viernes, 30 de diciembre de 2011

Sigo con Rodríguez Buzón. …

Como me ocurriera en la “entrada” del día veintitres ,también en la última me he quedado corto en los comentarios sobre esta indiscutible figura de la lírica popular de permanente recuerdo entre los cofrades.

¿Era el afamado pregonero un buen actor?... Así parece aventurarlo el profesor Antonio J. López Gutiérrez, titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Pablo de Olavide, en la entrevista que le hacen en ABC sobre un libro del que anuncia su publicación.

Personalmente me permito mostrar mi desacuerdo. Actor es el que interpreta a otro y Rodríguez Buzón jamás intentó representar a nadie salvo a sí mismo.

Con su mediana estatura, sus avispados ojos azules y su cuidado bigotito lineal, me atrevería a decir que se movía dentro de una consustancial timidez que solo rompía cuando se dejaba llevar por el calor de sus versos y se transformaba creciendo y llegando a sus oyentes y espectadores con la electricidad de sus palabras.

Sin embargo su bondad natural le hacía muy apropiado para las Relaciones Públicas y José González Reina, entonces Hermano Mayor de la Macarena, desde la presidencia de la Cámara de Comercio lo situó como director de esa Feria de Muestras de los primeros años que crecía en el parque de Maria Luisa cada primavera y en la que el pabellón que montaba el Consejo Regulador de la denominación de origen Jérez-Xerez.Sherry y Manzanilla de Sanlucar de Barrameda en el Casino de la Exposición se convertía en la mejor caseta de la sevillana Feria abrileña.

Allí hacía gala el escritor y poeta de sus mejores prendas de sociabilidad, olvidando por esos días su habitual reunión en El Rinconcillo en cuyas servilletas de papel escribiera algunos de sus mejores versos y con las que ejercitara también sus habilidades en la papiroflexia obteniendo diminutos nazarenos o ropa de costaleros ante la admiración del resto de los contertulios.

Alejado de la vida activa pasaba las tranquilas horas de su retiro en un chalecito que tenía en Viillanueva del Ariscal, rodeado de naranjos y allí le visité en cierta ocasión para hacerle una entrevista con destino a uno de mis programas en Radio Nacional.

Lástima que se perdiera aquel archivo de cintas magnetofónicas, auténtico patrimonio de la cultura de la ciudad.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Rodriguez Buzón, inolvidable,

Leía yo días pasados en el ABC que se va a publicar un libro en el que el profesor Antonio J. López Gutiérrez, titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Pablo de Olavide, resume sus investigaciones sobre el archivo del mítico pregonero de la Semana Santa sevillana, Antonio Rodríguez Buzón.

El encargo lo recibió de Manolo Román y Joaquín de la Peña cuando ambos estaban en activo en el Consejo General de Hermandades y cofradías y se basa en los fondos privados del autor que tutela hoy su sobrino Gonzalo y su esposa Pilar.

A lo largo de la entrevista que publica el periódico aparecen datos muy interesantes sobre la vida y la obra del escritor y poeta, creador de esa pieza de la literatura y la oratoria que fue el pregón que pronunciara en el escenario del Teatro San Fernando el domingo de Pasión del año 1956 auténtica aportación canónica a ese género singular refrendada entonces por el desbordamiento del público que sacó al orador en hombros.

Hay algo que me ha llamado poderosamente la atención: El autor del libro a la pregunta de si el pregonero declamara de un extremo a otro del escenario como un actor dramático contesta afirmativamente y añade que “además de poeta era también un gran actor”.

Yo creo que no fue así. Estuve allí y lo recuerdo. Rodriguez Buzón no habló detrás del ambón iluminado sobre el que hoy depositan sus cuartillas los pregoneros, que aun no se había construido, sino tras una mesita baja que se había cubierto con un paño de morado litúrgico en la que permanecía encendido un flexor plateado y ante la que se alineaban los vástagos de tres micrófonos: el de ambiente del teatro y los dos de las emisoras que radiaban el acto, Radio Sevilla y Radio Nacional de España.

Creo que Radio Sevilla, cuya transmisión comentaba habitualmente Rafael Santisteban, no lo grabó. Radio Nacional de España, por sugerencia de José Luis López Murcia, locutor al que Manuel Hidalgo Nieto, primer director que tuvo la emisora, había responsabilizado del acto, sí lo hizo. Pero entonces la técnica de registro sonoro hacía poco que había abandonado la grabación en hilo y la cinta máster no resultó tan perfecta como se hubiera querido.

Hubo que remasterizarla en los estudios de que disponía la emisora en la calle San Pedro Mártir encargándose del trabajo los técnicos Aurelio Carbajo y Santiago Sosa Oria y llegándose a un resultado final en el que personalmente creo que solo se respetaron de la grabación primitiva los aplausos del público.

Este material sirvió para que José Torrano, el eficacísimo ingeniero de sonido de los estudios Alta Frecuencia, produjese una reconstrucción técnica de ese registro sonoro que sirvió para editar el Microsurco Long Play del Pregón, aparecido con el sello Pasarela el año 1991.

¡Ah!, pero, a todo esto ¿por qué digo que Rodríguez Buzón no se movió de detrás de la mesita?... Porque los micros eran omnidireccionales, aun no se habían inventado los de petaca que se cuelgan en el cuello, permitiendo la movilidad, y su voz ni sería recogida por la radio ni siquiera hubiese llegado al patio de butacas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El nacimiento de la radio y el nacimiento de Jesús.

Con el tema anterior voy a encadenar el que ahora me dispongo a colgar en mi bitácora. El recuerdo de la biografía de Bobby Deglané me va a llevar a los principios de la radiodifusión en España y a la venida al mundo del Hijo de Dios que conmemoramos estos días.

Sabido es que Radio Barcelona de la SER alardea de ser la número uno de las radiodifusoras hispanas. Pero no es así. Radio Sevilla es más antigua y Radio España, también. La historia no miente. En los mismos periódicos donde se publica la noticia de la inauguración de la emisora catalana, “El Correo de Andalucía”, por ejemplo, que puede consultarse en la Hemeroteca hispalense, publica la programación diaria de la emisora que ya llenaba los aires sevillanos de música y palabras.

Dejo para otra ocasión la explicación de las causas, razones y manejos que sustentan esta anomalía. Me interesa resaltar en estas líneas que Bobby descubrió que, con Radio España sucedía algo parecido y reclamó su decanato. Sin éxito. Aunque, desde que rompió sus relaciones con la Cadena SER y “Cabalgata fin de semana”, el gran programa que él había creado, quedó en manos de José Luis Pecker, no cesó de batallar contra ellos, abriendo una competencia suicida de David contra Goliat. Por eso montó una “Cabalgata” diaria en la Red de Emisoras del Movimiento, la conocida como REM, que no tuvo éxito y pronto abandonó esta empresa que alentaba la Falange para irse a Radio España.

En ella esparcía cada jornada el fruto maduro de su experiencia y profesionalidad en las ondas cuando el Tamarguillo se desbordó en la ciudad. Poco antes se había reventado la presa hidráulica de Montcabril inundando sus aguas todo el caserío del pueblo conocido como Ribadelago. Más de cuatrocientos vecinos habían quedado sin hogar y Pecker había promovido desde Radio Madrid una campaña de ayuda solidaria que resultó otro éxito.

Cuando Bobby apareció en Sevilla y constató la dimensión del drama que había motivado el afluente Tamarguillo, con las barcas del muelle de la sal surcando la Campana o la calle Oriente como si bogaran por el Guadalquivir, con incontables afectados y los locutores de Radio Nacional de España o de Radio Vida multiplicándose canalizando los socorros, de inmediato decidió reproducir y aumentar esa acción y creó la “Operación clavel”.

Ya dije en la entrada anterior las escasas emisoras que se sumaron al proyecto. Por eso sus logros resultaron tan sorprendentes.

Su luctuoso final también lo fue. La tragedia ocasionada al capotar la avioneta desde la que se tomaban fotos tiñó de luto la caravana que traía las ayudas al pueblo sevillano.

Desde bien temprano la esperaba yo en la Plaza de España para comentar su recibimiento oficial ante los micrófonos de Radio Nacional. Esperé en vano. Aquel invierno fue triste la Navidad. Sobre todo en la radio. Ese popular medio de información y entretenimiento que ejercía como tal y como antecedente de la inexistente tele, conocido en sus comienzos como TSH, telegrafía sin hilos y en el que Fasseden, un físico canadiense, puso a cabalgar la voz por primera vez el 24 de diciembre de 1906 leyendo la narración del nacimiento de Jesucristo en Belen según la dejó escrita el apóstol Lucas.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Bobby, ese trianero de adopción que tanto amaba a Sevilla. …

Tanto le gustaba tocarse con sombrero ancho, negro siempre y un poco ladeado, como vestirse la túnica de su Hermandad, la Esperanza de Triana,a la que había llevado su amigo del alma, Alfonso Jaramillo, después de que éste con oídos avispados cerca de Rafael Santisteban, el locutor estrella de aquellos días en la Cadena SER, cazase al vuelo el título de “La melodia misteriosa” el millonario concurso que paraba hasta la proyección de peliculas en los cines cuando se emitía en “Cabalgata fin de Semana”.

¡Qué disgusto se llevó el bueno de aquel que se autotitulaba “el pobre locutorsito” cuando supo que Sevilla era nueva Venecia sumida en la desgracia de una inesperada inundación que procedía de un arroyo insignificante que casi ni figuraba en los viejos planos de Coello que mandó alzar en el Siglo de las Luces el Asistente Olavide, el Tamarguillo.

Chiquito, pero matón, decían en los barrios, introduciendo en el acervo popular la frase cancionera.

Supo también el conocido locutor chileno, que ya había abandonado la cadena radiofónica que le había acogido a su regreso de su país natal, después de la Guerra Civil española, en la que había desempeñado un destacado papel como redactor de la revista gráfica “Fotos”,que en la martirizada ciudad un grupo de locutores, periodistas y presentadores de radio, entre los que se hallaban José Luis López Murcia, Aurelio de la Viesca, Emilio Segura y quien estas líneas escribe (el único del conjunto que por voluntad de los Cielos sigue con vida para hacerlo) había iniciado desde los estudios de la emisora en Sevilla de Radio Nacional de España, una campaña benéfica de ayuda a los damnificados con éxito tan rotundo que ya iban alcanzando el millón de aquellas antiguas pesetas. (Luego, la gestión personal de este equipo, secundado por todos los compañeros de la emisora bajo el mando del madrileño Manuel Delgado Aranda que poco antes había sustituido a Celestino Fernández Ortiz, superó los dos millones de recaudación) y, de inmediato, secundó la idea y creó la “Operación Clavel”.

Fue un programa de radio en una cadena improvisada. Bobby ya no contaba con la SER ni la SER con Bobby. El locutor había tenido sus más y sus menos con la dirección de la Cadena y se había marchado a la REM, Red de emisoras del Movimiento, en la que, por cierto, creó el Festival de la Canción de Benidorm. Pero tampoco con los falangistas de la Rem se habia encontrado a gusto y acababa de recalar en Radio España.

