo la presentación del libro “Toda una vida” que es una magnífica antología, realizada por Vicente Fonseca,de la obra poética de Carlos Hermoso Asquerino, más conocido como integrante del grupo musical “Los HH” que falleció recientemente.

Catorce momentos distintos han previsto los organizadores de este acto que no han querido dejar nada a la improvisación.Con nueve o diez intervinientes, un recitado de poemas y una actuación musical.

Sin poder evitarlo se ha proyectado en mi recuerdo la secuencia larga de mi relación con el músico y poeta desaparecido,desde sus comienzos cuando era la tercera parte de ese trío excepcional que yo empecé a presentar en el estudio “cara al público” dentro del programa “Pequeña Fiesta” en aquella Radio Nacional de la calle San Pedro Mártir.

Si la permanencia se consigue plantando un árbol, engendrando un hijo o escribiendo un libro, es en las páginas impresas donde puede obtenerse el mayor reflejo de la personalidad. El árbol será el recuerdo de una acción. El hijo puede parecerse al padre, pero tal vez lejanamente. El libro suele llegar a ser ese estanque de aguas cristalinas y quietas en las que perennemente se refleja el rostro de su autor.

Y esto es lo que sucede en las líneas apretadas del que se presenta en este acto.
En “Toda una vida” está Carlos con su apasionamiento por las cosas grandes y pequeñas, con su romanticismo persistente, con su extroversión… y con su valentía para encarar las interrogantes de la existencia.

Así abre sin tapujos la puerta de su curiosidad metafísica cuando pregunta:
Me gustaria saber
Donde están los límites de la distancia
De que está hecha el alma
Cómo se escriben los susurros
Y por que hay sal en las lágrimas (Pág. 100)

Y expone abiertamente sus quijotescos propósitos cuando confiesa que…
Pretendo acabar con la guerra
Enterrar la mentira
Y desnudar a los políticos
Para dejarlos sin bolsillos
Donde ocultar
El producto de la malversación
De los caudales del alma.

Pero todo eso no lo dice con la desnudez seca y agresiva de las palabras escuetas, sino acudiendo siempre a la musicalidad del verso y al embrujo de las metáforas.

He espigado en las 358 páginas de que consta la obra para recoger las muestras que anteceden. Y para demostrar que el libro es un auténtico regalo para los amantes de la poesía.

martes, 5 de mayo de 2009

Mamás apresuradas y maridos en chándal.

Se acabó la feria y volvemos a la normalidad. Si es que puede ser calificada de normal la alteración de cada día. Las mamás apresuradas tornan al trabajo y los maridos en paro a sus obligaciones caseras, antes compartidas.

La feria es un paréntesis en el que lo cotidiano se quiere aparcar no siempre con éxito. Aunque desde que se deja de sucumbir a la tentación del turrón y los polvorones se fija la mirada inevitablemente en las fiestas de la Primavera. Y en ellas descansa la mayor actividad de eso que los economistas denominan como sector terciario que, paradójicamente, es el primario en la economía de la ciudad.

Desde ahora hasta el sopor veraniego permanece la larga estela de los recuerdos feriales que en el mundo taurino cristaliza en premios y reuniones de jurados para concederlos y en los ambientes teñidos de religiosidad festiva en la proyección de las Marismas de Almonte que ya empiezan a prepararse esperando la oleada de los romeros.

Pero el Rocio ya no es festividad de una sola población, sino de toda Andalucia y especialmente del rincón que conforman tres capitales: Huelva,Cadiz y Sevilla.

Podemos entrar en la semana de los pregones que amenizan la gaita y el tamboril y en los que quienes nunca se atrevieron a hacer uso de la palabra en público desgranarán sensaciones y experiencias romeras. Pero ya serán actos reducidos, localizados y reservados a una cierta audiencia de adictos y entusiastas.

La Feria que se fue nos devuelve a las mamás apresuradas y a sus maridos en chándal que no se sientan a ver la tele cuando se quedan solos a causa de que les urge la visita al supermercado y el arreglo del hogar, y, sobretodo, porque en la pequeña pantalla les espera ese señor tan sesudo que avisa de que el paro aumenta y ha superado ya con creces los tres millones.

domingo, 3 de mayo de 2009

La Feria de los cuarenta.

