Saimaza se va otra vez. Ya había abandonado su rincón de la calle Goyeneta que identificaba desde lejos con los efluvios de un oloroso moka. Ahora deja sus instalaciones de Dos Hermanas para trasladarse a Italia.
Me pregunto por qué. Estas empresas tienen la mirada libre de sentimentalismos y están presas, muy al contrario, por la frialdad pragmatica de la multinacionalidad.
¿Qué razón existe para este traslado?... Ignoro si los llamados a poner los medios para resolver el terrible problema del paro se hacen la misma pregunta.
Ahora bien deduzco que ni los políticos ni los sindicalistas que cobran de la cosa pública están suficientemente dotados para otra actividad que no sea buscar argumentos para echar la culpa a los demás.
¿Qué encuentra Saimaza en su nuevo emplazamiento que no le hayamos ofrecido aquí? ¿Qué es lo que le empuja a marcharse?
No hallo más que palabras endebles y justificaciones vacias.
Con lo fácil que sería abordar cara a cara una respuesta coherente.
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