A Manolo Zuasti, director de esa emisora, se le ocurrió el título. Y se articuló una cadena comprometiendo en el empeño,lógicamente, a Radio Nacional, emisora de Sevilla, a su emisora hermana Radio Nacional de España en Huelva y a unas cuantas más:Toledo, Cádiz, Almería y Antequera.

De todo esto creo que se va a hablar, con el complemento necesario de fotos y testimonios audiovisuales, en una exposición que me parece que organiza el Instituto de la Cultura y las Artes.

Debo haberlo leído en el ABC, pero no encuentro ahora el recorte de prensa para comprobarlo. Ustedes sabrán perdonar mi olvido.

jueves, 15 de diciembre de 2011

De belenes y árboles navideños …


¡Lo que faltaba! ¡Los chinos vendiendo árboles de Navidad!

Se supone que ni son árboles ni jamás se abrieron para que en torno a sus raíces leñosas se cantase el O Tannenbaum, la hermosa balada navideña germana que no tiene nada que ver ni con los pastores ni con los peces que beben en el río.

Esto significa que la anotada novedad comercial debe importarnos un pito, o, mejor, un matasuegras que anticipe el jovial desbordamiento del Fin del Año.

Ni el árbol, ni ese Papa Noel que empezamos a contemplar escalando fachadas para introducirse por los balcones tuvieron nada que ver hasta épocas recientes con la costumbre y la tradición hispanas.

El Belen,sí. Los nacimientos caseros montados con arrugados corchos, ríos de papel de plata y figuritas de barro cocido han formado parte desde tiempos lejanos de los hábitos navideños; aunque, no nos duelen prendas al recordarlo, también son prácticas importadas.

La afición a instalar Belenes la trajo a España el Rey Carlos Tercero. Acababa de llegar para ocupar el trono que dejaba su hermano Fernando sexto tras su fallecimiento y conservaba en sus retinas la belleza y grandiosidad de un belén napolitano.

En aquel siglo dieciocho, Nápoles se había puesto en cabeza de todas las ciudades europeas en las que se montaban estos escenarios efímeros y, deseando abrir cauces de simpatía con el pueblo, habilitó una gran sala de palacio donde se construyó el Nacimiento y lo ofreció para que fuera visitado libremente.

De inmediato la aristocracia emuló al monarca y esto motivó una primera proliferación de belenes.

Martínez Montañés, la Roldana y Salzillo, entre otros renombrados artistas de su tiempo, crearon imágenes para estas representaciones y las gentes sencillas supieron convertir el barro abundante de las calles sin adoquinado en figuritas reducidas de pastores adorando al Niño-Dios.

La costumbre de Europa se hizo tradición en España y luego se propagó a la America Hispana.

Ni Santa Claus ni Papa Noel lo pudieron evitar.

Y mucho menos los chinos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Días de azul y oro

Se fueron los días de azul y oro, esas jornadas felices que la AEMET reduce a la turgencia de las isobaras y la inexpresividad gráfica de los anticiclones y las borrascas.

El censurado puente de los varios ojos que, desde el viernes dos al domingo once, ha extendido un acueducto de holganza, incomprensible para la severa mirada de la exigencia laboral, se ha desarrollado con un tiempo esplendido de suave luz y tamizado azul en los cielos que han hecho recordar al mejor Murillo.

Los expertos dicen que nadie como él supo recoger esta claridad celeste y traducirla con la magia de sus pinceles para que permaneciese inmortalizada en sus lienzos.

Enamorado de esta luminosidad incomparable, don Bartolomé Esteban no quiso abandonar nunca la ciudad que le vio nacer ya que salvo un breve viaje a Madrid y una discutida estancia en Cádiz siempre habitó en aquella Sevilla del diecisiete transida, como contraste, de procesiones, autos de fe, pestes, arriadas, hambres y noticias del declinar gubernativo en el que estaba inmersa.

Una urbe volcada con intensidad en lograr la promulgación del Dogma de la Inmaculada y en la canonización de Fernando Tercero en la que se mueve el artista como si buscase la cercanía de las instituciones pintando historias de frailes, glorias celestiales, niños hambrientos y fervor religioso del pueblo llano.

Esa ciudad distinta a cuanto imaginarse pueda, la que encarceló a Cervantes y repitió de boca en boca las letrillas del poeta Miguel Cid, la del voto de la defensa inmaculista de la Cofradía del Silencio, la de los canónigos sabios, con sus lujos y sus miserias, sus luminarias y sus sombras tenebrosas, es la que palpita en los cuadros de Murillo.

No hay que ir a buscarla a los Museos de Francia,Alemania, Gran Bretaña, Rusia o los Estados Unidos… donde se cuelgan muchas de sus obras magistrales, pero tampoco está reservada en ningún reducto hispalense como sucede con el espiritu de Mañara que reside en el Hospital de la Caridad.

Aquel ambiente, aquellos tipos… permanecen en otros cuadros nacidos de la prolífica creatividad del pintor que se muestran en el museo sevillano.

La luz de Sevilla, esta claridad acogedora de los días sin nubes, que ha acompañado el disfrute del puente acueducto, es la de siempre, la de hoy y la que supo trasladar a su paleta Bartolomé Esteban Murillo, entre niños callejeros y oraciones a la Virgen Inmaculada.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Otra ocasión para presumir.


Ya era la Tierra de Maria Santísima y había sido posible que la devoción concepcionista se arraigase con fuerza en el corazón abierto del pueblo llano. La Inmaculada Pureza de la Madre de Jesus era un concepto, una idea, tan solidamente prendidos en el convencimiento absoluto de todos que hasta existían fiestas para conmemorar el misterio e incluso un convento concepcionista, el de San Juan de la Palma que databa del siglo quince,

Y fue entonces cuando un fraile del Convento de Regina que era de la Orden de Predicadores tuvo el atrevimiento de poner en duda esa general convicción.

Las crónicas citan el hecho como ocurrido en el mes de septiembre de 1613 y el nombre del fraile como el de Fray Diego de Molina. No pudo imaginar nunca el clérigo que se iba a formar la que se lió.

La ciudad reaccionó airada y pronto el apellido de aquel religioso corrió de boca en boca con los tintes de condenación más negros que pudieran darse.

La repulsa pública fue de tal calibre que cada uno hacia propia la ofensa inferida y ahí empezó un imparable movimiento urbano de protesta con manifestaciones callejeras y gestiones hasta en los más altos niveles para que el mismo Papa se pronunciase a favor de la creencia popular.

Y porque fue Sevilla antes que Roma la que proclamó la Concepcion Inmaculada de María, Lorenzo Coullaut Valera, el escultor marchanero, hijo de francés y de sevillana y sobrino del poeta Juan Valera, remató su obra inmensa que cubre España,América, Africa e Italia con el inspirado monumento de la Plaza del Triunfo. Todo un signo, un símbolo, un recuerdo emocionado e inmarcesible de la devoción, la delicadeza y el amor filial del pueblo sevillano.

Agrada recordar esto y propalarlo siempre con legítimo orgullo porque…

Da gusto presumir de sevillano

los días que Sevilla es más Sevilla.

allí cuando, en lo místico y profano

cordial y generosa, intensa brilla.

El pecho lo sacamos muy ufano

lo mismo cuando deja la Capilla

la Virgen sobre paso soberano

que cuando se pasea una chiquilla

vestida por la Feria de gitana.

Mas cuando la ciudad está enjoyada

y luce su belleza mariana

es cuando con azules se engalana

el Dia de María Inmaculada

y uno es de Sevilla y de Triana.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Un chiquillo de San Bernardo


Estaba yo en el locutorio de los estudios que tenía en Sevilla, Radio Nacional de España, en la calle San Pedro Mártir, allí donde había nacido el poeta Rafael de León, cuando se planta ante el visor uno de los ordenanzas galoneados y azules, antiguos sargentos del Ejército que nos habían mandado a la emisora como recurso para propiciarles empleos civiles y aligerar las filas castrenses de maduros mandos intermedios, y me dice que don Manuel Parejo me está esperando en el Bar Canalejas y que vaya para allá cuando termine el programa.

En el Canalejas paraban muchos toreros desplazados desde el Hotel Colón y no pocos flamencos, acogidos por la familia de Manolo Caracol que regentaba el establecimiento. Era también lugar de encuentro de los artistas que acudían a Radio Sevilla, a los cara al público de Rafael Santisteban o a la afamada revista “El Toreo” de Enrique Vila.

Parejo que escribía y dirigía “Clarines”, directísima competencia de ella, me aguardaba en el centro de una reunión de taurinos en la que destacaba la desmedrada figurilla de un quinceañero de rostro agradable y despierto que me presentó apenas traspuse la puerta del bar.

-- José Luis: Este es Diego Puerta, un novillero que debuta el domingo próximo en la Maestranza al que le vas a grabar una entrevista para nuestra próxima emisión.

Corría el mes de mayo de 1957. El chiquillo que se presentaba con el aval de haber nacido en el Barrio de San Bernardo estaba anunciado el domingo siguiente para matar una novillada de Escobar.

Cuatro días antes había debutado en el Coso del Baratillo Curro Romero sustituyendo a Juan Garcia Mondeño. Una época crucial del toreo se estaba iniciando y tanto Curro como Diego la iban a llenar de horas de gloria.

Mi amistad con Diego Puerta continuó cuando él vivía en la plaza de Cuba y yo solía frecuentar la Cafetería del Cine Los Remedios donde habitualmente le esperaba la cuadrilla antes de emprender cualquier viaje y siguió, tras su retirada de los ruedos en el inolvidable mano a mano con Paco Camino el Día de la Raza de 1974, cuando trasladó su residencia a la Plaza del Museo.

Guardo una copia, dedicada, de la famosa foto en la que él está por los aires y Escobero, el terrible Miura que lo encumbró como figura, esperándole sobre la arena para seguir la pelea.

Diego valor. Pero no valor seco y frío, sino apasionado, caliente y, lo que es más difícil de encontrar, servido con la exquisitez del arte y la pinturería de la inspiración.

No habrá otro como él. Anteayer dio su última vuelta al ruedo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Nicolás Carretero


Se había quedado con la décima final del verso que dediqué a los Armaos en la Exaltación del cuarto centenario de la Hermandad de la Macarena que pronuncié el 22 de enero de 1995 en el Teatro Lope de Vega:

Tras el “Pájaro” o bandera
a Jesus, el prisionero
lo conducen al madero
en columna cuartelera.
Y repiten la quimera
que Sevilla piensa ya:
“Si esos hombres van detrás,
a pesar de la apariencia,
ni le leen la sentencia
ni le pasa na de na”

Solía ser su saludo cuando nos encontrábamos. Y luego esbozaba esa sonrisa suya tan expresiva que reflejaba su carácter.

Nicolás Carretero Luque es otro cofrade sevillano que nos ha dejado en estos días. Hombre de paz, de ilusión y de esperanza. En las antípodas de esos coetáneos que nos esperan tras las esquinas de la vida para salpicar nuestra sorpresa con el amargor de alguna tragedia.

