viernes, 31 de octubre de 2008

Más del Gran Poder

Los comentarios recibidos tras la “entrada” de ayer me han ratificado en un convencimiento que tengo desde las primeras horas de vida de este Blog: Algunos textos los terminan los amables visitantes de la bitácora.

Ayer escribía “Angelmo”: “Qué bonito: Los cepillos de limosna de la Basílica del Gran Poder usados como Buzón del Correo de Dios”.

Y, más adelante, “desde la Giralda” añadía: “En el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén me quedé con las ganas de leer algunos de los miles de papelitos que ponen los judíos”.

Ambas comunicaciones me han hecho reflexionar . Las dos coincidiendo en que continuamente el ser humano demuestra con su comportamiento la existencia de Dios del que procede, cuya semilla anida en su pecho y con el que mantiene irrefrenables deseos de comunicación.

La primera, además, traslada a la petición la dádiva. Los papelitos no se depositan a las plantas del Señor, sino unidos a las monedas que se echan en el cepillo petitorio. Es como un repetido “do ut des”, “yo te doy, dame tu”. Como trasladar a la necesidad espiritual la costumbre material. La vida nos enseña por desgracia que nadie da algo a cambio de nada. Y esta enseñanza la llevamos a nuestras relaciones con Dios, olvidando que es Padre, que se hizo hombre como nosotros y que murió por todos gratuitamente en la cruz.

Es bonito usar los cepillos de limosna como Buzón del Correo de Dios. Como nuevo Muro de las Lamentaciones. Ahora bien, con una profunda diferencia: el final de las misivas. No se dónde terminan los diminutos mensajes que los judíos redactarán en caracteres hebreos introduciéndolos multidoblados en las rendijas del bíblico muro. Pero sí he sabido la trayectoria que siguen los sevillanos papelitos de la Basílica antes de ser destruidos: se rozan por el talón del pie bendito de la imagen, ese que besan con unción sus visitantes cuando suben al interior del camarín.

Los cristianos en Sevilla repiten la costumbre antigua de la primera de las religiones del libro con este mejoramiento sustancial. Yo diría que estos devotos del Gran Poder hacen lo mismo que vienen haciendo los judíos, pero mejor. Copian una costumbre ignorando que existe un original primitivo. Y, desde luego, perpetúan esta ansia reveladora de la existencia del Ser Supremo.

Convertido en el Señor de rostro ennegrecido de dolor y sufrimiento se le ve en estas fechas más cercano en su altar provisional de Santa Rosalía. Y me contaron que, ante El, estaban el otro día muy de mañana dos hombres pidiéndole en alta voz: Uno, la solución para poder atender un pago aplazado de un frigorífico de 150 Euros. El otro, los recursos para pagar a un acreedor 2,500. Y como la insistencia del primero era acuciante, el segundo se sacó del bolsillo un billete de 200 Euros y alargándoselo lo despidió amablemente diciéndole:

-- Anda. No me des la vuelta. Y vete corriendo que no quiero que me lo distraigas.

jueves, 30 de octubre de 2008

Una página del Boletín del Gran Poder

Se me estaban revolviendo las tripas con un comentario que escuchaba por la radio en torno al expolio al que nos someten los catalanes a quienes va a parar el bocado mayor de la carga impositiva del resto de los españoles para que lo rieguen en sus caprichosos dispendios, entre los que se cuentan no solo el tuneo del coche de lujo y el despacho de potentado al que me refería en una “entrada” anterior, sino las embajadas que están abriendo donde se les antoja y, entre otros sitios alejados, en Méjico.

En tropel se me revelaban las malas ideas, cuando, a poco de tomar la saludable medida de apagar el receptor, tropecé con el cuadernillo de la Hermandad del Gran Poder. Y fue como un bálsamo que me serenó el ánimo.

Es el último que han editado. El de octubre. Todo un folleto de veinte páginas con acertado diseño editorial y excelentes reproducciones a color que la Hermandad, sin embargo, humildemente, denomina Hoja Informativa. Esta es la número sesenta y tres.

La repasé distraídamente hasta que me atrajo un titular “Papelitos para el Señor”, una colaboración del hermano clavero en la que, en los primeros renglones, precisa su cometido que no es otro que ejercer la clavería, dignidad antigua de las órdenes militares reservada a los caballeros custodios del castillo principal, pero que, en la práctica de la Hermandad, llaman así al recuento de las limosnas de los cepillos de la Basílica.

Sigue el relato ponderando el valor de estos óbolos, sustento de las Obras sociales que siempre tienen emprendidas y llega al fin al tema central del artículo, los papelitos que algunos donantes introducen por las ranuras junto con las monedas y que son como breves mensajes oracionales dirigidos al Señor.

Confiesa el autor que, por respeto a la confidencialidad, no suele ojearlos, pero que de vez en cuando abre alguno y lo lee a sus compañeros comprobando siempre el cariño y la confianza que se manifiestan a la imagen venerada. Que se le pide mucho, desde aprobar un examen de selectividad hasta por la peor enfermedad y que se le da muchas gracias por todo: la familia, los hijos, las cosas que se tienen.
Es emocionante, concluye.

Un día se preguntaron qué hacer con estas diminutas misivas y resolvieron que, antes de deshacerse de ellas, al finalizar el recuento de las monedas, debían pasarlas por el talón del Señor. Y así convirtieron en besos los renglones que pedían y las palabras que daban las gracias.

Todo un testimonio de fe, de delicadeza y de amor.

Añade el clavero: son las cosas bonitas que ocurren en nuestra Hermandad.

Añado yo: gracias, clavero, por haberlo contado.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Como en los tiempos de Franco

Los cofrades antiguos, esos que guardan anécdotas sabrosas y hechos singulares en los archivos de sus memorias, podrán evocar con facilidad la figura bondadosa del ilustre abogado sevillano don Tomás de Aquino García y García, cristiano de fe arraigada y comprometida y nazareno riguroso tanto envuelto en su túnica como a cara descubierta, que, como consecuencia afectiva de su humildad, era conocido como don Tomasito.

De fiscal de paso iba en una procesión del Santo Entierro delante de la Canina cuando al llegar a la Plaza de San Francisco columbró la figura inconfundible de doña Carmen sentada en el palco de honor del Ayuntamiento.

Doña Carmen, en la época de don Tomasito solo podía ser ella porque la otra doña que había no era Carmen,sino Concha, doña Concha Piquer. Y, como no estaba anunciada para el Domingo de Resurrección ni en el Teatro San Fernando ni en el Cervantes, y, además, por mucho que fuera aplaudida como canzonetista, carecía de avales suficientes para recibir los honores reservados a la Primera Dama, sin duda alguna, se trataba de ésta. La mismísima Doña Carmen Polo, excelentísima señora esposa del Caudillo de España.

Don Tomasito debió alisarse la cola larga de la severa túnica y advertir del hecho al capataz de la cuadrilla de costaleros. Llegaron a la altura del palco y mando detener el paso. Prohibió que lo arriaran.Ordenó que fuese girado lentamente sobre los pies hasta enfrentarlo con el palco y luego que avanzara un tanto hasta que rozase sus terciopelos. Así se hizo y así la ilustre dama tuvo cerca cerquísima la figura delgada delgadísima de la canina del dolor de cabeza.

Para el bueno de don Tomás el hecho era tan inocente como la sonrisa de un niño. Para los afectos al Régimen, escondía un sibilino y subliminal mensaje que cada cual interpretaba a su manera. Don Tomasito debió haberlo pasado bastante mal.

Ayer me he acordado de esta anécdota cuando he sabido que la Moncloa está reaccionando con especial dureza frente a algunos medios de comunicación, a los que considera “demasiado críticos”. Pero no tanto por su actitud con el Gobierno sino con la persona del presidente, y con la de su mujer, Sonsoles Espinosa.

Esas reacciones se han producido cuando dichos medios han personalizado en José Luis Rodríguez Zapatero, y no en “el Gobierno”, como sería el deseo de La Moncloa, problemas más delicados, como por ejemplo las dificultades que sufre la economía, la debilidad de nuestra política exterior, el conflicto con los jueces, etc.

Y especialmente “intolerable” les resulta cualquier información que afecte a doña Sonsoles . Como las que tienen que ver, por ejemplo, con la dotación presupuestaria para sus asesores, los viajes con ocasión de sus actuaciones como cantante, las visitas de compras a Londres y las vacaciones de la familia.

Ignoro si la impremeditada decisión del fiscal nazareno del primer paso del Santo Entierro le llevó a declarar ante la inquietante Brigada Político Social, pero supongo que, después de lo que acabo de transcribir, y aunque pueda parecer increíble, nadie se atreverá a seguir llamando a la señora Zapatero Madame Gorgoritos, si no quiere recibir la visita de los antidisturbios.

martes, 28 de octubre de 2008

Bien por el párroco de la Magdalena

Don Antonio Fernández Estévez, párroco de la Magdalena, llevaba cuatro años buscando fondos en la Consejería de Cultura y en entidades privadas para restaurar el retablo del altar mayor, el más grande de Sevilla después del de la Catedral, pero sus gestiones no han dado resultado. Y, al final ha decidido abrir una cuenta e invitar a la feligresía a colaborar, iniciando ya estos trabajos el pasado septiembre con los primeros ingresos que ha conseguido por este medio.

Para comprender su urgencia hay que considerar que un informe técnico califica de "muy malo" el estado de esta joya del barroco sevillano atribuida en su conjunto a Pedro Duque Cornejo (y otros) que data de entre 1709 y 1724.

Un equipo de cuatro técnicos se afana desde el mes pasado en la restauración de cuatro imágenes señeras del retablo empezando por la escultura que representa a la Santa que da nombre al antiguo templo conventual dominico de San Pablo, santa María Magdalena, obra de Felipe Malo de Molina.