Pasaban muchas niñas,
riá, riá,pitá…
para la Feria.
Pisadas con volantes
y risas frescas.
La Feria no tenía
muchas casetas;
Ni estaba,ay,tan lejos,
ni era tan densa.
Era fiesta de pueblo,
pequeña fiesta,
riá,ria,pitá,
y más coqueta.
Igual era un tranvía,
real la puerta
de la vieja muralla
que nombre diera
-abuelo generoso
para sus nietas-
al que todos usaban
con ida y vuelta.
La Feria se acercaba
a la floresta
del parque más umbroso
que nadie viera,
riá,pìtá,riá
y,por parejas,
allí ponían las niñas
sus flores tiernas.
¡Qué feria tan distinta
aquella feria!
La feria de los pobres
años cuarenta.
Carteles de corridas
para tres fechas
-Urquijo,Villamarta,
Miura en ellas-
que lidian Manolete
y Arruza, estrellas
del táurico universo
donde flamean
aquel Pepe Luis Vázquez
que aun se recuerda,
Antonio Bienvenida
y el rubio Ortega.
La feria sin los toros
nunca fue feria.
Y llegan desde el campo
hasta una venta
con aires de marisma,
la de Antequera,
paradas de cabestros
donde manejan
-cencerros con el eco
de las dehesas-
los toros que mañana
verán la arena.
Riá,riá,pitá…
de lejos suena
el baile de las niñas
en las casetas.
Y en la plaza a un torero
que hace faena
riá pitá le diceManuel Tejera.
...
(Entre apuntes de la Feria de abril,ya en mayo,que hoy termina, me he encontrado con este poemilla que escribí para un libro que ya veré si doy a la luz. Lo adelanto ahora.)

viernes, 1 de mayo de 2009

Rafael Belmonte y la caseta de Er 77.

Cada año, en la Feria, me acuerdo de Er 77, la irrepetible peña que llenó toda una época del incomparable festejo sevillano con sus genialidades de la gracia más disparatada y original.

Y me acuerdo también de Rafael Belmonte, el médico escritor, hermano de Juan, el Monstruo de Triana, revolucionario del toreo, cuando recibió el encargo de confeccionar el libro anual que incluía publicidad en las páginas impares con cuyos ingresos atendían los gastos de montaje.

He aquí una muestra recogida de la edición de 1955 y dedicada a los Embutidos La Parchite de Ronda:

Adivina, adivinanza:
¡A ver si usted lo adivina!
¿Lo mejor de una matanza?
¡La chacina!
Sí, señor, eso es lo justo.
Pero ninguna compite
En calidad y buen gusto
Con... ¡Chacinas La Parchite!
Que el chorizo o el jamón
El lomo o el salchichón
que elabora La Parchite
ya lo dijo Salomón:
El que lo prueba, repite.
Por la gloria de Cotón.

De las más de cien páginas del libro, las que contenían mensajes de texto aparecían redactadas de modo similar merced a la fecunda imaginación y portentosa facilidad versificadora del médico escritor que solía firmar estos poemas, como otros consagrados a la caseta o a las actividades de la peña, con seudónimos igualmente destinados a provocar la risa.

He aquí como nueva demostración las letras de sevillanas que en aquella ciudad de las restricciones eléctricas, publicó sobre el pozo del moyate, inédito pozo ferial que daba vino, seguido de su firma adecuada:

El agua de este pozo
Tiene una guasa:
Quien la bebe, “curdela”
llega a su casa.
¡Ven a beberla,
pues de blanco o de tinto
puedes cogerla!
Con el agua del pozo
no hay apagones:
Se está siempre “alumbrao”.
Sin restricciones.
¡Y no te importe,
que estos “kilos de vatio”
no hay quien los corte!

“Don Aguapito Pantano”


Pero Belmonte no se quedaba en eso. El ejercicio de la medicina como analista lo completaba con tres aficiones: los toros, el cante flamenco del que llegó a ser conocedor profundo y uno de sus más incansables divulgadores introduciéndolo en las aulas universitarias y la lectura que completaba con una actividad literaria no reducida a la creación de versos sencillos sino multiplicada en guiones de radio y escritos diversos.
Su formación y su sensibilidad le pedían cotas más altas. Rafael describía la saeta recitando, húmedos los ojos, como si rezara:

Flamenco y hondo rosario
de coplas martirizadas
que envuelta en sombras moradas
se quiebra al pie del Calvario.
Grito de fe, relicario
donde se guarda una flor
que, en angustiado clamor,
reverente se deshoja
para que así lo recoja
en su cruz, el Redentor.

Hombre bueno y cabal, no llegó a cobrar un solo céntimo por sus servicios y la de su clínica ni a un torero, ni a un artista, ni a un flamenco, incluidas sus familias, hasta el punto de que muchos días decía sonriente al término de la jornada “hoy no hemos hecho ni un duro en taquilla”