Nada más lejos de su forma de ser. Nicolás era un hombre de luz. Como si la hubiera tomado de esa Estrella del Sur, prima hermana de la Cruz Campo a cuyo reducto fabril cervecero consagró sus desvelos de hombre de empresa.

Entre él y el también recordado Filiberto Mira fraguaron un día el premio a la Ganadería Estrella, como programa publicitario radiofónico que, andando el tiempo, se ha convertido en el prestigioso galardón que se concede cada año amparado por la constancia y los desvelos de Julio Cuesta, presidente de la Fundación que lo concede.

Nicolás deja indelebles huellas en el camino. Y ausencia triste. A mí, sin ir más lejos, me faltará el homenaje que él, modélico nazareno del Silencio blanco, rendía a la Centuria Macarena repitiendo mis versos cuando me encontraba.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El dedo en el ojo.


Ahora que le imagino haciendo las maletas me he puesto a recordar las veces que ha metido el dedo en el ojo de los demás este imbécil que hemos mantenido al frente del gobierno durante los últimos años. Empezó metiéndoselo al gigante americano.La escena puede recordarse fácilmente. Se quedó ineducadamente sentado en su silla mientras desfilaba la enseña de las barras y las estrellas.

Siguió contratando enterradores para remover la tierra y meterlo en los ojos de los que sensatamente deseaban cerrar las heridas de la barbarie de la Guerra Civil.

Continuó plantándose ante los máximos representantes de la Iglesia para meterlo en los ojos de obispos, arzobispos y cardenales sacándose de su chistera de vacío ilusionista pintorescas leyes que hasta desafiaban el Derecho Natural.

No se detuvo ante el Estamento Militar, ejemplar y heroico servidor de la Constitución y puso al frente de su cúpula de mando no a un bizarro soldado de bigotes enhiestos, sino a una enclenque mujercita catalana que hasta le temblaba la voz cuando pedía que se mandase firmes.

Y hasta para irse ha buscado los ojos envejecidos de los españoles románticos y les ha metido el dedo también para alterar el significado de una fecha ya de por sí sobradamente histórica.

No podía sospechar que millones de dedos índices estaban buscando sus ojos también para pagarle con la misma moneda. Los de los diez millones crecidos de auténticos ciudadanos que estaban ya hasta más arriba del gorro de tanta estulticia y tan podrida genialidad.

Se va, por fin. Se va. Con él,Alfredo Pérez Rubalcaba no ha conseguido alcanzar ni siquiera al suelo del PSOE, los 118 diputados que obtuvieron los socialistas en las elecciones constituyentes de 1977.

Es ineludible constatar el periodismo de explicación que hacen los medios de comunicación de masas, sobre todo los escritos, de este hecho histórico. Hay análisis lúcidos dignos de figurar en la mejor antología y, entre ellos, los equilibrios literarios de quienes hasta ahora han venido sirviendo a los mandamases andaluces del puño y la rosa tratando de posicionarse en las filas de los que siempre han aplaudido a Javier Arenas.

¡Pasen, señores, pasen! La función termina en Marzo, pero acaba de empezar.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Sospechoso decorado

La verdad es que no me apetece mucho el tema que me he impuesto para renovar el texto de este blog. Pero estamos en tiempo de elecciones y la actualidad manda.

Me he pasado media vida trabajando en la radio y la televisión pública. Primero ante los micrófonos de la emisora nacional, luego en la tele y, por último allegando recursos para vivir de la publicidad y la comercialización. Me unen, pues, indisolubles lazos con la casa, aunque en ella no estén ya los compañeros de aquellas horas.

Diría que a casi todos, y aun me atrevería a suprimir el casi, deben las nuevas generaciones de profesionales de la audiovisualidad la teoría y, sobre todo el ejercicio práctico de un medio tan complejo.
Teorizar puede hacerse desde un aula. Ejercitar los conocimientos precisa una práctica en cuya ayuda acude siempre la experiencia.

Por eso produce una contrariedad singular contemplar una obra mal hecha. Y esto me ha ocurrido anoche mientras atendía la entrevista que le hacía Pepa Bueno a Mariano Rajoy.

Voluntariamente margino el análisis de los aspectos profundos del trabajo. No voy a hablar de la oportunidad o intensidad de las preguntas. Ni del tono del diálogo. Pepa, a la que traté mucho cuando era jefa de los informativos de TeleSur y yo el Delegado de la Dirección Comercial, es una periodista de acreditada solvencia.

Tampoco me voy a detener en otros aspectos discutibles como podrían ser el maquillaje, la peluquería, la iluminación y el movimiento de las cámaras. Me refiero simplemente al decorado: Una sucesión de imágenes virtuales obtenidas por ordenador montadas a modo de cinta sin fin que se repetían detrás de entrevistado y entrevistadora causando distracción, molestias y fatiga visual.

La pregunta es inevitable: ¿Fue solo un torpe recurso del realizador o corresponden a una intencionalidad digna de censura?

En un caso o en otro, creo que la crítica puede estar más que justificada. Por eso la hago aquí… aunque me fastidie tener que hacerla.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Libros sin eco, libros históricos…libros de cocina


Me sorprendía días pasados Ignacio Camacho desde su columna de ABC con una curiosa observación: en algunas aulas del sistema oficial de enseñanza, se están explicando los siglos en los que mandamos en el mundo con las aventuras del capitán Alatriste nacidas de la fabulación novelística de Pérez Reverte.

El hecho me parece una genialidad más, adecuada a las improvisaciones e intrascendencias de este gobierno que ha entrado ya en su senda de planeo, con la pista de aterrizaje a la vista de la tripulación. Afortunadamente.

Me alegro por Pérez Reverte que, por cierto, le dedicó recientemente una carta de despedida al inefable Zapatero que no tenía desperdicio. Y lo siento por los historiadores serios y por todos aquellos maestros de escuela a la vieja usanza que se volvieron escritores docentes para simplificar y acomodar la aridez de la descripción minuciosa de lo acontecido a la mentalidad infantil.

A los libros les viene muy bien cualquier apoyo que complemente la gestión mercadológica que generen a su alrededor.De otra forma son voces sin eco. No se si ahora se edita más o menos que antes, pero suelo detenerme en los escaparates de las librerías y siempre los encuentro con novedades y, aunque se alzan voces proclamando la decadencia de la letra impresa, rendida ante la invasión arrolladora de los textos cibernéticos, acaricio la posibilidad de la permanencia del libro tradicional. Ese que nos acompaña en los momentos de sereno reposo en el sillón o en la cama como preludio del sueño.

Pero hacen falta iniciativas luminosas como esa de recordar las hazañas hispanas a lo largo de los siglos quince y dieciséis con las novelas de aventuras para que el mercado editorial se anime.

Lara se sacó un día de la manga el Premio Planeta y hay que ver la cantidad de “Riñas de gatos” que se llevan vendidas desde entonces. Y saco a colación el título de Eduardo Mendoza porque fue el último que leí con el aval del premio del siempre recordado editor de El Pedroso.

Hoy, en vez de Premios Planeta aparecen los libros de cocina que se promocionan en la tele. No hay programa matinal que se precie en el que la señora estupenda que lo presenta no haya escrito un libro de guisos y fogones. Y así si la concursante esa que telefonea y lo primero que dice es “enhorabuena por el programa” pregunta si los huesos de santo pueden rellenarse de bacalao, ella responde con la mejor de sus sonrisas “como supongo que tendrás mi libro, vete a la página ochenta y cuatro. Allí te lo cuento”.

No me explico cómo Girones de Azul o Guadalturia que son las editoriales sevillanas que se está moviendo más no tienen ya una señora estupenda en la tele mañanera promocionando su libro de cocina.

Contribuirían a la cultura de las obras impresas de manera tan notable que no necesitarían ni siquiera a Julio Cuesta que ese sí que hace por la difusión de las nuevas creaciones literarias desde la generosa y acogedora Fundación Cruz Campo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

EL TOREO, revista radiofónica

El curso de temas sevillanos que dirige incansablemente Antonio Bustos rindió en los dias finales del mes de octubre del 2011 homenaje y recuerdo a la figura de Enrique Vila, histórico periodista que durante cuatro décadas escribió y dirigió la revista taurina radiofónica en la emisora sevillana de la Cadena SER.

En este acto, celebrado en el Salón de Carteles de la Real Maestranza, se recordó que, hasta poco antes de la cogida y muerte de Manolete, en la plaza de toros de Linares, Radio Sevilla recibía, como un favor para su información taurina, los guiones de un biznieto de Mariano José de Larra, Carlos de Larra y Gullón, conocido crítico taurino, titular con el seudónimo de “Curro Meloja” de la revista de toros “Tauromaquia” de Radio Madrid.

Como, lógicamente, su contenido resultaba muy centralista y escasamente andaluz, Fernando Machado Cayuso, que era el director de la emisora sevillana, requirió la colaboración de este periodista, Enrique Vila. que, tanto con este nombre como con el seudónimo de Guzmán de Alfarache, desarrollaba una prolífica labor en las páginas del diario Fe, rotativo que luego se transformó en el vespertino Sevilla y, por último en el regional Suroeste

Machado lo puso de acuerdo con Rafael Santisteban, en aquella época locutor estrella de la emisora, y ambos acometieron un trabajo común del que como fruto nació la revista taurina El Toreo.

Fue un acierto. En aquellos años, finales de los cuarenta, sin televisión y sin competencia local en las ondas porque hasta primeros de la década siguiente no aparecerían las nuevas emisoras, Radio Nacional de España, emisora de Sevilla, Radio Vida (fermento de la COPE) y La Voz del Guadalquivir que era el órgano de expresión sonora de los sindicatos verticales, la emisión El Toreo se alzó como señora de las ondas hertzianas con su aparición semanal los lunes a las once de la noche.

A este éxito general se sumaron los privativos del programa, el contenido de sus diversas secciones y la realización, eso que, con pedante cursilería podría llamarse “su perfomance”

Destacaron la voz, la dirección y los conocimientos del arte radiofónico de Santisteban… el quehacer periodístico de Vila y la personalidad artística inconfundible de Miguel Navarro, veterana voz del cuadro de actores de la emisora a quien encargaron diera vida a un personaje, “El Tio Mateo”, derivado de la marca del vino fino de la Bodega jerezana Palomino y Vergara que patrocinaba el programa.

Tanto caló en la audiencia y tan popular llegó a ser que, desde entonces, no pudo intervenir en los repartos del elenco que interpretaba las novelas y las obras de radio teatro ya que los oyentes lo identificaban con el singular personaje taurino

Su primer partenaire, Pelayo Romero, otro actor del grupo que le daba la réplica en los primeros guiones, dimitió tal vez por esto mismo y Joaquín Carlos López Lozano, el que fuera director de ABC que entonces era el responsable de la información deportiva de la emisora bajo el seudónimo de Elido, recogió la idea para “Don Pepe y su sobrino” espacio radiofónico llamado a disponer de parecido refrendo popular a cuyos personajes dieron vida en las primeras horas el mismo Miguel Navarro y Jacinta Alenza, afamada locutora venida de Madrid que se hizo muy amante de las costumbres sevillanas y acumulaba una dilatada experiencia escénica casi desde el mismo momento de su bautizo ya que el nombre de pila lo debía a su padrino que era nada menos que don Jacinto Benavente.

