viernes, 26 de abril de 2013

ADIOS CAFE

Saimaza se va otra vez. Ya  había abandonado su rincón de la calle Goyeneta que identificaba desde lejos con los efluvios de un oloroso moka. Ahora deja sus instalaciones de Dos Hermanas para trasladarse a Italia.
Me pregunto por qué. Estas empresas tienen la mirada libre de sentimentalismos y están presas, muy al contrario, por la frialdad pragmatica de la multinacionalidad.

¿Qué razón existe para este traslado?... Ignoro si los llamados a poner los medios para resolver el terrible problema del paro se hacen la misma pregunta.

Ahora bien deduzco que ni los políticos ni los sindicalistas que cobran de la cosa pública están suficientemente dotados para otra actividad que no sea buscar argumentos para echar la culpa a los demás.

¿Qué encuentra Saimaza en su nuevo emplazamiento que no le hayamos ofrecido aquí?  ¿Qué es lo que le empuja a marcharse?

No hallo más que palabras endebles y justificaciones vacias.

Con lo fácil que sería abordar cara a cara una respuesta coherente.

domingo, 21 de abril de 2013

Mucho se muere en el alma

...cuando un amigo se va.

Me atrevo a modificar un poco la letra de las hermosas sevillanas porque me lo pide el corazón. Manolo Yruela, tan amigo de tantos cofrades como entrañablemente mío, nos ha dejado en plena Feria de Abril,cuando su sonrisa amable, encendida siempre. debía estar en la Caseta del Ayuntamiento, representando ad honoren a ese Consejo de Cofradías en el que las Hermandades del Lunes Santo lo incluyeron en repetidas ocasiones.

Mala fecha para morirse cuando la ciudad se abre al mundo con el mensaje arrollador de la paz, la alegría y la concordia de su inimitable cita abrileña. Manolo era cultivador insistente de estas virtudes. Desde su periscopio, encaramado tras el mostrador de su relojería en la plaza de San Francisco, atisbaba la realidad del acontecer ciudadano, pero sobre todo el de sus hermandades y cofradías en las que por propios merecimientos había alcanzado un indudable prestigio.

Todos mis libros cofrades contienen numerosas sugerencias y aportaciones valiosas debidas a su experiencia y sabiduría. El era paciente y, en ocasiones, hasta sufrido lector de mis escritos. Y a él debo su ejemplo de sevillanía y el testimonio jamás violado de estar siempre al servicio de las cofradías sin pretender jamás servirse de ellas.

Le rodaron mal las cosas en los últimos tiempos. No tuvo hijos y su esposa falleció hace poco en trágicas circunstancias. Hombre de fe acrisolada y de caridad llevada al delicado extremo de no molestar a nadie intentó asumir su nueva situación sin pedir ayuda... Fue imposible. Ingresado a duras penas en el Hospital Macarena, al despuntar la mañana del viernes dejaba de existir.

Mucho se muere en el alma cuando se va un amigo como él.


sábado, 20 de abril de 2013

LA FERIA,SINGULAR

Ruego dispensa por permitirme el acomodo de trastocar el titulo de mi último libro publicado, "Sevilla,singular" (Abec, editores) para encabezar estas líneas.

Y es que en el Prado de San Sebastián desde 1847 y en Los Remedios a partir de 1973 (cuarenta años se cumplen en esta edición) la Feria sigue siendo desde su nacimiento un acontecimiento inédito de carácter universal.

Amarillean cada centuria transcurrida los documentos gráficos que la muestran en sus comienzos reducida a la calle San Fernando y a la vía central abierta en la arboleda del Prado. Y las instantáneas del Mercado de ganados en la actual Glorieta del Cid ante la antigua fábrica de tabacos.

Ya desde sus comienzos se advierte una separación entre lo que pretendían Ibarra y Bonaplata y lo que resultó al final con el impulso de la creatividad del pueblo sevillano.

El paseo de caballos con el desfile mañanero de cabalgaduras y carruajes es una buena prueba de ello.
Cuando la feria se crea están apareciendo los primeros automóviles con motor de gasolina   Los sevillanos pudientes han dejado de pasearse por la ciudad o de ir a sus posesiones en el campo como lo hacían en el siglo anterior, a bordo de carruajes tirados por caballerías. En ese tiempo, los envios postales que se recogían en La Venera y los viajeros que se trasladaban a Madrid tardaban cinco días en llegar y lo hacian en curiosos vehiculos que ahora se desempolvan y cubren el paseo en unión de los nuevos automóviles que pueden ser Hispano Suiza de los que empezaron a fabricarse en Barcelona o Studebaker como los que copiara el ceramista Enrique Orce para la fachada de calle Tetuán .

Reverte, el torero que dejó esa novia triste con el pañuelo en las manos que cantaron por sevillanas fue el primero que se lució por el Real sentado en lo alto de uno de estos artilugios rodantes. Y tan crecido fue el número de ellos que le siguieron que, junto con los faetones, las jardineras o los landaus colmaron de tal forma el paseo que, para cruzarlo, se hizo precisa la erección de la Pasarela (llamada "Torre Eifel de la alegría") que diseñó el ingeniero Dionisio Pérez Tobía en 1865 y fue derribada en 1921.

La Feria empieza con los carruajes en la plaza de toros de la Real Maestranza en  una exhibición única que organiza el Real Club de Enganches de Andalucía. Luego llegarán a rodar por las calles feriales con nombres míticos de toreros. Ya no encontrarán vehículos de motor, pero sí caballos briosos. Es como si el campo antiguo se trasladara a la ciudad.