Es de esperar que en la cuenta que el celoso párroco ha abierto para recoger las ayudas voluntarias destinadas a la financiación de este proyecto vayan cayendo las generosas aportaciones de cuantos feligreses y no feligreses se sientan atraídos por esta labor que, (atención al recuerdo para marginar la candidez) deben producir las necesarias bonificaciones en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta, a que ya hacía yo referencia en la serie que a las relaciones con el Fisco dediqué en este Blog y que produjo posteriormente los interesantes e-mails de José Antonio Salas Caamaño de la Hermandad de San Roque, Fernando Briones de la Blanca, Mayordomo del Cachorro y otros queridos cofrades economistas.

Bien, muy bien por el cura y mal muy mal por algunos comentarios enviados como coletilla de la versión en Internet del reportaje periodístico que detalla esta noticia por aquellos que esconden su rostro gallardamente tras el embozo de la capa del seudónimo.

El argumento se repite en todos ellos y no creo que se merezcan que me tome la molestia de reproducirlos punto por punto. Vienen a decir que los impuestos están para otras atenciones y que si los católicos queremos adecentar nuestras iglesias que nos rasquemos el bolsillo.

Total el maniqueísmo de siempre. Los que no estamos de acuerdo con esa despreciable versión de los tiempos modernos de la bíblica matanza de los inocentes, que es el aborto organizado, que nos aguantemos si se paga con nuestros tributos. Y, si nuestros impuestos sirven para el despilfarro de los políticos nacionalistas, a jorobarse tocan que por algo le ceden sus votos al partido gobernante para que permanezca en el poder.

La restauración de los altares mayores que se pague con limosnas por muchas obras de arte que contengan y por mucho que éstas sean el testimonio de cultura y religiosidad que recibimos en herencia de aquellos que nos precedieron y que, con menos medios, podían o no ser creyentes, pero eran, por lo menos, sensibles, prudentes e ilustrados.

lunes, 27 de octubre de 2008

Hacienda, siempre inoportuna.

Ya hablé en una ocasión de las ingeniosas bromas de los grafiteros completando mensajes de publicidad o de propaganda política. Eso de “Te Hornimans, bueno hasta la última gota” y el complemento del grafitero bromista escribiendo a continuación “¿y qué le pasa a la última gota?”… o “Muerte al cerdo de Carrillo” y el comunista garrapateando el graffiti para quitar amenaza al letrero: “Cuidado, Carrillo, que te quieren matar el cerdo”.

Hoy me viene muy bien para lo que quiero escribir aquello de la prevención de la escalada de incendios que decía “Cuando un monte se quema, algo suyo se quema” y de las dos palabras que aparecieron a poco de ser fijado el cartel sobre el soporte de publicidad exterior: … señor conde”.

Sí, porque en el suplemento a color de uno de los periódicos del domingo aparece a toda página un anuncio de la Agencia Tributaria apelando a la sensibilidad cívica de los lectores para que paguemos religiosamente nuestros impuestos y resulta que dejé la revista abierta y a su lado una ráfaga de viento vino a emparejar un artículo de otro periódico que le venía al pelo.

Tras gastarse 20.000 euros con cargo al presupuesto para tunear su coche oficial, el independentista catalán Ernest Benach ha lamentado la "falsa", según dice, polémica. El presidente del Parlamento de Cataluña ha asegurado que este importante gasto en plena crisis no es un capricho personal sino que su cargo exige el uso de determinadas infraestructuras en su vehículo.

Por otro lado, El PP ha acusado a la Xunta de mentir para justificar la compra de un nuevo Audi a Touriño. Aunque el ejecutivo nacionalista gallego ya había adquirido otros vehículos para disfrute del mencionado y ahorrativo prohombre de la política galaica, Touriño ha invertido ahora 480.000 euros del erario público en la compra de su cuarto coche oficial.

Y,por si fuera poco, ha trascendido que el Consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat Joan Saura, ha destinado 31 millones de Euros a la reforma de la sede de Interior y cobra 21,605 Euros al año,como dietas de desplazamiento pese a tener coche ofical,todo lo cual no debe extrañar al presidente José Montilla que disfruta de la misma cantidad, aunque igualmente dispone de un lujoso vehículo oficial y menos al ínclito Joseph (léase Yosef) Carod Rovira que cobra más: 28.090 Euros porque reside a más de ochenta kilómetros de Barcelona.

Lo dicho: Cuando un monte se quema… algo suyo se quema, señor conde.
El mensaje de la campaña de Hacienda que afirma “…con la convicción de todos sobre la importancia de pagar nuestros impuestos es como crece el bienestar” podría transformarse con facilidad en un slogan actualizado que tuviera como protagonista al antiguo barrendero y hoy político nacionalista Ernest Benach.
Y seguir con otras frases contundentes de recuerdo fácil como las que se acuñan para las manifestaciones callejeras que girasen en torno a las ejemplares posturas que acabo de recoger y a otras muchas del despilfarro nacionalista.
Todo muy estimulante para hacer caso a la Agencia Tributaria.

El primero de estos slogans adaptado a las circunstancias podría ser:
“El pagar nuestros impuestos desarrolla su bienestar… señor Benach”

sábado, 25 de octubre de 2008

Coincidencias.

En ocasiones resulta angustioso.Si se está viendo la tele y se ponen a charlar al lado, lo normal es que se suba la voz y que entren los que hablan en una competencia de volumen sonoro con los que disertan desde la pantalla. Habitual es también el protagonismo del mando y el intento de compensar el sonido con lo que, automáticamente, elevan su voz los parlantes.

A veces ocurre. Los de las notas hertzianas no lo aprecian y, por tanto, no lo pueden remediar.Los del entorno doméstico, sí. Y suelen hacerlo. Pero mientras tanto el telespectador atento ha perdido una parte sustancial del mensaje televisado.

Acaba de sucederme.Hablaba ese distinguido político con cuyo apellido se llama a los reyes rusos… luego Montoro, un ex ministro que sabe tela de economía y por último un encumbrado sindicalista. Los dos primeros se referían al aumento de la tasa de paro. Ya digo que perdí un fragmento alargado de sus frases pero advertí la coincidencia de ambos en un vocablo: “vertiginoso”.

Me pareció acertado y descriptivo. También, preocupante. España está a la cabeza del desempleo en la Comunidad Europea. La tasa del tercer trimestre se ha disparado hasta el 11,33%. Nunca el paro había crecido a un ritmo tan rápido en nuestro país y las Cámaras de Comercio pronostican que al concluir 2008 alcanzará el 12 %.

Luego, en otro flash informativo, apareció el sindicalista con una carpeta en las manos. Supuse que era un plan para atajarlo.Pero me equivoqué. No contenía ninguna interpelación sobre los despidos de la crisis. Mi interpretación era incorrecta. Se trataba de un documento de apoyo al plan del juez Garzón para que éste continuase con la macabra labor que se ha impuesto. Postura que al magistrado habrá de ayudarle sicológicamente ahora que debe causarle incomodidad la cuña de la misma madera que ha encontrado en su camino sin obstáculos, pero que convendría conocer qué piensan de ella los parados.

Con esta atención tan obligadamente dispersa me acordé de la decisión de un antiguo conocido, agente de publicidad, cuya posición filosófica me transmitió un día que también se encuadraba en un ciclo de crisis y estrechuras.

--- Yo, en épocas como ésta, cambio el objetivo de mi trabajo en la calle. – Me decía - Cuando los problemas económicos llegan y nadie quiere gastar un duro, me dedico a los muertos. En vez de contratar reclamos, contrato mortuorias. Los muertos son los únicos que no escriben después una carta de reclamaciones.
- Y añadía- No me dan miedo. Los que me preocupan son algunos vivos que tengo a mí alrededor.

Pues,sí.

viernes, 24 de octubre de 2008

Zoido y el Cardenal Segura

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, alertó hoy de la aparición de un nuevo foco de prostitución en la calle Trastamara de la capital hispalense, y consideró "lamentable" que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, "mire para otro lado en lugar de atajar este grave problema".

Zoido criticó "la situación de inseguridad, los escándalos, el tráfico de drogas y las peleas" que se producen a consecuencia de esta actividad.
(De la prensa)

Apenas he leído esta noticia, que recojo de la versión para Internet de uno de los periódicos donde ha sido publicada, he evocado la figura imponente del eminentísimo y reverendísimo señor doctor don Pedro, Cardenal Segura y Saenz,Arzobispo de Sevilla.

¿Y qué tiene que ver el Cardenal Segura a quien los jóvenes tal vez no recuerden con el entusiasta y trabajador político portavoz del PP?... Pues lo vamos a ver enseguida trayendo a la memoria un luminoso espectáculo teatral que no me atrevo a precisar si se desarrollaba sobre el escenario del San Fernando o del Cervantes, pero sí rememoro que se llamaba “La Blanca Doble” y contaba con un chispeante libreto debido a la fecunda inspiración de Enrique Paradas y Joaquín Jiménez y una muy pegadiza partitura original del aplaudido maestro Jacinto Guerrero.

Era una revista, aunque aparecía en los carteles como humorada cómico lírica, que puede erigirse hoy como paradigma del éxito arrollador que cosechó este género en los teatros de los finales de aquellos años cuarenta, con atrevidos centímetros de menos en los escotes y las faldas de las jovencísimas y atractivas componentes del cuerpo de baile o de las vicetiples, escultural presencia de la protagonista femenina y desvergonzados actores humoristas.

Todo esto, preparado concienzudamente para hacer las delicias de los espectadores.

Naturalmente encontró desde el primer momento el rechazo frontal del purpurado, hombre de gran rectitud, fuerte carácter y católico intransigente, que si se oponía al fascismo y demostraba continuamente su carencia de tacto diplomático originando enfrentamientos con los poderes establecidos, primero con las autoridades de la República, más tarde con la dictadura del general Franco y en más de una ocasión con la Santa Sede, poco le importaba hacer la crítica más despiadada de un atrevido espectáculo teatral con muchachas generosamente destapadas y diálogos provocativos.