Andando el tiempo, serían Manuel Méndez y Pepe Da Rosa, padre, los que se encargarían de prestar voz y sentimientos béticos y sevillistas a los textos de la última época de la sección que se debían a la inspiración feraz del prolífico Juan Tribuna.

Como puede deducirse la idea de conceder vida y sentido amablemente crítico y mordaz a un personaje, “El Tio Mateo”, derivado de una marca publicitaria, no pudo disponer de más favorable eco.

Hasta en el programa de cofradías “Ierusalem” que escribía y presentaba por aquellas calendas en la recién instalada Radio Nacional de España emisora de Sevilla José Luis de la Rosa encargándose de la parte actoral Juan Marín Vizcaino, distinguido cofrade macareno, fiscal en su Junta de Gobierno cuando se erigió la Basílica, se introdujo un personaje parecido que él se encargó de interpretar.

Lo hizo con tanto acierto y tan resaltable acomodo a las pautas trazadas por el “Tio Mateo” de “El Toreo” que, desde entonces, los cofrades sevillanos dieron en llamarle “El tío Mateo, litúrgico”. .

viernes, 28 de octubre de 2011

En la muerte de un sevillano normal

Cuando yo estudiaba periodismo en Madrid me fui, en compañía de un colega de profesión ya fallecido, a hacer un trabajo de campo de investigación de hábitos de consumo de periódicos.

Elegimos como área de actuación las peluquerías de caballeros y las salas de lectura de los casinos y fácilmente pudimos colegir que los mayores se iban a las páginas de información política y a los sesudos comentarios y análisis de la actualidad, cuando no a la bolsa y las finanzas… los de juventud avanzada a las separatas de deportes… los jovencillos a las carteleras y programas de televisión y… los viejecitos a las mortuorias.

Manuel Bellido Angulo, un publicitario innovador, intuitivo y genial, típico y original self made man, hombre hecho a sí mismo, fundador de su agencia, Publicidad Bellido que disponía de amplias oficinas en Sevilla, en la céntrica calle General Polavieja, entraba todas las mañana a afeitarse en la Peluquería de Berro que se abría muy cerca, afirmando que le relajaba sentarse en el sillón y dejar acariciar su rostro por las expertas manos del barbero y, con la gracia de su lugar de nacimiento, había venido al mundo en Triana, abría un periódico del día y exclamaba

-- Voy a ver quien se ha quitado del tabaco.

Yo no tuve que ojear periódico alguno para saber que uno de mis mejores amigos había iniciado ya el paseíllo. Me llamaron por teléfono para decírmelo. Y utilizo el término taurino paseíllo que me parece muy apropiado porque se trataba de Juan Carlos Torres Reynaud, fundador y presidente eterno de la Tertulia de los Trece, grupo de aficionados a la Fiesta Nacional (encuentro un recóndito placer en chinchar a los sectarios catalanes que detestan el término)
que premia cada año al mejor novillero que haya actuado en la Maestranza.

Juan Carlos era también un distinguido cofrade, perteneciente desde su más temprana infancia a la Hermandad del Museo en la que su padre, el histórico Luis Torres , encabezó el grupo creador del Lunes Santo.

Estuvo entre los fundadores de “El cirio apagao” que entrega cada año las tapas al pregonero de la Semana Santa y fue, en suma, uno de esos sevillanos amantes fervorosos de las tradiciones de su ciudad.

Tras leer su mortuoria supuse que los que hoy escriben de toros y cofradías en la prensa tradicional o en Internet le dedicarían unos renglones. No he encontrado nada. Tal vez es que no haya buscado bien.

Mi recuerdo personal, modesto, pero emocionado, está aquí. Y mi promesa de oraciones ante su Cristo de la Expiración o su enternecedora Virgen de las Aguas. Y hasta el azahar de su florecido paso de palio con la muy sevillana nota distorsionadora que pretende alejar la tristeza de los momentos en que se vela el cadáver: Perico Valiente, con su locuacidad forense de letrado en ejercicio, miembro de la tertulia taurina, ante su apariencia frágil y su tradicional mala salud de la que Juan Carlos hacía gala, le llamaba siempre “nuestro difunto presidente”.
Creo que fue Martina Blatiere, secretaria de la tertulia, la que me dijo por teléfono al darme la noticia: “nuestro difunto presidente… ya es difunto de verdad”.

viernes, 21 de octubre de 2011

Bobby

El correr de las horas y la mudanza de los tiempos resultan enemigos irreconciliables del respeto a lo antiguo y el amoroso archivo de sonidos, imágenes y flores marchitas

Época hubo que este diminutivo, Bobby, anglófilo importado, evocaba de inmediato la melosa voz de un locutor de moda, monarca dadivoso que llenaba de ilusión, promesas felices y optimismo aventurado miles de hogares, difundida desde los micrófonos de aquella radio de los años cuarenta y cincuenta que aun no había sido empujada ineducadamente por la soberbia de la televisión prepotente.

Bobby Deglané fue un astro, quizás el más rutilante, de la radiodifusión comercial de aquellos días en la que imperaba la Cadena SER. Sevilla lo recuerda siempre porque rotuló con su nombre una de las calles céntricas de su viario urbano.

Giralda, la televisión municipal le dedicó un espacio monográfico dentro de l,a serie “En el corazón,Sevilla” y me llamó para que recordase páginas de su vida.

Ahora ha repetido el programa y con ello me ha demostrado que, a pesar de que la emisora navegue por los aires televisivos sorteando en cada momento el peligro cierto de capotar, sigue contando con una audiencia fiel.

De otra manera no se explicaría la cantidad de familiares, amigos y conocidos que me saludan con la afectuosa confidencia de que me han visto en la tele.

Estas esporádicas manifestaciones siempre me han parecido más clarificadoras y hasta más fiables que los datos de los shares, esos estudios de audiencia que indefectiblemente nos obligan a refrescar los desvaídos recuerdos de la estadística y aun los de los números aleatorios del arcaico bachillerato.

Boby Deglané trazó las líneas maestras de un radiofonismo en nada parecido al actual periodismo de las ondas hertzianas y convirtió la radio en una fábrica de sueños.

Chileno de nacimiento, hijo de un marino francés y de una sevillana, recriada en Chile, Roberto Deglané Rodriguez Portocarrero, fue un español de adopción y sevillano por vocación indeclinable, al que Alfonso Jaramillo, ganador de su concurso “La Melodía Misteriosa” hizo hermano de la Esperanza de Triana.

El repaso en imágenes de su azarosa existencia parece que no ha pasado inadvertida para las nuevas generaciones que se sientan ante el televisor. Giralda, la televisión municipal, ha hecho muy bien en repetir este programa y es de desear que siga esta trayectoria en el futuro.

viernes, 14 de octubre de 2011

Comentarios taurinos.

Hablar en los toros y hacerlo en alta voz en corridas importantes puede resultar tan inadecuado como charlar en una sala de conciertos en mitad de una sinfonía especialmente en dos ocasiones: cuando el tema de conversación diverge de lo taurino o cuando los parlanchines se creen poseedores de la verdad y la sapiencia. Romper el silencio, tan evocado y necesario, en ambas circunstancias, y más en algunas plazas señeras, supuso siempre desafiar las buenas formas y exponerse a una censura airada.

Cuando se atiende al desarrollo de una corrida por televisión la imprudencia oral puede ser cometida por aquellos que se sitúan al lado del telespectador aficionado, lo que sería de alguna manera disculpable; pero también por los que han recibido el sagrado encargo de subrayar con sus palabras lo que está sucediendo en el ruedo y eso sí que no admite disculpa alguna.

Comentaristas hay por esos ruedos de Dios que aun no se han enterado de que una cosa es la tele y otra la radio. Que en esta última hay que describirlo todo, salvo lo que resulta descrito por su propio sonido, porque nada se ve y la carencia de imágenes visuales ha de ser sustituida por el verbo narrativo, pero en la tele,no. La televisión es básicamente un encadenado de escenas en movimiento. Y atender el desarrollo de un festejo teniendo que soportar el moscardoneo de un locutor puede llegar a ser sencillamente inaguantable.

Por eso resultan gratificantes las acotaciones sabias de los toreros retirados investidos como asesores. Roberto Dominguez brilló a gran altura completando las descripciones de Fernando Fernández Román, en la uno de TVE. Emilio Muñoz cada tarde se gana un sobresaliente cum laude impartiendo conocimientos y experiencia desde Canal Plus toros

Roberto enseñó en sus días la importancia de no perder detalle alguno de lo que hace el animal cuando aparece en el ruedo, cómo corre, cómo se mueve, si cornea o no los tableros, si se vuelve al derecho o al revés al salir del capote en los primeros lances, si embiste con las manos por delante…

Emilio Muñoz, incidiendo en estos aspectos fundamentales, como en otros muchos más, a lo largo de la lidia del animal, suele detenerse en una cuestión esencial de su acometida: cómo pone la cabeza cuando embiste: si la lleva suelta, si humilla, si en vez de empujar con los pitones lo hace con el hocico…

Es entonces cuando los buenos aficionados, por mucho que sepan de toros, en vez de reclamar silencio, piden papel y bolígrafo para tomar apuntes.

domingo, 9 de octubre de 2011

Como para brindar con cava.

Otra vez el señor don Josep Antoni Durán i Lleida, respetable ciudadano aragonés, natural de Alcampell, en la provincia de Huesca, conocido como Pepe Durán en su barrio antes de estudiar derecho en Lérida, convertido al catalanismo más recalcitrante, desde Madrid, donde le mantiene el Honorable para que no le haga sombra en casa, ha ensartado su pica contra Andalucía y los andaluces.en un ejercicio de locuacidad desbordada que probablemente ha sido muy celebrada por las marcas catalanas del champán ahora que sus agentes comerciales tomaban pedidos de cara a las Navidades .

El político catalán ha vuelto a insistir en un argumento falaz. Que el PER lo pagan ellos, los catalanes y que, con el PER, la mano de obra andaluza descansa holgadamente un día sí y otro también en bares y tabernas.

Naturalmente esta reincidencia dejada caer en los oídos de un auditorio facilón que deseaba escuchar eso dispuesto a recibir como el Evangelio la soflama del político le produjo sonoros aplausos.

No es la primera vez que aborda el tema. No hace mucho criticaba que en Andalucía y Extremadura se hayan reducido de 35 a 20 los días necesarios para cobrar este subsidio y, como siempre, ha seguido demostrando que habla de oídas, que no se toma el trabajo de contrastar los datos y que olvida esos claros dispendios de la Generalitat en la obsesión lingüística, la apertura de consulados y embajadas en el exterior y otras inversiones de su megalomanía que están llenando de telarañas sus cajas fuertes.