Todo para que la Feria no sea una verbena sino un encuentro festivo sin posible parangón.

lunes, 15 de abril de 2013

DE CUANDO UN VASCO Y UN CATALÁN NO CREARON LA FERIA

¡Se dice cada cosa! Alguien acuña una frase por vez primera y los demás la repiten miméticamente sin detenerse a comprobar su certeza.
La Feria de Sevilla la crearon un catalán y un vasco.Ea. A uno se le ocurrió este aserto  que le pareció culto y brillante y desde entonces lo encontramos con todo su pintoresquismo seudocultural llevado de boca en boca.

Pues no es verdad. El catalán que se llamaba Narciso Bonaplata y tiene una calle entre San Vicente y Torneo formaba con el vasco Ibarra una pareja de inquietos concejales del Ayuntamiento que en 1846 presidia el Conde de Montelirios. Y ambos quisieron montar un certamen que mostrara el quehacer agrícola e industrial de los sevillanos. Una feria de muestras, vamos. Se pusieron manos a la obra y les salió lo que conocemos. Puede suponerse que bien en contra de su idea inicial. Fue como el enfrentamiento entre la cigarra y la hormiga. Ellos quería hacer algo para ganar dinero. Sevilla modificó su proyecto y creo un espectáculo único en el mundo... para gastarlo.

Esto fue en el Prado de San Sebastián. En la antigüedad  un carnero. Un cementerio donde se daba piadosa sepultura a los afectados por las grandes epidemias que asolaron la ciudad.Paradoja tan irrespetuosa no había de durar mucho y en 1973 se modificó su ubicación aunque no por razones de piadosa memoria a los difuntos sino porque el espacio se había quedado pequeño.

Ya no era un conde el que presidía el Municipio, sino un reputado doctor en medicina especializado en nutrición, el doctor Juan Fernández Rodriguez y García del Busto. Ni había vasco ni catalán entre los munícipes  sino un avispado teniente de alcalde delegado de Fiestas Mayores llamado José Jesus García Díaz, tambien director de la Cabalgata de Reyes del Ateneo al que se conocía en la ciudad, en atención a su estatura y delgadez consustancial como Pepito Caramelo.

Se cumplen cuarenta años. La Feria fue diferente desde entonces. Ya había cambiado mucho cuando desapareció el alumbrado a gas y llegaron los farolillos luminosos y las pirámides de bombillas eléctricas...
Y cuando se derribó la Pasarela...
Y cuando se unificaron las casetas con el frontón sobre la entrada que, a modo de pañolón, diseñó el pintor Bacarisas...
Tendré que recordar todo esto otro día.

martes, 9 de abril de 2013

Jugando al toro

Los niños de hoy han dejado de jugar al toro. Juegan al torero. Al toro se jugaba en los patios de las casas de vecinos o en las plazas públicas como la de San Antonio donde los Vito practicaban las sabias enseñanzas de aquel banderillero al que dedicó un pasodoble el maestro Lope.
Y como los niños están distraidísimos con el Whatshap los toreros acuden en su busca y se instalan en la plaza del Salvador creando una escuela de toreo efímera al aire libre como hicieron recientemente Antonio Nazaré y Saul Jiménez Fortes contribuyendo así a la defensa de la Fiesta.
Plausible iniciativa que se contrapone con el anuncio del derribo de los corrales de la Venta de Antequera que en estos días precursores de las corridas de feria se acicalaban para recibir el ganado bravo que habría de lidiarse en ellas.
Posiblemente el último encierro que se mostró fue el de los seis toros de Miura que estoqueó en solitario Juan Antonio Ruiz Espartaco. En mi archivo debe andar el reportaje en vídeo que rodé en aquella ocasión. Era otro tiempo. A los aficionados les gustaba contemplar el ganado antes de ser enchiquerado para cada festejo. Los niños jugaban al toro. Hoy los engolosinan para que jueguen al torero. Y van doce.

jueves, 4 de abril de 2013

Entre Schlichting y Montesquieu

Puedo estar de acuerdo con Montserrat Domínguez y Cristina López Chichi (así llaman en Madrid a la periodista y locutora Cristina López Schlichting) si, de algunos de los comentarios vertidos por ellas en sus intervenciones televisivas sobre la imputación de la infanta Cristina en el proceso del caso Nóos, deduzco que gana el pueblo y se ejercita, aunque duela, el deseo del monarca de que la justicia sea igual para todos.

Me fatiga desempolvar a Montesquieu y menos a Duverger para refrescar la teoría politicosocial de la separación de poderes, tan querida por la histórica Roma y reiteradamente prostituida hoy por las injerencias de los politicastros de nuevo cuño.

Y me dan pena la afectada, tan monina ella, y, sobre todo, los niños. No puedo soslayar mis blanduras de abuelo. Son tan bonitos. Y se ven tan frágiles. "Los hijos del amor, son más bellos" escribió alguien.

Qué tonta ha sido la infanta, oigo decir. Y me asalta la pregunta que dejó escrita en uno de sus dramas inmortales el olvidado don Jacinto Benavente, ¿por qué algunas mujeres, empujadas por sus parejas, cometen ciertas torpezas de las que luego se han de arrepentir?...

El dramaturgo que sustituía el sustantivo parejas por maridos, hacía responder a uno de sus personajes, de manera concluyente: Porque se enamoran.