Muy probablemente el Cardenal no fue nunca espectador de aquello, ni siquiera perdió su valioso tiempo en ojear el libreto. Habló y comentó siempre por referencias. Eso sí: De personas discretas y de su total confianza porque, aunque ya dejó escrito su biógrafo, el recientemente desaparecido canónigo y periodista Francisco Gil Delgado, que su carácter, recio, austero y escasamente dúctil, apenas se dulcificó durante su vida, fue de lealtades incondicionadas.

Pero como la comunicación siempre ha funcionado así, las soflamas del Cardenal Arzobispo servían paradójicamente para lo contrario que él deseaba: como sugestivos traylers del espectáculo. Que don Pedro aprovechaba la Sabatina en la Catedral para lanzar anatemas sobre “La Blanca Doble”, al domingo siguiente se acababan las entradas para las dos funciones. Que el Cardenal hablaba de otra cosa, empezaba a flojear la taquilla.

En todo esto pensé cuando al final de la denuncia justificada del edil del PP se invitaba a los lectores a enviar sus comentarios y el primero decía:

Gracias Zoido,desconocía este sitio .
(Pepe el Putero 22.10.2008, 14:49 )

jueves, 23 de octubre de 2008

De cine.

Me confieso admirador profundo de José Luis Garci. El y Mercero son los directores con los que me gustaría haber trabajado en la especialidad que me pidieran.Como guionista, como ayudante de dirección, como meritorio… hasta como actor.

De Garci guardo imborrables experiencias fílmicas como simple espectador desde ya aquellos lejanos años setenta cuando las pantallas de los cines recogían sin la agobiante competencia de la televisión producciones tan irrepetibles como “Asignatura pendiente” o “Solos en la Madrugada”. Por eso no me extrañó en absoluto su triunfo internacional con “Volver a empezar” película que en 1982 lo situó en primerísimo término como guionista y director.

Ahora estoy esperando solazarme con su última aportación a la historia del cine hispano, el largo metraje “Sangre de mayo” que ha rodado con un amplio reparto en el que participan Quim Gutiérrez, Paula Echevarría, Manuel Galiana, Enrique Villén, Fernando Guillén, Fernando Guillén Cuervo, Tina Sainz, Natalia Millán, Carlos Larrañaga y Lucía Jiménez , entre otros, con la fotografía de Félix Monti y la música del sevillano Pablo Cervantes y con el que el multipremiado escritor y realizador trata de reflejar con lenguaje fílmico todo cuanto aconteció en la Guerra de la Independencia apoyándose en el lenguaje de Galdós y en el dramatismo pictórico de los fusilamientos de Goya.

La sinopsis, divulgada en estos días ampliamente dentro de la campaña de promoción de la película, cuenta cómo en el año 1808 el joven Gabriel Araceli (Quim Gutiérrez) trabaja de cajista en una modesta imprenta de Madrid. Su novia, Inés (Paula Echevarría), es una guapa chica huérfana que vive en Aranjuez, acogida por su tío, don Celestino Santos del Malvar (Manuel Galiana). En la visita al Real Sitio para ver a la novia, Gabriel coincide con el histórico motín del 19 de marzo contra Godoy, cuyo palacio es asaltado por la turba. Pensando en el bien de la chica, don Celestino consiente en que Inés se traslade a Madrid y allí viven ambos su peripecia personal engarzada con los acontecimientos históricos bien conocidos relatados ampliamente por el pormenor galdosiano.

Paula Echevarría los ha sabido sintetizar cuando en el curso de una entrevista ha dicho que : “El pueblo español se levantó en armas como manera de defender su dignidad”

Paula Echevarría está en su mejor momento. Es uno de los rostros más bellos del cine español y la pequeña pantalla. Desde su aparición en 1999 en la televisiva serie “El Comisario” no la pierdo de vista y califico sus juicios como ponderados y oportunos. Por eso he resaltado la frase que entrecomillo en el párrafo anterior.
Por eso y porque, forzado por las circunstancias, no he podido eludir compararla con la mendicante postura del presidente Rodríguez Zapatero humillándose ante Sarcozy para que le permitan participar en la cumbre económica convocada en Estados Unidos.

Total ¿para qué?. Al final no estará.Los americanos no le perdonan sus continuos desplantes, recrudecidos en las últimas semanas al atribuir a su Administración la culpabilidad de la crisis. Aunque han añadido que a España se la escuchará, lo que en román paladino significa: España, sí; pero el señor Zapatero que no venga por aquí.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Otra vez los libros ateos.

Christopher Hitchens, Michel Onfray, Sam Harris y Richard Dawkins han llegado a las librerías. No es la primera vez que lo hacen y supongo que tampoco la última. Al saberlo me he dicho que no debo hablar de ellos, que no es este humilde blog sitio adecuado ni para su presencia personal ni para la de sus obras a la que se refiere esta aparición en forma de libros publicados recientemente.

Los cuatro son encumbrados representantes del movimiento ateo al que pertenecen todos ellos y del que se benefician sobradamente porque una vez que se conoce el continente y el contenido de cada una de sus creaciones presuntamente literarias uno se hace la pregunta de qué editor habría arriesgado su tiempo y su dinero patrocinando semejantes engendros de no ser por la descarada finalidad que en su conjunto abordan.

Este no es lugar adecuado para su presencia ni para la divulgación de esa noticia porque aquí suele hablarse de hermandades y cofradías y se cree en Dios, en su Hijo Jesucristo, en su Madre María y en todas las verdades que los hermanos de cualquiera de las corporaciones de penitencia, de gloria o sacramentales juran solemnemente profesar y defender anualmente en los cultos solemnes que las reglas de todas ellas obligan a celebrar año tras año.

Afortunadamente con la traducción impresa de las obras citadas ha coincidido la reimpresión de otra y el estreno de una más que caminan en sentido inverso, es decir en el de la creencia y la difusión de meditaciones y postulados que defienden la fe. Precisamente en esta sincera confesión abunda la última que hasta llega a titularse ‘La fe de nuestros padres’.
Está magníficamente escrita por Valentí Puig, se presenta como “una reflexión católica para el siglo XXI” y es, al mismo tiempo, el testimonio personal y afectivo del regreso a esa primera e indiscutible virtud cardinal movido por una concatenación de reflexiones en torno a “la necesidad de recuperar la creencia y los valores universales de la Iglesia Católica en las agitadas sociedades postindustriales”.

El nombre de Valentí Puig (Palma de Mallorca, 1949), periodista y escritor en castellano y catalán, resultará conocido sobre todo a los lectores habituales del ABC en donde mantiene una tribuna de opinión. Pero además debo recordar que tiene una obra diversa que abarca poemarios, libros de cuentos, novelas, ensayos políticos, ensayos literarios, biografías y diarios y que entre sus premios recibidos cabe destacar el Sant Joan de novela por La Gran Rutina y el de la Crítica por Maniobras Privadas.

Al margen de ‘La fe de nuestros padres’, otro libro, ‘El drama del humanismo ateo’, de Henri de Lubac,uno de los teólogos católicos más eminentes del siglo XX,cuya principal aportación fue el modo de entender el fin sobrenatural del hombre, viene a oponerse en las tiendas con los libros pro-ateos. Escrita en un París ocupado aún por el nazismo,se trata de una crítica de consistencia contra el ateísmo planteado por el marxismo y las influencias del positivismo y de Nietzsche.

Precisamente, Puig está encargado de prologar la reedición de este clásico del pensamiento cristiano de la pasada centuria.

Me atrevo a suponer que reiterará una de las frases del sabio de la Compañía de Jesús, precursor del Concilio Vaticano II, confirmada después por el devenir histórico:

‘No es verdad que el hombre no pueda organizar la tierra sin Dios. Lo cierto es que sin Dios no puede más que organizarla contra el hombre’.

martes, 21 de octubre de 2008

Escondidas ventajas de la crisis

No todo va a ser recoger las valoraciones negativas y los penosos aspectos de esta agobiante situación económica que se nos ha venido encima tan pegajosa, oscura y envolvente como esa nube negra que nos echa sobre los hombros un manto de niebla para sumergirnos en su abrazo.
Un antiguo compañero, jubilado como quien esto escribe, trasladó su residencia habitual a una urbanización de las muchas crecidas en el entorno de los pueblos dormitorio y allí que se fue el hombre cuando le llegó el ERE huyendo de la polución, el camión de la basura que le despertaba con el alba, la pésima educación de los niños de las botellonas y otros males de la ciudad incómoda.
Ahora voy a dormir tranquilo, creo que se dijo. Y así fue hasta que en el chalet contiguo se instaló un próspero empresario, nuevo rico del espejismo de la construcción, al que le dio por organizar en él sus recepciones conducidas a la atención de sus congéneres que, como puede suponerse, estaban cortados por la misma tijera y se mostraban más proclives a escuchar a tope de decibelios lo último grabado en cedés por los genios del flamenquito que la novena de Beethoven sin molestar a los vecinos.
Entre la música, las carcajadas, las conversaciones en alta voz y otras muestras de la convivencia estabular se perdía el titubeo forzado de las aspirantes a escorts, en la ocasión solo distinguidas con el galón de prostitutas, y el tintineo de las copas de champán.
Mi amigo volvió al insomnio persistente.
Hoy la situación ha cambiado por completo. Alborozado y feliz me lo confió el otro día. No todo van a ser tristezas por el final irreversible de esa cierta época de prosperidad arrastrada al fondo del mar embravecido por el hundimiento de los sistemas financieros.
La crisis se ha llevado también los dispendios de los ladrilleros, el trinque de algunos políticos, el descorche desenfrenado del Moët et Chandon , los cedés insufribles y el terciopelo vocal, imitación de escorts, de las putitas con pretensiones.
Y con ello el rugido de los motores potentes de los automóviles y las risotadas de los nouveaux riches.
Una calma idílica se ha enseñoreado de la urbanización alterada. Mi amigo es buena gente y está muy lejos de solazarse con las desgracias ajenas, pero cada vez que una locutora recita la bajada de las cotizaciones de bolsa, se le empiezan a entornar los ojos y se queda dormido como un niño hasta que le despiertan los pájaros al amanecer.

lunes, 20 de octubre de 2008

Los demás no importan

No hay nada como un taxista conversador para tomarle el pulso a una ciudad.Yo soy usuario frecuente de estos vehículos de servicio público y poseo una regular experiencia traducida en datos y recuerdos que arrojan un resultado positivo.