A esos auditorios se les informa mal. Torcidamente. Pero lo malo es que, en contraposición ,a los auditorios andaluces no se les mantiene debidamente informados.

Cada vez que un andaluz, de los que perciben el PER o no, compra o requiere un producto o servicio catalán, 18 de cada cien euros que pague a cambio va para que los de la sardana se paguen sus caprichos… cada vez que se vende en Cataluña una botella de vino producido en Andalucía… o una lata de conservas… o un kiilo de gambas… 18 de cada cien euros que se cobren se lo quedan ellos también…

Todo el IVA de productos o servicios catalanes vendidos en el resto de España o de productos o servicios españoles vendidos en Cataluña pasa a las manos recaudadoras de los compañeros de don Josep Antoni y de don Artur.

¿Por qué nunca se hace referencia a este despropósito contrario al reparto equitativo de los impuestos aceptado por el inefable Zapatero en una de las ocasiones que precisó los votos catalanes para sacar adelante sus proyectos?...

No es que “con lo que dan los catalanes de aportación conjunta al Estado, el PER sirva para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo", como ha dicho torpemente Durán, sino que con el Impuesto sobre el Valor Añadido que ellos se llevan están pagando los políticos catalanes hasta las botas con las que pegan patadas en el culo al resto de los españoles.

lunes, 3 de octubre de 2011

Indeseada vejez.

Se fue Septiembre, eslabón entre el verano y el otoño, el azul del mar y el oro tenue de los bosques dormidos.

Deja convertidos en líquido prometedor de venturas báquicas que escancian las piqueras de los lagares a los pámpanos que teñían de opulencia las lomas de los viñedos y a los olivos liberados de la carga esmeralda de las aceitunas.

Los ángeles custodios entornaron su puerta cuando faltaba una jornada para su final previsto, entre inocentes recuerdos infantiles, “Ángel de mi guarda, dulce compañía…” y confirmación de su existencia por la pluma de un gigante de la espiritualidad que se llamó Juan Pablo segundo en las páginas de uno de sus libros.

Cuando octubre se sienta en el carruaje de Cronos, el viejo otoño le ha precedido renqueante casi una semana .

No corren buenos tiempos para él. La vejez no está de moda. No lo estuvo del todo nunca y menos ahora cuando Google sustituye la sabiduría de los ancianos por precisiones informáticas. “A las mujeres guapas, me decía una vez Manolo Barrios, los viejos no les podemos dar más que dos cosas: o dinero o lástima”.

Ni una dádiva ni otra se han actualizado. Las pensiones se congelan y la conmiseración se resquebraja con la doctrina Mas.

Hay que teñirse el pelo, mantener la línea y olvidarse de exhumar los recuerdos marchitos que ya no interesan a nadie.

¿Qué quieren que les diga?... Personalmente tampoco me agrada la ancianidad. Lo confesé en un soneto que ha volado hasta mil falda desde el libro en el que encontró acomodó como guarda páginas.

A mi también me gusta no ser viejo,
sintiéndome otra vez ilusionado,
si atisbo que sonríen a mi lado
muchachas que contemplo sin complejo.

Porque ser viejo joven es reflejo
de eterno sentimiento enamorado,
de vida que, sin anclas de pasado,
recicla con certeza su trebejo.

Abierto a la sorpresa mi camino,
se alarga con rock duro de sequía,
quizás ante el puñal de un asesino,

en tanto que el sol sale cada día
y pájaros que cantan a porfía
saludan con septiembre al nuevo vino.

viernes, 30 de septiembre de 2011

¡Pobres abueletes!

Las manos a la cabeza hay que echarse ante la dureza de los recortes que ha impuesto a sus conciudadanos el Gobierno Catalán.

Si continúa siendo cierto eso de las barbas del vecino, la tembladera es de fiebre de cuarenta y el único antídoto es que el señor Mas, que a partir de ahora debería llamarse el señor Menos, afortunadamente no habrá de gobernarnos al resto de los españoles.

Es inquietante el nivel de desprotección que está alcanzando la ciudadanía ante la golfería y el despilfarro de quienes la conducen a lomos de decisiones caprichosas y posturas egoístas solo encaminadas a beneficiar a los que les mantienen en el machito.

Para atender sus demandas existe en el país, por ejemplo, ese número aterrador de empresas públicas deficitarias y de consulados y embajadas de cuya creación fue el inefable Carod Rovira esencial propulsor que, si desaparecieran, suavizarían notablemente los desequilibrios de las finanzas sin necesidad de meter la mano en el bolsillo de los de mayor edad.

Llegue usted a viejo para esto.“Los ancianos y los niños primero” ordenaba el capitán a bordo de la nave que se hundía. Mas ha gritado lo mismo, pero ensartando la tijera y corriendo tras los vejetes con espíritu asesino.

Cerca de cuarenta y ocho millones de euros deben las empresas públicas. Eso es una barbaridad. Y Mas debe saberlo porque muchas son catalanas. ¿Por qué no empezar por ellas?... El Gobierno balear se ha propuesto eliminar noventa y dos. No parece gran cosa, pero el ahorro supone ciento quince millones y la medida es un ejemplo para los gobernantes que a la hora de imponer recortes solo se fijan en los más débiles.

En estas circunstancias imagino que el Inserso habrá suspendido sus ofertas de viajes por las playas y las capitales catalanas. Lo contrario supondría declararlas desplazamientos de alto riesgo.

Porque está visto que en esta Cataluña que cada vez se entiende menos, sobre todo cuando Mas deja de hablar en catalán, no se puede ser ni viejo ni torero.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Horas de tele

Como los telediarios de las diferentes televisiones, oficiales y privadas, cada vez se parecen más entre sí, a algún genial directivo recién incorporado al staff de las decisiones, se le ha debido ocurrir la peregrina idea de levantar a los presentadores de los asientos que siempre ocuparon paseándolos por largas pasarelas.

Una auténtica faena a las caras bonitas y los bustos esculturales de las locutoras con piernas feas. De pie no se mostró nunca mas que al hombre del tiempo, desde aquel Mariano Medina del que malévolamente se contaba que lo sorprendió un día un enfurecido marinero entrando en el plató con una astilla en la mano increpándole a voz en grito “¡Con que marejadilla en el Cantábrico, eh!”.

Suceso imposible porque don Mariano era un meteorólogo tan excelente como Julio Marvizón en “Telesur”.

Pasando por encima de la postura equidistante e imparcial a que me obliga mi pertenencia antigua al mundo televisivo, no puedo evitar algunas observaciones destinadas a completar este movimiento innovador:

Debería evitarse toda presunción personal. Me decía un concejal de no se qué sitio al que acababan de nombrar delegado del Servicio de Extinción de Incendios:
“Esta claro que si me dicen que se está quemando la torre de la iglesia yo cojo a mis bomberos y los mando rápidamente a sofocar el fuego”
Hacía un cuarto de hora que había recibido el nombramiento y ya los bomberos eran suyos.

Me acuerdo de esto siempre que la presentadora de turno avisa desde la pantalla. “Y ahora, unos minutos de publicidad. No me dejen, por favor” o “Antes de empezar les voy a resumir los temas que traigo hoy”…
Ni se va ella. Ni trae ella solita nada de nada. Los programas los hacen los redactores, los técnicos, los colaboradores diversos…mucha gente que no se ve además del presentador o la presentadora que ponen la carita ante las cámaras y que, por ello, jamás deberían dirigirse a los telespectadores en singular.

Otra cosa más:Los comentaristas de las transmisiones en directo deberían ponerse siempre en el lugar del público receptor y no describir lo que éste ve ni mencionar lo que está oyendo.

Suele ser habitual que el locutor que describe una corrida de toros cuando salta el pasodoble si, como por desgracia sucede, ignora el título de la partitura, supere su ignorancia diciendo “suena la música”.

La frase como puede comprenderse es absolutamente imprescindible para tranquilizar a los telespectadores que se puedan preguntar qué es ese ruido.

Son meras opiniones.Los jóvenes y dinámicos ejecutivos no me harán ni puñetero caso.Me da igual. Me inquieta mucho más que mi nieta haya escondido el mando y ahora no recuerde dónde lo ha puesto.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Campos de soledad.

A las ocho sonaban las sirenas. No eran los aullidos de las ambulancias. Ni las alertas de la proximidad de los patrulleros de la policía. Se trataba de las sirenas industriales que atronaban el aire anunciando la entrada de los obreros en las fábricas.

Se oían hasta en la plaza de San Lorenzo. A las puertas del templo del Señor del Gran Poder. Porque había fábricas y talleres importantes en la cercana calle Torneo y en San Vicente… y hasta en Teodosio.

Hoy no queda nada de eso. La trompetería ululante que anunciaba el comienzo del turno laboral no existe. Nadie entra al trabajo porque no lo hay. Los únicos que tienen un puesto son los políticos, pero no necesitan sirena. No tienen que picar. Y faltan a sus obligaciones cuando les da la gana.

Viendo la televisión estaba yo en los momentos inmediatamente anteriores a sentarme ante el ordenador y se me ha quedado en la retina la imagen desoladora del hemiciclo vacío que recogían las cámaras en la transmisión directa desde el Congreso. Se debatía ese impuesto imperfecto (lo dice hasta Rubalcaba) del patrimonio. Nueva carga fiscal para unos inexistentes ricos porque los ricos se han ido de España o se han quedado en ella, pero se saltan el tributo a la torera protegiendo sus dineros en sociedades anónimas o en esas inexpugnables Sicavs.(Sociedades de inversión de capital variable) contra las que no puede el Fisco.

Hablaba Rosa Díez. Escuchaba una hierática Ministra de Economía escondiendo el rubor que probablemente le producían las palabras de la oradora en una forzada sonrisa. Y el vacío era terrorífico.

Ya ni los que viven del presupuesto van a trabajar. Por eso no hay talleres ni fábricas cerca del barrio de San Lorenzo. Ni en los pueblos donde antes los había. Antonio Burgos lo recordaba el otro día en su Recuadro de ABC. Vino este verano en un tren desde Córdoba a Sevilla por la vía antigua. Y le dio pena ver el paisaje que se ofrece por Posadas, Palma del Río, Peñaflor, Lora, Los Rosales, La Rinconada…fábricas cerradas, azucareras abandonadas y en ruinas, silos antiguos, inservibles… factorías como la de azulejos de Peñaflor, clausuradas…

Inevitablemente me acordé de los versos de Rodrigo Caro: “Estos, Fabio, ay dolor que ves ahora, campos de soledad, mustio collado, fueron en tiempos Itálica famosa”

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Así quién va a querer ser empresario?

Este zarandeo del Euro, acaparador de noticias alarmantes y en gran medida incomprensibles, está sacando a la luz realidades incómodas en la sociedad del momento.

La preocupación alcanza los portales de nuestras casas cuando los riesgos desbordan las economías próximas y nos amenazan directamente. Las empresas cierran. El paro aumenta. Los desempleados han dejado de ser ciudadanos desconocidos para convertirse en amigos y familiares. Y no se atisban signos claros para salir de esta situación cuya solución debería trasladarse sin demora desde las esferas oficiales a las privadas

El diario The Washington Post se ha detenido el pasado fin de semana en analizar la alarmante pasividad hispana actual que abandona la postura emprendedora, en gran parte cansada de soportar pacientemente la espiral de dificultades que se ve precisado a afrontar todo aquel que quiera poner algo en marcha. fuera del empleo público.

La consecuencia es que España necesita imperiosamente dos cosas: fomentar el espíritu empresarial y liberarse de los obstáculos burocráticos. Pero a nada de ello se están dedicando los gobernantes del momento empeñados en un batiburrillo teatral de declaraciones y posturas

Sonroja recordar el conocido estudio del Banco Mundial sobre la facilidad para crear empresas en 183 países, en el que el nuestro ocupa el puesto 147. Y aumenta esta sensación vergonzante comprobar que mientras en Francia o Portugal los tramites para crear un negocio duran entre siete y ocho días, en España llegan a los 47, es decir a más de mes y medio.

Y es que, como dice un amigo mío que ha dejado de ser un modesto empresario de la construcción para instalar un almacén de chatarra:

“Lo malo es que el que se coloca en una oficina pública no solo vive de los impuestos sino que, encima, quiere hacer algo”

jueves, 15 de septiembre de 2011

Salas llevaba razón.

Y la sigue llevando. Salas es Juan Salas Tornero, presente en la actualidad en los puertos de atraque en donde echa sus amarras la Nao Victoria y sentado siempre en alguno de los sillones doctorales del magisterio cofrade.

Cuando llegó la noticia de que al Cardenal Arzobispo Carlos Amigo lo iba a sustituir en la Sede Hispalense Monseñor Asenjo, departía en una reunión de asistentes a una recepción social y dijo como frase conclusiva y elocuente “otro señor al que hay que enseñarle de qué va esto”.

Yo hablaba mucho con Juan Salas cuando ambos abandonábamos brevemente nuestras tareas profesionales que desarrollábamos en despachos próximos para desayunar en la desaparecida Cafetería America y se de su ponderación y de su acierto, tal vez no suficientemente comprendidos en su Hermandad de las Siete Palabras.

La frase la consideré acertada y el tiempo me viene confirmando mi opinión. Siempre ha sido así. Es cierto que resultaría esperpéntico que la Jerarquía Eclesiástica tuviese que realizar un cursillo de comprensión de las cofradías antes de tomar en sus manos el báculo del pastoreo arzobispal pero no sería inadecuada decisión dejarse aconsejar por expertos en vez de por clérigos obedientes y sumisos.

En pocos sectores del laicado actual, y me atrevería a decir que en ninguno, va a encontrar la Autoridad Eclesiástica un mejor clima de comprensión y deseos participativos. Y no están las cosas como para permitir enfrentamientos y disensiones.

En los corrillos cofrades y hasta en la prensa cuando aborda el tema de las hermandades circula el comentario del control que don Juan José quiere establecer para el nombramiento del pregonero. Se especula con que su actitud puede estar motivada en la confidencia que hizo el que no solía ir a Misa. Yo creo que viene de atrás. Cuando desde el escenario del Maestranza le lanzaron inconvenientes dardos que hirieron su sensibilidad.

Esto significa que su postura puede disponer de los avales de la lógica, pero modestamente, me parece que debe meditarse a la luz de la larga historia de las cofradías sevillanas y sus relaciones con la mitra, postura que haría innecesaria la recomendación de Salas aunque en modo alguno habría de desposeerla de su veterana sabiduría.

martes, 13 de septiembre de 2011

Catalanes hartos de coles

No. No voy a ir a Barcelona a la corrida de José Tomás.No me considero ni “tomasista” ni “antitomasista”, pero sí me he apartado siempre del flagelo personal.

La Feria de la Merced de Barcelona, como ya dije en este mismo Blog, alumbra en mi memoria esos gratos recuerdos de la ciudad perla del Mare Nostrum y puerta de Europa orgullosa de su cultura, hospitalaria y seductora.

Nada que ver con la que se dibuja tras la publicidad desatada por el evento taurino:
“Domingo, 25 de septiembre de 2011 a las 18:00 horas
Plaza de Toros Monumental
Es muy probable que José Tomás sea privilegiado protagonista de la última corrida que se celebre en Catalunya. ¿Vas a perdértela? El torero del momento, el maestro de maestros en la histórica plaza Monumental. Hazte con tu entrada ya”

¿Para presenciar en “Catalunya” el acto fúnebre de la ejecución de la condena a la Fiesta Nacional?.

Pues, no. Aficionado soy, masoquista, no. Y Cataluña está como para salir corriendo. Hasta los catalanes, más catalanes lo dicen ya en público y en privado. La minoría se impone sobre la mayoría y el veneno de las ideas partidistas se derrama desde el borde de la desinformación.

No es que unos desconocidos prendan fuego a la bandera de España y a la foto del rey, sino que familias abiertas por mitad viviendo una parte allí y otra en Andalucía se enfrenten irreductiblemente porque se queje la facción catalana de que le paga los impuestos a la andaluza.

Así no es extraño que el presentador del informativo matinal, el periodista Manel Fuentes, mantuviera en la emisora de la radio pública catalana una agria conversación con el catedrático de Economía, Vicenç Navarro que ha sido extraordinariamente censurada en las redes sociales.

Ni tampoco puede extrañar que economistas de prestigio como Mikel Buesa persista en la opinión que publicó en “La crisis de la España fragmentada” afirmando sin paliativos que “si Cataluña se independizara, su PIB caería un 25 por ciento.”

Son realidades que los políticos catalanes del momento no quieren ver y que los catalanes hartos de inexactitudes ocultan cada vez menos, aunque se perfile muy alejada esa tarea de recuperación que proclame la falsedad de los totalitarismos separatistas y restablezca la verdad histórica libre de odios y manipulaciones.

viernes, 9 de septiembre de 2011

La incomunicación de la comunicación.

Hay que decir eso de “¡Ay si los antiguos levantaran la cabeza!”. Cansados de comprobar por uno mismo que nos hallamos en esa aldea global ante la que los teóricos de la información se doblaban en versallescas alabanzas y que no transcurre día alguno sin que nos roce la oreja una ráfaga de ametralladora destinada a los leales a Gadafi ni serene nuestro ánimo la voz suave del Papa Benedicto que fluyen de la pequeña pantalla, nos decepciona que no podamos hablar con nuestros familiares más cercanos por culpa de unos endiablados cacharritos que ahora han dado en tener siempre en las manos.

Creo que les llaman Tablets o i Pad o Smarts Phones o ¿qué se yo?... Todavía no he aprendido a sacar todo el rendimiento que puede darme mi móvil y ahora me encuentro con eso. ¡Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!

Ignoro si dentro de cada juguete se esconde un chino o si es un soplo diabólico el que alienta la multiforme respuesta que ofrecen a quienes se consagran a su manejo; pero sí padezco una consecuencia amarga y lamentable: desde que estos chismes han entrado en mi casa hablo menos con mis hijos y, no quiero decir, con mis nietos.

Hasta no hace mucho mi competidor para mantener una charla con ellos se centraba en el televisor. Ahora también en estos artilugios que son más reducidos y, por lo tanto, más personales, y que pueden establecer contacto con el mundo mundial, pero que, fría y desabridamente, están rompiendo las amarras que me anclaban a mis seres más cercanos.

¡Menos mal que mis amigos de toda la vida, mis conocidos de Internet y mis nautas compañeros en las singladuras de esta bitácora me han manifestado su tranquilidad y satisfacción cuando han conocido que mi ausencia de ella este verano se ha debido a causas naturales!

¡Qué Dios os lo pague!. En el mundo contradictorio de la comunicación incomunicada una palmadita en la espalda se agradece.

¡Y de qué manera!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Aquel no era mi septiembre

Ese que, por lo que se ve, ha quedado atrás: el mes de los cominitos del veraneo, el que prolonga agosto con ardores de sol que aconsejan el lenitivo de la playa, pero que se había vestido de otoño anticipado haciendo sonar en el cielo el retumbe del bombo de los truenos y mojándolo todo con la prisa de un aguacero novembrino, ha seguido embutiéndose en el bañador y abultando el pecho escuálido para que le miren las adolescentes que abandonan provisionalmente la cercanía de las olas para presentarse a los exámenes de recuperación.

Yo les escribí una vez un verso que empezaba diciéndoles “Han vuelto las niñas guapas – las que fueron a la playa --- y están las calles con ellas – llenas de culitos granas… “

Hace tiempo de eso. El papel arrugado con garrapateo de otros presuntos poemillas de juventud ha llegado a mis manos arreglando unos cajones. Era la época en la que voluntariamente elegía el mes para mi reglamentario ciclo de vacaciones en la radio. A la emisora le salía barata mi ausencia porque sabía que me iba a Barcelona al Festival del Mediterráneo en el que grababa crónicas y reportajes destinados a mis programas de otoño.

Afortunadamente el señor Mas aun no había llegado ni ninguno de esos integrantes de su cuadrilla catalana separatista, amenazantes opositores de eso que le llaman la inmersión lingüística, en tanto que sumisos cultivadores del idioma de Cervantes cuando nos piden dinero al resto de los españoles.

Barcelona era la ciudad cautivadora que cantaba José Guardiola, (¿ o era Jorge Sepúlveda?) con la letra del bolero antiguo: “qué bonita es Barcelona – perla del Mediterráneo” y que sigue siendo así por encima de coyunturales opciones partidistas, cuyos autores no son capaces de medir el daño que le hacen.

Aquel era mi Septiembre. El que ha vuelto tras los sustos climáticos de los primeros días. Entonces me senté ante el ordenador y dije que retornaba yo también. Y luego me ausenté. Con una explicación que me apresuro a dar para justificarme: Cuando fui a colgar el texto siguiente en este Blog me encontré con que se había modificado y, como, según afortunada expresión de un amigo, uno no está ya para aprender, sino para olvidar, lo aparqué hasta que alguien me introdujera en el arcano de las nuevas normas.

Puede suponerse que ha sido así, de manera que me `presento otra vez y ahora confío que con continuidad.

¡Hasta luego!

jueves, 1 de septiembre de 2011

El reencuentro.


En una ocasión en que llevaron a Joaquin Carlos Lopez Lozano, a la sazón director de ABC, presidente de la Diputación y no se cuantas cosas más en aquella Sevilla de la mitad del siglo veinte a una radio recién creada y le hicieron una larga entrevista, a su término le preguntó al entrevistador, “¿Usted cree que esto lo ha oído alguien?”…

Esa es la terrible interrogante que uno se formula siempre cuando termina una alocución ante un micrófono radiofónico y la misma que me sacude ahora cuando reanudo estos escritos para ser colgados en mi bitácora tras ser interrumpidos el diecisiete del pasado Junio.

Callado me he mostrado desde entonces. No escondido ni ocioso y dedicando todo mi tiempo a la redacción de la segunda parte de la novela que publiqué la primavera pasada y que ya, según me anuncia Guadalturia, la empresa que la difundió, va por la segunda edición.