El taxi es el domicilio rodante del conductor y éste puede recibir frustraciones encadenadas si reclaman sus oficios únicamente los pasajeros silenciosos. Inevitablemente hay que rescatar de la memoria fílmica el papel de aquel insólito y peculiar taxista diseñado por Almodóvar con cortinas de cretona en las ventanillas y tiestos con jardinería doméstica. Un taxista extrovertido y hablador. Muchos lo son. Y es agradable mantener una conversación durante el trayecto.

He tenido ocasión de comprobarlo recientemente. Y me ha servido para calibrar una vez más el grado de insensibilidad y egoísmo de un amplio sector de la sociedad de nuestro tiempo.
Sabido es que las bodas tienden a celebrarse en lugares adecuados, restaurantes, ventas o caseríos antiguos de fincas o cortijos puestos en rentabilidad con este propósito. E, igualmente, conocido es que, por razón natural, tales espacios se encuentran ubicados en las afueras de la población. A veces muy en las afueras. En unas afueras lejanísimas perdidas tras los recovecos de polvorientos o embarrados caminos recorridos antaño solo por los carruajes de tracción animal.
Por saludable precaución y respeto a los caballeros del tricornio y a sus medidores de alcoholemia, los celebrantes y sus padrinos suelen poner a disposición de los invitados una flota de autobuses en número y capacidad proporcionados. Pero como estos suelen iniciar el viaje de regreso o muy temprano para los proyectos de algunos o muy tarde para los de otros, mas o menos a la hora en la que volvía de Madrid aquel avión que despegaba al filo del cierre de las discotecas y se ganó sin oposición el apelativo de “el golfo”, se producen los requerimientos telefónicos a los taxistas que, cuando no han tenido mejores carreras que llevarse al taxímetro, aceptan el encargo y se ponen en camino.
Aquí empieza el capítulo egoísta de no pensar en los demás. Si por casualidad aparece por el lugar otro taxi, tal vez para dejar en la celebración a cualquier invitado rezagado, el peticionario del servicio público lo aprovecha y se vuelve en él dando desairadas calabazas al que ya tiene rodando en su busca.
Lo civilizado sería que, en última instancia, avisase al primero para suspender el encargo, pero eso sería se viviéramos en el país de la convivencia ideal en el que las abolladuras causadas a otro vehículo al salir o entrar en un aparcamiento se saldaran dejando, bajo los limpiaparabrisas, las señas del causante para tramitar la reclamación al seguro.
Y, diciendo esto, llegamos a destino y el locuaz taxista me confió que, de no haberlo parado yo, estaría en Coria de donde lo acababan de llamar, perdido en la noche, buscando a su pasajero.

sábado, 18 de octubre de 2008

Una positiva maniobra de distracción

Ea. Hoy me he levantado dispuesto a echar una mano. Estamos ante otro fin de semana y el tiempo, aunque lluvioso, invita al relajo. (Sustantivo masculino. El femenino sería reloño). Hoy no quiero pensar ni en el “obsceno pájaro de la noche” que escribiera José Donoso ni en el otro pájaro obsceno al que todos conocemos.

Así que me alejo y me sitúo en las antípodas del amenazante paro, de la persistente y obsesiva crisis, de la inseguridad creciente y de la llamativa ausencia de posturas elementales de convivencia cívica traducidas en esas repetidas faltas gravísimas de saltarse los semáforos en rojo que ocasiona el reguero de víctimas que aparece en la prensa de cada día.
Hoy voy a hablar de la gripe que es un tema recurrente que puede afectarnos a todos mucho más que el macabro entretenimiento del juez Garzón.

Estamos ya en el otoño y la dichosa gripe llama a nuestra puerta. Una llamada que el médico del Seguro dice que debemos atender poniendo los medios adecuados a nuestro alcance para que ni la tos ni el moqueo ni la fiebre nos arruinen esta estación que por aquí abajo puede resultar hasta más hermosa que la misma Primavera.(Todo eso no lo dice el médico, pero lo añado yo para que resulte bonito).

Es curioso recordar que precisamente los expertos relacionaron en la antigüedad la aparición de esta molesta dolencia con el inicio del otoño y supusieron que estaba influenciada por los astros.
En nuestra época, que es la de las subidas a la luna y las plataformas espaciales, se han tenido que desterrar las leyendas hermosas con las que nuestros antepasados suplían su falta de conocimientos y se ha conseguido información sobre esta afección histórica que parece proceder de Italia, de aquí su otro nombre de Influenza, hasta llegar a la clasificación de sus distintos géneros que son cinco, siendo el más peligroso el que se distingue con la letra A. (El galeno me lo ha dicho también).

Este año, la Organización Mundial de la Salud ya ha advertido del peligro de enfermar de gripe y ha recomendado que comiencen a vacunarse sobre todo los incluidos en los denominados sectores de riesgo, o sea las personas mayores, las que padecen problemas respiratorios y las que desarrollan su trabajo en lugares muy expuestos al virus. No obstante, todos aquellos que ejercen su actividad en atención al público, o en contacto con otros, están en trance de contagiarse.

La vacuna dicen los especialistas que posee una efectividad del 99 por ciento y es el único preventivo eficaz porque los antibióticos no sirven y los remedios de la abuela…. (¿qué pasa con los antiguos paliativos transmitidos de generación en generación?... No sé si seguirán sirviendo o si han servido alguna vez, pero nos devuelven al calor del hogar, al recogimiento de la cama calentita y a los mimos de la familia… Ahí es nada como medicina contra el desarraigo y la frialdad que nos cercan y amenazan en el terreno de juego de cada día)

viernes, 17 de octubre de 2008

Vuelta al pasado

Se veía venir. Se viene hablando demasiado de lo que no conviene hablar.
Cuando la preocupación por el paro se dispara a los niveles de 2005…
Cuando muchos miles de miembros de los Cuerpos de Seguridad se movilizan para exigir que se dignifique su trabajo… y cuando hasta los pensionistas ignoran a qué viene ahora la nueva convocatoria del Pacto de Toledo, es recomendable mirar atrás para no ver el presente y aun menos atreverse a atisbar el futuro.
El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se ha declarado competente para investigar las desapariciones durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. El juez exige la identificación de los dirigentes de Falange entre julio del 36 y diciembre del 51 para poder imputarlos si no han fallecido. Además, Garzón ha ordenado la exhumación de 19 fosas, entre ellas la del poeta Federico García Lorca, ha pedido los certificados de defunción de Franco y otros 34 altos cargos del régimen para declarar extinta su responsabilidad y ha formado un grupo de siete expertos para localizar las fosas.
Terrorismo, falsificación de moneda, fraudes alimentarios y tráfico de drogas. En estos delitos es competente la Audiencia Nacional. Pero por lo visto no hay delincuentes. O existen servidores de la ley de tan alta capacitación profesional que les sobra tiempo para dedicarlo a otras cuestiones en vez de rellenar crucigramas .De otra forma no se entiende el empeño del juez Garzón en emplear el dinero de nuestros impuestos, harto escaso en el momento actual, para desenterrar los viejos odios de la Guerra Civil.
Naturalmente tamaño intento estaba llamado a coleccionar los rechazos de los mismos profesionales de la administración de justicia y así la Fiscalía recurrirá el auto de Garzón al creer que los delitos prescribieron en 1977.
Ya pidió en Enero que no admitiera a trámite las peticiones de las Asociaciones republicanas de desaparecidos por entender que no hay razón jurídica para iniciar un procedimiento y porque la Audiencia Nacional carece de competencia para investigar estos hechos, ya que la doctrina establecida por el Tribunal Supremo permite aplicar al caso la Ley de Amnistía.
No se en qué medida afecta esto al común de la ciudadanía, aunque, como es lógico, supongo que hay opiniones para todos los gustos.
Me quedo con la viñeta que firmó Martín Morales y me enviaba Manolo Durán en el Correo al que me referí anteayer.
Un anciano escribía una carta sobre una mesa desangelada. Podía leerse el párrafo que acababa de redactar:
“Querido hijo: El mismo empeño que pones en saber dónde está tu abuelo enterrado podías ponerlo para recordar en qué residencia has dejado a tu padre y venir a visitarlo”

jueves, 16 de octubre de 2008

La crisis. Consecuencias inmediatas.

No se si han dado cuenta de los primeros efectos de la fementida situación de la economía. Ha crecido notablemente el alistamiento en las filas del Ejército y algunas, no pocas, de las joyerías y otros establecimientos, especializados en la venta de oro por lingotes, se han quedado sin existencias.

Desde que el servicio militar obligatorio desapareció en el 2001, las Fuerzas Armadas sufrieron una gran merma de soldados que la profesionalización no fue capaz de suplir. En enero de 2005 empezaron a sonar no los cornetines de órdenes que había que sustituir por grabaciones en cd sino los timbres de alarma ante el inquietante descenso hasta 70.632 militares, el número más bajo desde la situación anterior.

Las paupérrimas cifras de alistamiento obligaron al ex ministro de Defensa Federico Trillo a permitir en 2002 el ingreso de inmigrantes en el Ejército, aunque sólo en dos unidades de choque: la Bripac (Brigada paracaidista) y la Legión a quienes tras firmar un compromiso de seis años se les facilitaba la obtención de la nacionalidad española. Pero no bastó y ya con José Bono como ministro al cargo de la cartera se alcanzó el mínimo histórico de efectivos, por lo que el Gobierno adoptó una serie de medidas urgentes. Se aprobó la Ley de Tropa y Marinería, se anunciaron nuevos y mejores sueldos y se favoreció la integración de las mujeres.