Con este nuevo trabajo amenazo, pues, a quienes puedan tener la paciencia de seguirme y no digo a partir de cuándo porque esa es materia que reservo a mi sufrido editor.

No está bonito eso de despedirse a la francesa, me apresuro a afirmar en mi descargo y menos cuando el contador de visitas alcanza el capicúa 72,027. La verdad es que no reparé en ello hasta pasados unos días de haber puesto el punto final al último escrito y ya seguí cómodamente instalado en el precipitado ciclo vacacional que ahora voluntariamente finalizo.

El patio al que me asomo está movidito y alentador y, como el de mi casa, es muy particular: cuando llueve se moja como los demás. Abro el paraguas que me pueda proteger de las merecidas reconvenciones motivadas por mi actitud y mojado como una sopa por la lluvia verdadera que hoy empuja al otoño para que anticipe su llegada, les saludo con la cascada voz del recordado Fofito: ¿Cómo están ustedes?...

viernes, 17 de junio de 2011

Lección de geografía

La luna del torito marismeño que abandonaba la manada y se iba tras ella husmeando su rastro se ruborizó como si su galán se hubiese atrevido a requebrarla con mugidos subidos de tono.Pero no era por eso, no. Que la geografía es materia importante capaz de proporcionar dolor de cabeza a los estudiantes que la subestimaron cuando llega el momemto de los exámenes finales.

No fue por el piroppo bovino,que no lo hubo, que los bóvidos bravos mugen, pitan y reburdean, segun observaron sus criadores, pero no guardan para las vacas esas galanterías, sino por la incidencia de los rayos en la atmósfera.

Lo dijeron en alta voz los que saben de estas cosas ocupando con sus comentarios el tiempo habitual concedido en las reuniones al aire libre que propician las noches del estío a los graves temas de conversación del momento.

Esa nave cósmica en la que todos estamos embarcados cruzó su rumbo con el de la lancha que boga a su lado y se produjo el fenómeno conocido como eclipse. Esta vez duró más de once minutos y fue el más largo desde el año 2000.

Cuando la sombra de nuestra nave se proyecta sobre la barquichuela de la luna, la redondez de su contorno no deja lugar a dudas. Entonces nos asomamos por la ventanilla y miramos el cielo atisbando sus secretos. Pero no parece importarnos mucho. La sombra del planeta en el que viajamos trasladada por la linterna del sol a la superficie lunar nos parece tan natural que pronto abandonamos la contemplación del espectáculo y volvemos a nuestro vaso de cerveza fresquita con caracoles.

¿En el mundo de Internet cómo va a llamarnos la atención algo tan sencillo como que la tierra se interponga entre la luna y el sol y no choquen?...

Nuestros antepasados se encogían ante estas maravillas que escapan de la mano del hombre y se repetían las inquietantes preguntas que hoy han quedado marginadas por la cotidianidad inconsciente: ¿Quienes somos?... ¿De dónde venimos?... ¿A dónde vamos?...

La barriga redonda del planeta se dibujaba sobre la superficie lunar.

- La tierra,no -dije yo ensayando una "boutade". La tierra es cuadrada.

Un chiquillo que se sentaba en un velador al lado de sus padres me miró con cara de avispado y debió suponer que mi salud mental estaba afectada seriamente.

lunes, 13 de junio de 2011

La Virgen avergonzada

- Ya usté ve - me dice empujando el carrito en el supermercado casi desierto – Todavía está la gente en el Rocío. Es que aquí la devoción es muy grande… De padres a hijos, mire usté. Y contra eso ni hay crisis ni hay ná. – Hace una pausa y sigue como si volcara en palabras la hondura de sus cavilaciones—Aunque la Virgen lo sabe. ¡Vaya si lo sabe!... ¿Por qué cree usté que este año ha querido irse a su casa tan pronto?... Una noticia histórica: la Virgen del Rocio corta su recorrido por la aldea y se refugia precipitadamente en su Santuario porque se le ha roto un varal. Eso es lo mismo que lo de la señora elegante que se tiene que ir en el metro a su piso de los Remedios porque se le ha producido un desgarrón en el vestido de alta costura que acaba de comprar en la boutique del Corte Inglés. ¡Lo mismito!... ¿Y usted cree que Ella, con la jambre que hay, con la que están pasando esas criaturas sin trabajo, con las hipotecas cada vez más altas y las pensiones cada vez más bajas… quiere esas estampitas antiguas de los curas en hombros como toreros triunfadores saliendo en Nimes por la Puerta de los Cónsules, rezándole a gritos?...

¡Ea!, vámonos ya para adentro. Que hoy es el día de San Antonio y ya estará el nuevo arzobispo de Sevilla felicitando a todos los sacerdotes que llevan ese nombre como hacía don Carlos sin que ninguna vez se le olvidase la fecha.

San Antonio,bendito.¡Casi nada!. Las niñas buscando novio. Y los paganinis apoquinando para que el nuevo presidente catalán, Artur Mas se asigne un sueldo que supera en cuatro mil euros al del nefasto Zapatero. Y además asegurando que va a contratar a cinco mil funcionarios nuevos. O sea que de bajar el déficit, rien de rien. Nada de nada.

La mujer del carrito, ama de casa de pueblo, tal vez ignore que esos medicamentos que ha obtenido en la farmacia antes de llegar al hiper suman, en conjunto, 300 euros en números redondos y, como están fabricados o distribuidos por empresas farmacéuticas de El Masnou, o Terrassa pueblos de Barcelona, el 18 por ciento, o sea 54 euros, el IVA que paga por ellos, se aplica íntegramente para atender esos dispendios y otros similares.

No sabe mucho de esto, la buena mujer. Pero su corazón lo intuye. Por eso interpreta a su manera, cargada de razón y coherencia, la hiriente situación social que algunos pretenden que presida la pródiga Madre de Pentecostés como si no pasara nada.

¡Casi nadie es ella interpretando el pensamiento de la Madre de Dios!

sábado, 11 de junio de 2011

Pentecostés en la marisma.

Ni hay dos Rocíos iguales ni puede desprenderse la devoción del sentimiento y las circunstancias de cada cual.

El encuentro es en Pentecostés. La cita, la misma siempre. La Virgen y cada uno de los que acuden para postrarse a sus plantas.

Entrará a raudales la luz irisada por ventanales y puertas abiertas.El rociero caminará hasta el altar como sonámbulo.Pisando tal vez con la torpeza del cansancio, esa alfombra irrepetible de las arenas que fueron desprendiéndose de los pies de los peregrinos que entraron antes.

Habrá un murmullo creciente de voces, de rezos, de vivas, de bisbiseo de oraciones... A su lado alguien se abrirá paso y lo hará de rodillas y verá que así viene avanzando por promesa desde la puerta... y la mujer que hizo su camino sin hablar recuperará voluntariamente la voz con un ¡viva la Virgen del Rocío! desgarrado como un llanto inconsolable.

El tendrá los ojos fijos en Ella.Y no rezará.Pero no habrá de importarle. No podrá hacerlo. Sabe que a muchos, como a él, le puede estar sucediendo lo mismo

Mirándola se irá acercando al presbiterio hasta que, entre Ella y él, se interpongan solamente los escalones y la verja cerrada que habrán de saltar los almonteños en la madrugada alta .
Subirá los primeros peldaños. Se agarrará a los hierros.
Y se quedará allí. En diálogo íntimo. Interior y mudo.

¿Qué le dice un rociero a la Virgen cuando la ve? ... Tanto... que no le dice nada.
Allí se está.Hasta la sorpresa del grito. Hasta el despertar del éxtasis con la mano amiga.


¡Cuántas confidencias desde la madera de los primeros bancos! Y desde los barrotes negros y ásperos de la verja . Qué calor impregnado en los hierros mismos en esos momentos en los que el apretón de unos dedos cerrados en crispación sobre ellos aun permanece cuando uno llega.

Allguien le puede estar diciendo, con los ojos húmedos y, en el corazón, agolpados los recuerdos :

A Ti te rezó mi gente

clavando aquí la rodilla.

Aquí te miro y se humilla

ante tu Rostro mi frente.

Aquí, con amor doliente,

doblé mi impulso bravío.

Aquí me tienes Rocío.

Y sé que, cuando no venga,

tu nombre, como una arenga,

pondrá ante Ti un hijo mío.

jueves, 9 de junio de 2011

Dias grandes en Villamanrique.

"A Nuestra Señora del Rocio se la encontró,segun nos cuenta la Historia,un cazador.Era de Villamanrique,que iba cazando.¡Vaya encuentro gozoso para contarlo !.Goro Medina era el nombre del cazador elegido que, echando suerte en la caza, hasta la Rocina vino.En un viejo árbol de aqueste lugar vió la Santa Imágen.Púsose a rezar."

Desde el martes pasado, miles de romeros pueden leer este azulejo , mostrado en la pared del Ayuntamiento del pueblo, cuando lo cruzan camino de la aldea almonteña repitiendo un acontecimiento anual declarado Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.

Málaga, Jaen, Almería, Lucena y Cabra fueron las hermandades que empezaron en la tarde del martes… diecisiete siguieron el miércoles,…veinticuatro el jueves… seis continuarán el viernes, cuando ya la primera y más antigua corporación rociera haya emprendido su camino…

Los poetas medievales solían acompañarse con una especie de violín de cinco cuerdas. Y llenaron la épica popular o juglaría coincidiendo, desde los principios del siglo trece, con la poesía de los monjes o "Mester de Clerecía".

Esta trova que es como el guión de un documental, ofrece el abanico abierto de las respuestas a las interrogantes de un hecho. que, por encima de las frías e impersonales interpretaciones históricas, perpetúa una creencia entre lo humano y lo divino. El qué de la aparición de la Virgen y el quién duplicado de la Madre de Dios que se muestra y el cazador que la contempla. El dónde del viejo árbol que se alzaba en la Rocina y el cómo de Goro Medina que postrose a rezar.Esta hermosa descripción, en la que se advierte que, para mayor comprensión en nuestra época, se ha trascrito Villamanrique allí donde en la versión inicial debería figurar Mures, su nombre hasta finales del siglo dieciséis, manifiesta distintos aspectos de la devoción rociera manriqueña:

El pueblo de Villamanrique ha deseado desde los primeros tiempos, dotar al Rocío de una carga poética, infantil si se quiere, pero tan limpia, tan pura y tan transparente como el aire de sus dehesas.

No ha necesitado que la trova de la aparición de la Virgen se reproduzca en un azulejo porque la ha conocido siempre, celosamente difundida por transmisión oral de padres a hijos.
Ha hecho así, de esta descripción antigua de la vinculación de la Virgen con sus gentes, elemento insustituible de su más querido patrimonio espiritual.
Ha sabido desposeer esta página de sus elementos simbólicos quedándose con la médula de la narración: La Virgen quiso estar en estas tierras y se valió para decirlo de la fe sencilla de un manriqueño.

Y el pueblo de Villamanrique, desde entonces, sin meterse en más, con la abierta y proverbial generosidad de sus gentes, no reclamó nada para sí, ni quiso adueñarse en exclusiva del privilegio, sino que, siguiendo el ejemplo de Goro Medina, miró a la Señora, inclinó su rodilla y se puso a rezar.