Ahora se ha conocido que la especial situación que estamos viviendo ha disparado (y el verbo aunque sea de fogueo viene bien aquí) la demanda de plazas militares hasta un setenta por ciento lo que incluso ha permitido una selección entre los peticionarios. O existen más inmigrantes que se animan a vestir el uniforme o un sector de la juventud hispana se decide por el empleo militar como opción preferible a quedarse parado por la creciente disminución de los puestos de trabajo.

En cuanto al oro, está claro que en un momento en el que ni siquiera los propios bancos confían en sí mismos, los ciudadanos buscan desesperadamente un valor en el que invertir su dinero con garantías. La demanda se ha disparado (otra vez el dichoso verbo) y el metal precioso está empezando a escasear. La empresa Oro Direct ha agotado su stock y se ha visto obligada a suspender los pedidos.

La volatilidad de la bolsa, la tendencia bajista del mercado inmobiliario y el temor a una subida de impuestos sobre bienes raíces hacen aún más atractiva la inversión en el metal áureo , que se ha revalorizado un 25 por ciento anual en los últimos cinco años y que puede seguir subiendo según van las cosas.

-- ¿Y a mí qué? – me preguntaba uno de esos inocentes filósofos callejeros con los que afortunadamente tropieza uno de vez en cuando – Ni soy joven. Ni tengo dinero.Ni me van a dejar pasar desde la puerta del cuartel – si es que no me interpelan con el simpático “¿qué se le ha perdido por aquí, abuelo?” – ni mucho menos va a salir a recibirme el director de la sucursal bancaria donde me ingresan mensualmente la pensión.
A duras penas llego a fin de mes. ¿Problemas por el dinero?... Les duele la cabeza a los que lo tienen. Los que pasamos con lo justito, pues, mira, ¡tan felices!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mensajes.

Amargándome la vida estaba yo repasando unos mensajes que había copiado entresacándolos de la colección que puede hacerse con los que envían los telespectadores a través del móvil y algunas televisiones sobreimpresionan sobre sus imágenes, cuando abrí mi e-mail y encontré como medicina prodigiosa el humor de circunstancia que me enviaba mi antiguo compañero y siempre amigo Manolo Durán desde Valencia donde ahora reside.

Manolo es de esas personas que se gozan en llevar el optimismo y la generosidad a los que caen a su lado y cuando no puede hacerlo aprovechando la cercanía se vale de Internet. Los antiguos oyentes de la COPE lo recordaran en sus excelentes transmisiones deportivas y en otros muchos menesteres de la profesión radiofónica que ejerció como eficaz Jefe de Programas desde Sevilla, antes de marginarla –quiero pensar que no del todo- para dedicarse a otros cometidos. Es el polo opuesto de esos amigos entristecidos que están deseando cruzarse contigo en la calle sobre todo cuando te agobia la prisa para narrarte con todo lujo de detalles la última operación que le han hecho a su suegra. Cosa que, como puede suponerse, estabas deseando conocer.

Digo que los mensajes no tenían desperdicio. En el plató un grupo de expertos debatía sobra la actualidad económica del país. Y, entretanto podía leerse al pie de la imagen textos como estos: “El banco me quita mi casa y Zapatero le regala dinero. Qué traidor”… o“Con mis impuestos se salvan los bancos y luego ellos me suben la hipoteca”… o “Qué bueno Zapatero. Nos regala 400 Euros para que paguemos a los bancos” … o “ Se acabó el carnaval. Con el voto de los obreros se gobierna para los banqueros”… o “Qué vergüenza. Cómo nos llevan al huerto”…. (Aparecieron muchos otros. Todos del mismo jaez. Fue en el programa matinal de ayer de Antena tres).

Y repito que entristecido y preocupado como me dejaron andaba yo de acá para allá cuando va Manolo y me alerta con este otro mensaje:

Prepárense desde ya para el año que viene porque...
El año 2009 será
EL AÑO DEL
CONSUMISMO
ALEGRENSE!
SEGÚN LOS MÁS RECONOCIDOS
EXPERTOS EN ECONOMIA,
MARKETING Y TENDENCIAS DEL CONSUMIDOR, EL 2009 SERÁ EL AÑO EN EL QUE TODOS HABRAN DE QUEDARSE...

CONSU-MISMO COCHE
CONSU-MISMO SUELDO
CONSU-MISMO TECHO
CONSU-MISMO VESTUARIO
CONSU-MISMO PAR DE ZAPATOS

Y SOLO SI DIOS QUIERE...

CONSU-MISMO TRABAJO...

NO NOS PODEMOS QUEJAR VERDAD!!!!

Le voy a contestar diciéndole que él y yo, al igual que muchos de quienes puedan leer esta “entrada” conocemos a mas de uno y más de dos listillos que se van a lo femenino y cambian LO MISMO por LA MISMA para seguir CON SU MISMA VISA ORO a cargo del esquilmado presupuesto.
¿A que si?

martes, 14 de octubre de 2008

Miuras, ojú.

Ayer se clausuraron las fiestas del Pilar cuya feria taurina una vez más se ha podido ver retransmitida por televisión. Diez festejos que, para los aficionados abonados a Digital plus, han venido ocupando la tarde en el cómodo tendido de sofá a partir del pasado sábado cuatro y que han tenido desde la reiteración del viejo dicho “Corrida de expectación, corrida de decepción” en la que Morante hizo lo que pudo que fue exquisito y dejó a todos con la miel en los labios ante la absoluta falta de colaboración de sus enemigos, hasta la emoción y el miedo de la corrida de Miura.

Estuvieron hechos tres tíos los toreros, el Fundi, Rafaelillo y Jesús Millán. Demostraron los ganaderos su afición y sabiduría enviando un encierro en el tipo y con el comportamiento que se espera de estos toros . Faltaron aficionados entendidos que supieran valorar en su épica grandeza lo que se desarrollaba en el ruedo.Y brilló por su ausencia un presidente con sensibilidad.

La corrida se saldó con una solitaria oreja cortada por el aragonés Jesús Millán (que debieron ser dos) seguidas por las que en justicia tendrían que haberse concedido a sus compañeros.

Pero hubo espectáculo. Miedo en los tendidos. Admiración al valor. Y comprobación de que aun existen espadas capaces de practicar esta otra tauromaquia sobre las piernas que sacrifica la belleza a la seguridad, tratando siempre de poder al toro que no es fácil llevar debidamente toreado.

El año pasado me pidieron que glosara este mítico hierro en el acto de entrega del premio a la Ganadería Estrella que concede la Fundación Cruzcampo como triunfadores en la Feria de Abril y terminé mi intervención con las tres décimas que recuerdo ahora

Miura, casta sin par,
orgullo de la afición.
Leyenda y mito. Emoción
que es imposible igualar.
Poco se puede contar
de estos toracos tan densos
sin que se queden suspensos
los corazones templados.
Miuras de aficionados
y de toreros inmensos.

La A con asas lo reza
Y lo confirma en el ruedo:
Toros que exigen denuedo
con atrevida destreza.
No hay más taurina belleza
ni más fulgente hermosura
que, tras la breve clausura,
que le guardó en el chiquero
salte a la arena tan fiero
tan retador un Miura

Y no hay fortuna más plena
que, si un Miura se deja,
lograr cortarle una oreja
después de una gran faena.
El premio al premio encadena
Y, por dichosa ventura,
llega este verso a su altura
y con tres líneas acabo
pidiendo las dos y el rabo
a los hermanos Miura.

lunes, 13 de octubre de 2008

El coñazo del desfile.

Empiezo con una matización a la que, como ya nos tiene acostumbrados, es insuficiente nota de corrección del PP: Rajoy no quiso referirse al desfile en sí que ya tiene aprobado, asumido y recomendado de antemano y que defenderá siempre un español tan español y tan afecto a las Fuerzas Armadas como él, sino a la retransmisión del desfile por televisión. Y, más aun, no exactamente a la captación y difusión de imágenes, perfectas e incluso espectaculares en algunos momentos de la parada militar, sino a las locuciones del grupo de comentaristas a quienes encargaron esa misión.

Antes lo hacían dos .Me permití un día sugerir con todo respeto a uno de ellos, al que conocí antes de su ingreso en RTVE cuando trabajaba en Madrid en la COPE, cómo entendía personalmente que debían hacerse las descripciones de un desfile militar en TV.
Ocupaba yo en la tele entonces un carguito directivo y apoyaban mis modestas sugerencias algunos avales:
Hice mi servicio militar, obligatorio en mi época, en el Campamento de Instrucción Premilitar Superior de Montejaque del que salí como Alférez de Complemento de Infantería. Acababa de obtener las licenciaturas en Periodismo y en Ciencias de la Comunicación Audiovisual en la Complutense de Madrid y tenía las ideas muy claritas y recientes en torno al tema y, por si fuera poco, había comentado varias veces el desfile. La última para la Cadena Nacional desde Sevilla en un acontecimiento del que están a punto de cumplirse treinta años y del que voy a seguir hablando después.

No me hizo ni pajolero caso. Y su compañero con el que ni tenía ni tengo ninguna confianza, lógicamente menos.
Por lo tanto ese antiguo colega, que era de la escuela de la voz como el agua clara a la que pertenece el Ministro Solbes, y su compañero siguieron haciendo las cosas… como siempre.
(Un inciso: Ángel Panero, excelente realizador del Centro Territorial de TVE en Andalucía, solía preguntarnos, antes de comenzar algún programa dirigido por él:
¿Hacemos las cosas bien o como siempre?)
Ellos siguieron así.

Este año estaban otros. Pero lo mismo. Y estoy seguro que a eso se refería don Mariano cuando habló coloquialmente sin advertir que estaba, cerca y con los malévolos oídos abiertos, un micrófono indiscreto.

La parada castrense, que contó con la asistencia de toda la cúpula militar y del Ministerio de Defensa y con la participación de más de 4.600 efectivos y 250 vehículos, comenzó tras la llegada de los monarcas acompañados por los Príncipes de Asturias, los Duques de Palma y la Duquesa de Lugo, la Infanta Elena.

Se desfiló como siempre también. Con “Soldadito español,soldadito valiente,la alegría del Sol fue besarte en la frente”.

Composición militar debida al maestro Jacinto Guerrero y que hoy, con una gran parte de soldados de importación desde que la mili fue abolida en 2001, no deja de ser paradójica y hasta inoportuna si se recuerda que esta marcha pasodoble procede de la revista “La orgía dorada” y, por el contrario el acervo musical de los Ejércitos se ha enriquecido en los últimos años notablemente con las partituras del teniente coronel Abel Moreno.

Sobre sus notas los comentaristas de este año competían intentando divulgar el caudal de datos de la voluminosa documentación que les había enviado el Ministerio. Intento baldío y agobiante cuando además superponían sus voces sobre la del oficial que describía el acto por altavoces.

Yo tuve mejor suerte. Esa transmisión que hice para la cadena de RNE no tuve que compartirla con nadie. La parada militar se celebró en el sevillano Paseo de las Delicias presidida por los Reyes a quienes acompañaba el Gobierno encabezado por Adolfo Suárez. Participaron doce mil hombres, quinientos vehículos y sesenta piezas artilleras. Fue el domingo 27 de mayo de 1979 con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. Dentro de poco se cumplirán tres décadas.

sábado, 11 de octubre de 2008

Papeles cambiados

-- ¿Te has enterado de que Solbes no puede garantizar al PP que los 50.000 millones que el Gobierno le da a la Banca vaya para las familias y las pequeñas empresas?

-- Pero ¿otra vez con esas?... ¡Que estamos en el fin de semana! Vamos a tomarnos esta cervecita tranquilos.

-- ¿Tranquilos?... Llevo días sin pegar un ojo.
Vamos a hacer un ejercicio de simulación. Supongamos que los que están en el poder son los del PP y los que encarnan la oposición los del PSOE.

-- Vale ¿y qué?

-- Manejemos las cifras que el PSOE se encontró al llegar y que habían dejado los que se iban. Una deuda exterior de 855.825 millones de euros que se enjugaba sobradamente con el turismo, equilibrando así la balanza de pagos. (Fue exactamente lo que dejó el PP cuando perdió las elecciones). Pero vamos a imaginarlo al revés. Que el ahorro y el equilibrio lo dejase el PSOE y lo aprovechase el PP. En sólo cuatro años, el nuevo partido gobernante ha multiplicado casi por dos el déficit de nuestra balanza comercial y la deuda exterior la eleva a 1´63 billones de euros.

Llega la crisis de la economía y lo primero que hace es negarla. Luego la reconoce y, pasado un tiempo sin hacer absolutamente nada, se inventa un plan financiero, aceptado por unos y muy discutido por otros, para inyectar liquidez en el sistema de hasta 50.000 millones de euros, (un 5% del PIB) que aumenta la deuda pública en 84.000 millones y tiene la osadía de ofrecerlo a la oposición exigiéndole que lo apruebe “sin condiciones, porque se trata de una cuestión de Estado”.

Ningunea al otro partido mayoritario y margina al Parlamento con la deleznable justificación de que le cede la facultad de “debatirlo" y la confirmación en su línea argumental de que le corresponden no la decisión, tras la discusión parlamentaria correspondiente, sino la supervisión y el control o sea lo que llama "detalles técnicos", olvidando que no solo en las Cámaras Parlamentarias reside la voz del pueblo sino que está jugando con dinero de los contribuyentes.
¡Anda que no formarían nada los del PSOE si esto lo hiciera el PP y ellos empujaran en la oposición!

--- Pues parece que el Plan ha sido bien recibido.

-- ¿Tu crees?... Al único sector que le parece bien y hasta tirando a muy bien es al bancario que ya quiere colocar al Gobierno cédulas hipotecarias. ¿No se te abren las carnes?

-- Me estás haciendo pensar. El otro día hablaba en la tele un catedrático jubilado que sabía muchísimo de esto y me entretuve en leer los SMS que enviaban los telespectadores. Era alucinante.Los pensionistas preguntaban con miedo… los firmantes de hipotecas se mostraban desorientados y desvalidos… las Pymes no sabían qué hacer… unos y otros parecían haber sido sorprendidos por la tormenta sin paraguas de protección.

-- ¡Eso es! El PSOE debería estar a su lado defendiendo sus intereses. Pero el PSOE se ha reunido con la Banca y la Confederación empresarial y el graderío de este ruedo en el que se sientan los poderosos le aplaude con entusiasmo.

Todo al revés.Se han cambiado los papeles. El pueblo se ha quedado sin sus presuntos paladines. ¿Tú crees que el PP se está dando cuenta del hueco que se ha abierto en el terreno de juego?

-- ¿El PP? ¡Cómo, en vez de a un publicitario, pongan a otro inspector de hacienda como Gabriel Elorriaga a dirigir la campaña de comunicación de este propósito lo tienen claro!

viernes, 10 de octubre de 2008

Una cuestión de Estado… cofrade

Entró decidido en la oficinita que se había reservado en la nueva Casahermandad para que sirviera de redacción del Boletín. Se sentó delante de la mesa en la que manejaba el teclado del ordenador su director y, sin preámbulo alguno, le dijo,

-- Hermano: vengo a pedirte el favor de que me reserves las mejores páginas del próximo número para exponer mi proyecto de ayuda a quienes están en peligro de sufrir los efectos de la crisis.

El director, un miembro joven del actual equipo ejecutivo, forjado en la cuadrilla de costaleros, que no había aparecido en la relación de puestos de la candidatura que había ganado las ultimas elecciones, pero que disponía de la total confianza de la Junta, miró a su interpelante sin tratar de ocultar su sorpresa y le preguntó,

-- ¿La crisis?... Pero, Hermano Mayor, ¿qué crisis?... Si hasta ayer mismo te he oído decir que no existía.

-- Pues la hay. Ya lo ha reconocido el mayordomo. Y no tenemos otra opción que ayudar al taller de bordados, a los cereros, a los orfebres, a los restauradores de los pasos que nos atienden…Todos están en peligro de ser asfixiados por las deudas que han contraído y necesitan protección. Estoy dispuesto a prestársela y se me ha ocurrido un plan de rescate.

-- Y... ¿y eso cuánto supone? – preguntó temerosamente el muchacho.

-- Te lo voy a apuntar para que ni te equivoques tú al reproducir la cifra ni me equivoque yo al comunicártela: Esto.

Garrapateó unos números en una hoja de papel y se la alargó al aturdido director.

Este no pudo evitar una de esas interjecciones que, aunque no se quieran, se sueltan debajo del palo después de una levantá cuando éste viene pegando en el camino de regreso.

-- ¡Pero si ya nos hemos endeudado antes y eso supone el cinco por ciento de todo lo que recibimos en el año!

--Si, pero el que tiene “los detalles”, el mayordomo, dice que “no costará ni un céntimo a los hermanos”, aunque se financiará con deuda a nuestro cargo.
Así que, como me parece que mi proyecto es necesario quiero un cheque en blanco por parte de quienes me votaron y, por supuesto, de la oposición, para inyectar liquidez en el sistema financiero de los talleres que te he citado. Y, por eso, me voy a dirigir a los componentes de la candidatura que perdió para que aprueben mi plan sin condiciones, porque se trata de una cuestión que nos afecta a todos.

Se abrió un silencio embarazoso. El muchacho se acodó sobre la mesa y empezó a pensar que el plan que su Hermano Mayor se había sacado de la manga convenía fiscalizarlo hasta el último euro. Porque, aunque él supusiera lo contrario, el dinero que estaba proyectando manejar tan alegremente no era suyo sino de los hermanos y las hermanas que pagaban religiosamente sus cuotas mensuales por lo que, en consecuencia, debería dar explicaciones exhaustivas del uso que trataba de hacer con él.

Sonó el teléfono. Lo descolgó el Hermano Mayor. Saludó con frialdad a quien llamaba y mantuvo una comunicación larga y llena de titubeos y monosílabos.
Cuando finalizó, colgó el auricular y se quedó pensativo. Luego respondió a la interrogante mirada del director del Boletín resumiendo la conversación que había mantenido.

-- Era esa hermana que pasó del Grupo Joven a la candidatura que perdió. Creo que iba en ella de secretaria. Dice que debo informar a todos, y hacerlo cuanto antes, contra qué activos va a prestar dinero la Hermandad, a quién se lo va a prestar, cuánto se prestará, y en qué plazo nos van a devolver el dinero.
¡Ah! Y que ni yo ni la Junta podemos decidir nada sin aprobarlo en Cabildo General.

jueves, 9 de octubre de 2008

La confianza

Uno de los sinónimos de creencia, credulidad, seguridad o certidumbre es la confianza. Y si se continúa la búsqueda de palabras afines se encuentra crédito y optimismo.

La confianza es como una actitud de ida y vuelta. Yo confío en ti y tú confías en mí. Yo no te engaño y tú no me engañas tampoco. O sea que también es esperanza asentada en firmeza. Por eso la mentira no es la mejor maceta para sembrarla.

Resulta ahora que la crisis que durante tanto tiempo vino negándose desde las más altas instancias del poder (y era mentira) tiene un culpable directo al que empiezan a señalar todos los dedos acusadores: la confianza.

No es ocioso que en la relación de sustantivos encadenados que figuran en el primer párrafo hayan caído tan cercanas que casi se rozan entre sí la confianza, el crédito y el optimismo.

A nadie le dan un crédito si no infunde confianza y la negativa a concederlo sume al peticionario en el oscuro precipicio del pesimismo que es el polo opuesto de la satisfacción y la sonrisa optimistas.

Alguien definió una vez la decepción como la sensación que nos invade cuando descubrimos que el director del banco que se sienta tras la mesa sobre la que ha caído nuestra petición de préstamo es un señor en todo diferente al sonriente caballero que nos viene invitando desde la televisión a que le pidamos dinero. (Bueno eso era antes. En la televisión de ahora no aparece nadie con ese mensaje anticuado. Así va Prisa, sin publicidad suficiente, deseandito que le entre por las puertas un mejicano con dinero para venderle Digital Plus)

Hay que despertar confianza. Y generarla. Hay que creerse que todo va bien. Y hay que decirlo en voz alta y escribirlo con letras del cuerpo treinta por lo menos y, actuando así, la crisis si no se arregla del todo, es posible que la dejemos más reducida.