Por eso ha creído siempre que la Virgen quiso ser venerada como hoy lo es en este entorno de privilegio...que eligió para que así se supiera a un cazador del pueblo...y que, desde entonces, ha sido pionero de caminos... inventor de maneras de hacer la romería...y propulsor fiel e incansable de la devoción a la Virgen del Rocío.

Ni estaba aun la aldea, ni había camino alguno.
La nada solo era.Pero tú estabas ya.
Sanlucar no venía.Triana estaba lejos
y tu ya preparabas tu rezo y tu cantar.
Las galas primorosas de la Huelva romera
soñaban un repique de alegre despertar.
No había Simpecados en carretas de plata
y tu ya te lanzabas dichosa a caminar.
Por eso vienen hoy tus hijos esparcidos
en todos los rincones del límpido solar.
Y tu, Villamanrique, la madre rociera,
te abres, generosa,con gozo de Hermandad.

martes, 7 de junio de 2011

Un despiste imperdonable.

Mío, por supuesto. José Maria Toro, director de Guadalturia, la empresa editorial que me ha publicado mi último libro, me invitó a la presentación del de mi dilecto antiguo compañero Julio Martínez Velasco, pidiéndome que interviniera, junto a Nicolás Salas y Joaquín Arbide, pronunciando unas palabras en el acto.

Nicolás recordaría el tiempo que pasaron juntos en el ABC, Arbide, su actividad como crítico teatral y yo sus colaboraciones como investigador cofrade.

Me gustó la idea y preparé a fondo cuanto iba a decir centrándolo en sus seriales en el periódico, sobre todo en aquel que título “Radiografía emocionada de la túnica” y sus trabajos sobre la vida y la obra de Juan Manuel Rodriguez Ojeda, frutos estos del anterior.

Incluso proyecté un eslabón de enlace con cuanto dijera Joaquín en torno a su prolífica y documentada aportación en la crítica teatral rememorando el análisis que hizo de “Otelo, el moro”, la versión que escribió García Montero de la obra de Shakespeare que dirigió para el CAT Emilio Hernández y en la que mi hijo Antonio Garrido encabezaba su primer reparto en el papel de Yago, junto a Juan Manuel Lara que hacía el celoso musulmán veneciano e Irene Pozo que interpretaba a Desdémona.

De aquí pasaría a su faceta de autor teatral rememorando su ingeniosa “Pipirijaina del Titirimundi”, cristobitas de la sierra y la marisma, teatro de guignol que utilizó para estrenar en el salón de actos de Radio Popular en la calle Vírgenes “La primera aventura de Don Juan”.

Ocurrió esto en Noviembre de 1972. Así que una foto de aquellos días en torno al cartel de las marionetas en la que ambos nos mostramos sonrientes, mucho más jóvenes y luciendo las pobladas patillas a lo Beatle, que entonces estaban tan de moda, me servirían para situar con oportunidad el comienzo de mis palabras.

Este era el propósito en líneas generales. No contaba con mi tradicional despiste. En mi agenda había anotado también otra presentación de novedad editorial, la de Juan Miguel Vega, tan amigo como Julio e igualmente admirado,de su obra “Sevillanos” a celebrar al día siguiente.

No consulté la agenda.Y me fui a la que no era y dejé de ir a la que era.

O sea que me anticipé veinticuatro horas al acto de Juan Miguel y ya me pareció una descortesía llegar tarde al de Julio.

Aquí tengo los folios que redacté para él a los que miro con la desazón de lo irreparable.
En esta ocasión, el Blog me sirve para, avergonzado, pedir disculpas.

sábado, 4 de junio de 2011

Córdoba, romana, mora y rociera.

La hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Córdoba partió el pasado jueves 2 de junio hacia la aldea almonteña, siendo un año más, la primera de las que se ponen en camino.

Ángel Roldán Serrano, fotoperiodista de la ciudad de la Mezquita, ha captado una sugerente colección de imágenes de la Misa de Romeros, el inicio de la procesión por las calles cordobesas y la estación ante el Ayuntamiento y la iglesia de San Pablo.

Esto me ha hecho mirar atrás. Hasta el 2007 cuando me encargaron pronunciar el Pregón de la salida de ese año. Entonces me puse a revisar papeles antiguos y supe que la corporación había nacido a finales de los veinte y tomó cuerpo en la primavera de mil novecientos treinta y tres.

Setenta y ocho años han pasado, pues, desde que el grupo de rocieros cordobeses que tomaron sobre sus hombros la ilusionante tarea de dar forma a la idea organizativa contaba entre sus filas nada menos que al histórico rejoneador Antonio Cañero, los famosos toreros Rafael Guerra “Guerrita” y Rafael González “Machaquito” y al inconmensurable pintor Julio Romero de Torres al que se atribuye la autoría del lienzo en el que aparece la Virgen en su original Simpecado.

La Córdoba callada y seria afronta una vez más su larga caminata que la trae hecha hermandad peregrinante a la orilla de la Giralda para seguir hacia Villamanrique y enfilar la Raya.

Córdoba y Sevilla. Emilio García Gómez recordaba aquello de que en tiempos árabes se decía que si un sabio moría en Sevilla, sus libros eran llevados a vender a Córdoba y que, si un músico fallecía en Córdoba, sus instrumentos se vendían en Sevilla.

Cuenta Garcia Lorca en una de sus “Canciones de jinete” la dificultad de llegar a la Córdoba fantasmal, la blanca ciudad de la historia gloriosa y triste y sigue dicioendo García Gómez que hay otros versos lorquianos que sugieren una mezcla de turbio ensueño y de clara evidencia monumental que se aúnan en la ciudad al par triunfal y doliente. Están en el “Romancero gitano” y concluyen en un poema titulado “San Rafael” que dice así:

Pero Córdoba no tiembla
bajo el misterio confuso
pues, si la sombra levanta,
la arquitectura del humo
un pie de mármol afirma
su casto fulgor enjuto.

miércoles, 1 de junio de 2011

Y sigue soñando la margarita.

Están aparcados en rincones que acaricia el sol dejándose ganar por la sombra que los protege. Se llaman remolques. Convendría añadirles un complemento a modo de adjetivo calificativo: remolques rocieros. Porque han canjeado su primitiva misión al servicio de las labores del campo, por la de sustitutos de las primitivas carretas del camino del Rocío.Los más crecidos, los más desarrollados adoptan un sustantivo distinto: carriolas. De aquellos bamboleantes carros empinados con el techo ondulado de lona a los que se uncían parejas de bueyes, se ha pasado a estas modernas construcciones rodantes. Ingenios que son como pisos adosados en dos alturas de cualquier barriada suburbial.

Ocupan cerca de las aceras generosos espacios, en días anteriores reservados a vehículos de gran tamaño y es posible que, delante de cada una, ya se muestre en su sitio el hacendoso tractor hecho a tirar de las rejas que arañan la tierra o a esparcir sobre ella semillas prometedoras de cosechas que habrá pedido un adelanto de sus vacaciones como es costumbre seguida por quienes durante el resto de las jornadas anuales desafían en su interior calores y tormentas sin interrumpir las labores que les pide el campo.

El Rocio es todo el año. Así lo pregonan en su mudez estos vehículos. El Rocio de la gente sencilla que inaugura una hucha recién terminado el camino de vuelta para poder desplazarse hasta las plantas de la Blanca Paloma cuando llegue el siguiente Pentecostés.

Cerca de la carriola, varada junto a la acera, un ama de casa esperará el momento de trasladar a su frigorífico el costo de toda la romería que habrá ido cocinando en ilusionadas horas anteriores y ya está empezando a estorbar en la cocina.

El martes siete llegarán las hermandades que inician el luminoso desfile (Málaga, Jaén, Almería, Lucena y Cabra) a la puerta de la Iglesia parroquial de Santa Maria Magdalena de Villamanrique de la Condesa ante la que se hallará formada con varas e insignias la Junta de Gobierno de la Primera, Real, Imperial y más antigua Hermandad rociera. Acabarán de dar las seis de la tarde. Empezará en ese momento un espectáculo indescriptible de profundo sabor romero honrado con el título de Fiesta de Interés Turístico de Andalucía que se prolongará hasta las nueve de ese día para continuar en los siguientes, del miércoles al viernes, desde las diez de la mañana.

Caballos, carros, enganches a la larga y a la media potencia… vetustas carretas arrastradas por pacientes bueyes… simpecados bellísimos en templetes argénteos… toda una Andalucía abierta a los rumbos del mundo integra esta caravana incomparable.

Las carriolas de los pueblos habrán dejado el hueco triste de su ausencia. Rodarán con ellos. Y, si en vez del rugido de los motores de sus tractores se escuchan mugidos de toros mansos, nadie se mostrará sorprendido.

domingo, 29 de mayo de 2011

El maestro Juan Borrero.

Anda con pasitos cortos y la mirada perdida en un horizonte que pudiera ser el ruedo de la Maestranza porque parece un torero retirado que conserva el garbo de los hombres vestidos de luces, pero que termina en un taller de orfebrería capaz de producir enseñas de coronaciones pontificias o copias argénteas a tamaño reducido de la carreta del Rocio de Triana.Se llama Juan Borrero y fue también capataz experto de las cuadrillas de costaleros de ese barrio que sabe conceder identidad propia a las tradiciones y los sentimientos.

Ayer estuve con él. Me acompañaba mi hijo Antonio, sometido ya por breve plazo a la tortura ortopédica del collarín rígido que le aprisiona el cuello y oculta la minúscula incisión que le practicara el doctor Trujillo Madroñal para operarle magistralmente dos vertebras cervicales.

-Secuelas de costaleros – dije para rematar la descripción de la cirugía.

-De costaleros mal igualados – repuso sin titubear el maestro Borrero.

Se interesó luego por el puesto que ha venido ocupando Antonio los cerca de la veintena de años que se ha puesto la faja y el costal y, al saber que iba, por su altura, de patero en la delantera del paso de Cristo hizo unas reflexiones que pueden articularse como conferencia doctoral para el conocimiento de la técnica de mandar pasos.

-Conviene que ese trabajo se haga sin la incomodidad de los kilos. Cada uno de esos costaleros debe llevar a su lado un fijador fornido. Y detrás, un costero igualmente poderoso. Así caminará a gusto e imprimirá delicadeza a los movimientos que le ordene su capataz.

Entró, a partir de ahí, la conversación por los vericuetos en los que se internan los que conocen a fondo el admirable mundo de las trabajaderas y el orfebre capataz añadió otro precepto más a su lúcida exposición:

-Los costaleros se lesionan cuando los capataces no aprecian el estado de su cuadrilla mezclándose con ellos bajo los palos. Hay que medir desde dentro para saber mandar desde fuera.

- Hay que saber – concluí yo.

Borrero me miró y él, tan serio y con tanto gesto suyo de pocos amigos, esbozó esa sonrisa humilde de todos los hombres que son auténticamente grandes.