Los que tienen sus planes de pensiones en el banco, los que han guardado sus ahorros en una entidad financiera, quienes abrieron una cuenta de ahorro-vivienda y todos aquellos que han confiado en poner a resguardo y en crecimiento los resultados monetarios de sus sudores y penalidades laborales… ya saben lo que tienen que hacer: confiar.

Ya se reunieron los banqueros y el Presidente del Gobierno. Sonrieron. Se hicieron la foto y el Presidente proclamó después solemnemente las medidas que se tomaban.
Los ahorros de los españoles están garantizados hasta un máximo de 100.000 euros por titular y entidad bancaria. Y, además, el Ejecutivo ha acordado la creación de un fondo con cargo al Tesoro de 30.000 millones de euros —ampliables a 50.000 millones- para fortalecer el sistema financiero.

Antes de ello, unos y otros ingirieron los comprimidos de confianza que les había recetado el Doctor Economicus.

-- Y ¿quién más tiene que confiar?...

-- Pues usted mismo para que deje su dinero quietecito donde está.

-- ¿Yo?... -- Me preparo para resistir las preguntas embarazosas-- ¿Y está seguro de que la dosis esa se la habían tomado cuando negaban la crisis?

¿Cómo puedo saber que en esta ocasión les hará efecto?

miércoles, 8 de octubre de 2008

El caballito de San Fernando

He reflexionado profundamente sobre una cuestión que me viene inquietando los últimos días: la incomprensión de los sevillanos hacia el Ayuntamiento.
Tenemos un Ayuntamiento que no nos lo merecemos. Una Corporación Municipal que se desvive por sus ciudadanos y a la que estos no muestran la consideración y el agradecimiento que merecen sus desvelos.

Adelantan los periódicos, reiteran las emisoras de radio y comentan los corrillos de desocupados que se van a subir los billetes de autobús y aun llega el descaro de los consumidores a permitir que aparezca en primera página de la prensa la noticia de que a ellos la medida les parece abusiva.

Naturalmente se ha oído de inmediato una humeante voz que se ha apresurado a salir al paso cargada de razón advirtiendo que la subida habrá de entenderse motivada por el incremento brutal del gasoil, añadiendo que no se ve “justo” que con lo que ganan los pensionistas tengan además el bonobús gratis.

Por si fuera poco son unos exagerados alarmistas quejándose de que los precios llevan once meses creciendo por encima del cuatro por ciento, y, sin embargo, la sensación que tienen ellos es de que suben mucho más deprisa.

Mentira podrida. Aducen que varios bienes que compran todos los días crecen a ritmos alarmantes. El aceite más de un 40 por ciento; la harina un 28,3; el arroz un 14,77…. Pues que compren otras cosas. Qué manía de adquirir siempre lo que sube. Chocheces de viejos, no cabe duda.

Consideraciones acertadísimas y equilibradas que la estulticia de este sector social, lleno de carcas antiguos y meapilas, que son los de la tercera edad, no termina de comprender.

Si las bicicletas se han puesto para los jóvenes y las jóvenas (besitos para Bibiana) y las paradas de taxis se han llevado a los chirlos mirlos, ahora se sube el precio de los autobuses y se anula el bonobús gratis para que los mayores cuiden su salud, para que caminen que seguramente es lo que mandan los médicos del Seguro a todos ellos en atenta observancia del estado cardiológico de sus corazones.

El “caballito de San Fernando” que hasta se ha olvidado que se traduce como un rato a pie y otro andando es lo que necesita ese amplio grupo de sevillanos desagradecidos.

Y meditando iba yo en estas verdades cuando me crucé con un diligente edil que se dirigía a la Casa Grande hablando sin parar por su teléfono móvil y seguido como es natural por sus escoltas. Seguramente no querría llegar tarde a cualquiera de las muchas reuniones que supongo se vienen manteniendo estos días de crisis y zozobras para diseñar una estrategia avanzada que equilibre los presupuestos para ahorrar dispendios.

Y digo esto porque cuando fui a cruzar la calle para llegar a la otra acera hube de detenerme hasta que pasara un veloz automóvil oficial del municipio con otro edil en su interior. ¡Cuántos gastos necesarios, madre mía!, me dije conturbado.

¡Cómo para no tener que subir el billete del bus!

martes, 7 de octubre de 2008

El toreo como paradigma de la vida

Creo que la manida frase de que hay quien nace con estrella y quien nace ya estrellado no la inventó un astrónomo ni ningún constructor de imaginativas cabalgatas de Reyes Mayos. Salió un día de la boca seca de un torero, con el miedo todavía metido en sus entrañas.

No hay mejor ni mas duro paradigma de la vida que la todavía y que sea por muchos años llamada Fiesta Nacional. Con todos sus mutatis mutandis que ustedes quieran y perdóneseme el latinajo que antes venía como apéndice de algunos diccionarios lo mismo que “cálamo currente” y ahora no aparecen porque el latín ya no se estudia por obligación primaria y los únicos que lo aprenden sin libro son algunos políticos y los que lo intuyen no con la inteligencia que no poseen sino con el sentido que llevan en su sangre son los machos y las hembras del ganado bravo. Cuando se dice que un toro sabe latín hay que apretarse los machos. Y más cuando no aparece en la plaza desde el chiquero sabiendo sino que aprende sobre la arena por la impericia de sus lidiadores.

El domingo de la última novillada en la Maestranza debutó en ella un chiquillo malagueño que puso de acuerdo a todos los que nos sentamos en sus graderíos con espíritu crítico coincidiendo en que era un auténtico novillero. Desde que lo vimos enfundado en su terno de apagadas luces como aquellos que guardaba Manfredi en su taller de bordados taurinos recosidos y cepillados a conciencia para arrendarlos a los que estaban empezando, hasta que manejó la capa con soltura, dibujó naturales con temple y firmeza y se deshizo de sus dos enemigos con estoconazos a ley.

Claro que este muchacho, que se llama Juan Carlos Cabello y nació en Málaga en el 89, antes de venir a Sevilla ha hecho el paseo seis veces. Y eso se nota. Más mérito tiene aparecer en la puerta de cuadrillas habiendo lidiado antes una o dos corridas. Sin haberse acostumbrado todavía al peso del vestido de torear que se tolera como un chándal cuando se está al final de la temporada y se han despachado treinta o cuarenta festejos, pero que aprieta y encorseta por todas partes si todavía no ha crecido ni casi se ha estrenado la costumbre de meterse en él.

Qué merito el de estos hombres. Qué admiración para los que sueñan con los triunfos de la torería y se dejan llevar por la nube de las quimeras para poder emborracharse con ellas y alentar el esfuerzo diario de los entrenamientos duros sin saber si al fin y a la postre habrán de servir para algo.

Novilleros hay, triunfadores en temporadas anteriores, que se equivocaron sus mentores precipitando su alternativa y no han vuelto a pisar la arena de un ruedo después de ese día y matadores hay que salieron por la puerta grande y se han vestido de torero este año once o doce veces. ¿Cómo se explica eso? La buena o la mala suerte. La buena o la mala estrella. Como la vida misma.

Hay que confiar en que en el cosmo movible donde el toreo traza la órbita de ese planeta en el que vivía el recordado maestro Cañavate, nada sea estable y las malas estrellas se apaguen encendiendo con sus rescoldos las buenas estrellas de los triunfadores.

En ese milagro confían siempre los que hacen el paseo una vez en el año y se encuentran con que, en el único cartel donde les han reservado un hueco, los toros de legendaria sangre brava huyen del caballo y se rajan ante el trapo inservible para su huída temerosa.

lunes, 6 de octubre de 2008

La “eficacia” de mirar atrás.

No tengo más remedio que empezar el lunes con el persistente dolor de cabeza que genera el conocimiento de los datos conjuntados la semana anterior sobre el mercado laboral en septiembre. Son absolutamente preocupantes. El paro ha crecido un treinta por ciento.

De este porcentaje, el 40 por ciento tiene escasas posibilidades de encontrar nuevo empleo según el índice de ocupabilidad de los trabajadores registrados que elabora el Ministerio correspondiente.

Se ha escrito que un país que en nueve meses ve aumentar su cifra de parados en esta cuantía se encuentra ciertamente ante una auténtica emergencia nacional que conviene atajar sin demora movilizando todos los recursos disponibles así oficiales como privados

La marea creciente del desempleo o ya ha empezado a mojarnos los pies o crece imparable a nuestro alrededor. Me asomo a la ventana y columbro a lo lejos las uves trenzadas e inmóviles de las grúas paradas. En las obras no queda más que el guarda. Y a veces ni ese. Y a la hija mayor de mis vecinos, recientemente separada de su pareja, con tres hijos a su cargo, le crecen por horas las ojeras desde que la mandaron a su casa por reducción de personal en la oficina donde trabajaba.

Somos al menos un 30% menos ricos (en las empresas, en las acciones, participaciones o títulos… en nuestros pisos, con las hipotecas, si acaso a medio pagar) de lo que creíamos meses atrás, y además no sabemos cómo vamos a poder crecer en el futuro.

Todos incluso, los jubilados también, somos más pobres. Y no se si nos estamos dando cuenta de lo que esto significa. Ese treinta por ciento afecta a la magra pensión que llega, al menos por ahora, a nuestros bolsillos. Antes recibían cien. Y ahora también, pero su poder de compra, su capacidad de trueque por productos y servicios, ha bajado a setenta. Es la cuenta de la vieja, cien menos treinta, igual a setenta. Y, si no, que se lo pregunten a nuestras parientas, desoladas con las escasas monedillas de cambio con que llegan a casa después de haber ido al mercado.

Un país que solo en nueve meses ve aumentar su cifra de parados casi en un tercio del total de su fuerza de trabajo es sin duda ninguna un país al borde de un ignoto precipicio que exige el máximo esfuerzo de todos presididos por los más altos representantes de su Gobierno.

Aquí, sin embargo, para sorpresa de incrédulos, Teresa Fernández de la Vega anunció tras el Consejo de Ministros último que el Consejo de Estado realizará un dictamen sobre cuatro reales decretos con los que se pretende empezar a desarrollar la controvertida Ley de la Memoria Histórica.
Para la vicepresidenta, estas normas nacen con la intención de «cerrar y cicatrizar las heridas» de la Guerra Civil.

Miremos atrás para no ver lo que se nos viene encima.

Así no es extraño que los cuatro jefes de gobierno europeos, el de Francia, la de Alemania, el de Inglaterra y el de Italia, convocados por el primero, se hayan reunido para adoptar decisiones que hagan frente a la crisis sufrida por unos y otros en desigual medida, pero crisis al fin para la totalidad, y nos hayan dejado fuera. Una ofensa a los españoles. Una patada en el culo de todos recibida en los ministeriales traseros del presidente del ejecutivo y su responsable de Economía.

sábado, 4 de octubre de 2008

Poder perecedero.

Échenle ustedes pinceladas magistrales de Valdés Leal en los cuadros impresionantes de la Iglesia sevillana de la Santa Caridad. “En un abrir y cerrar de ojos” pasamos de la vida al Más Allá y en el mismo parpadeo se le van a los poderosos los oropeles y se quedan como el gallo de Morón.

Habrán sabido que los vocales salientes del Consejo General del Poder Judicial sufrieron en sus honorables carnes, en el mismo sitio y a la misma hora que lamentaba el quejido del flamenquito, la cruda realidad a la que se ven sometidos aquellos que ostentaron un cargo cuando el dedo omnipotente que los puso allí deja de apretarlos sobre el mullido cojin de su sillón.

Se ha divulgado una frase lapidaria que puede incluso alcanzar los honores de la consagración de aquella otra, “ni está ni se le espera”, que resumía el último capítulo de la aventura golpista. Cuentan que el mismo veintidós de septiembre, el día anterior al fijado para que los nuevos miembros tomaran posesión de sus cargos jurando en el Palacio de la Zarzuela ante el Rey, alguien llamó por teléfono para preguntar por don Enrique López que hasta unas horas antes e incluso en aquel mismo momento era todavía el portavoz del Consejo y que la contestación de la telefonista o del telefonisto (un besito para Bibiana) fue escueta: “Ese señor ya no pinta nada aquí”.

El suceso anecdótico se extiende a la contemplación de sus señorías desplazándose al Palacio en sus propios vehículos e incluso llegando a él en autobús o en taxi sin tener medio disponible alguno, holgado y cómodo, con que retirar de sus despachos, ocupados por todos ellos hasta la jornada anterior, sus efectos privados.
Ya no tenían ni coche oficial, ni chofer uniformado del Ministerio, ni escoltas personales.
Todo con la fría diligencia de “un abrir y cerrar de ojos”.

Y abiertas como platos debieron quedárseles las retinas a sus honorables personas cuando, días más tarde, acudieron a la apertura del Año Judicial y se encontraron con la desagradable sorpresa de que nadie les había reservado asiento por lo que cada cual hubo de encontrar sitio allí dónde pudo. Y de pié, aguantando la lanzada de los callos.

Todo esto me ha hecho recordar la vez en la que fui invitado a la toma de posesión del Director General de Radio y Televisión y de algunos altos mandos de su equipo dirigente.
Llegué temprano al edificio y aun no había casi nadie. Subí las anchas escaleras y me vi en un amplio pasillo enmoquetado en cuyo extremo se sentaba tras una mesa un ordenanza correctamente uniformado de azul con ostentosas bocamangas fileteadas con galones dorados. Leía un periódico del día. Le saludé. Me contestó con desgana y, para iniciar una conversación, le pregunte lo obvio:

-- ¿Qué?... Leyendo la prensa, ¿verdad?

-- Sí, señor, me dijo. Y aquí, esperando, a ver si llegan los eventuales.

viernes, 3 de octubre de 2008

Inquietante economía

Lo siento.Ni este comentario se salva. Con lo tranquilitos que estábamos escuchando a ese profesor, que debe tener una clase llena de sonotones si se le quiere tomar apuntes, afirmar muy serio que podíamos dormir tranquilos, que lo de los problemazos económicos eran cosas de los demás y ahora resulta que no. Que donde dije digo, digo Diego y que te llamo Trigo porque no te quiero llamar amigo.

Pedro Solbes se ha visto obligado a afirmar en el Parlamento que el Gobierno no negaba la crisis, lo que supone un incómodo desmentido personal a la postura mantenida por el Ejecutivo, del que forma parte, forzado por las circunstancias.

Porque los que no la niegan son los datos, que desde el miércoles ultimo se acumulan en las redacciones de los medios informativos y sobre la mesa de su despacho: El precio de la vivienda de segunda mano se desploma y arrastra la vivienda libre, la matriculación de automóviles se contrae en un tercio y España es el país con mayor desempleo de la Unión Europea.

El número de parados aumentó en septiembre en 95.367 lo que eleva el total hasta las 2.625.368 personas. Este dato supone que en el curso del último año haya aumentado el número de desempleados en más de 600.000 y es el peor en once años.
Los datos de la Seguridad Social, especialmente significativos del momento que vive el mercado de trabajo, revelan un deterioro importante, ya que el número de afiliados ha caído en más de 200.000 personas

Que el precio de la vivienda de segunda mano está llevando a la vivienda libre a caer en valor lo recoge el primer Índice de Precios de la Vivienda que ha elaborado el Instituto Nacional de Estadística.
En el segundo trimestre, la vivienda de reventa cayó un 4,9 por ciento y el aumento de precio de la de nueva construcción fue solo del 5,3 por ciento.
Este no pudo compensar la pérdida anterior y además se discute su cuantía por cuanto los promotores pueden enmascarar las pérdidas con otras concesiones encubiertas que, en la práctica, disminuirían ostensiblemente el precio final del producto.

Cuatro regiones vieron reducir en superior proporción el coste de los pisos en el segundo trimestre, siendo el descenso más acusado el de Cataluña (-5,2%), seguido del de Madrid
(-4,8%), País Vasco (-1,2%) y Aragón (-0,2%).

Coincidiendo con estos datos el ministro intenta serenar a los españoles afirmando que “sus ahorros no corren peligro”.
¿Para que lo ha dicho? Calladito hubiera estado más guapo (los milagros todavía son posibles) .El soñoliento responsable de la economía, tan confuso en sus explicaciones y con un nivel de confianza en la ciudadanía tan en abierta caída libre, ha levantado un repeluco de miedo en todos los que hasta ahora leían o escuchaban las inquietantes noticias económicas con la tranquilidad inconsciente de la lejanía, que el insomnio ha cubierto como una nube gris millones de camas cansadas.

El temor que sus palabras ha levantado se ha hecho tan evidente y la luz parpadeante de su alarma produce un reflejo tan alargado que no hay más que leer los mensajes de móvil que superponen en pantalla las televisiones cada vez que organizan una rueda de expertos.

Sin embargo hay quien ha creído atisbar mirando por el ojo de cerradura de su formulación una segunda lectura. ¿A qué viene esto ahora?, se han dicho. Y se han contestado con la necesidad pueril de hallar una respuesta tranquilizadora: A que muchos saquen el dinero donde lo tienen depositado, al socaire de amenazas y creciendo, aunque escasamente, en rentabilidad, y lo inviertan en ladrillos. Cuanto antes lo hagan más pronto evitarán que las viviendas ahora depreciadas hayan de venderse en el futuro todavía más baratas.

Es una consoladora conclusión y ya es sabido que el que no se consuela es porque no quiere.

jueves, 2 de octubre de 2008

El parte de Radio Nacional

Lo llamaban así las gentes asustadas y sumisas de aquellos tiempos de aire militarizado y ambiente frío de patio de cuartel.Era el Diario hablado de las diez de la noche, uno de los dos de duración aproximada al cuarto de hora, que emitía la emisora nacional desde Madrid reservándose la exclusiva absoluta de los servicios informativos radiados.

Tenía su origen en la sintonía final, un potpurrí de fragmentos de himnos que comenzaban con una notas musicales, cinco creo, tomadas del toque militar de “retreta y parte” que, en la sucesión castrense de los actos reglados durante el día, es interpretado por el cornetín más o menos a esa hora, penúltimo toque antes del de silencio, con cuyos alargados sones todo el mundo debe irse a la cama y la vigilia empieza a ser cubierta por la guardia y los soldados de imaginaria.

El parte de Radio Nacional era una sucesión de noticias, pulidas y maquilladas al gusto del poder imperante, que disfrazaban la realidad y la conformaban adaptándola sistemáticamente a los oídos acorchados de los oyentes. Las leían unos locutores campanudos de perfecta dicción vallisoletana a quienes indefectiblemente me recuerda José Luis Rodríguez Zapatero, que habían dado en autodenominarse “los diaristas” y constituían una especie de sonora guardia pretoriana del dictador gozando dentro de la casa de incontables privilegios: David Cubedo, Germán Mira, Juan Martín Navas, Angel Fernández Conde… Casi todos accedieron en los últimos tiempos del extinto Régimen a los puestos de directores territoriales de emisoras de la Cadena Nacional y muchos pasaron por el Centro Emisor del Sur de Sevilla.

Los que queríamos enterarnos de verdad de lo que estaba pasando en la puerta de nuestra casa, en la calle donde vivíamos o con los obreros que echaban a trabajar a toque de sirena a temprana hora en las varias fábricas que entonces había en los alrededores de la ciudad, no teníamos más remedio que sintonizar Radio Paris o Radio España Independiente, en la que la voz bien timbrada e inconfundible de Pilar Aragón nos mantenía debidamente inquietos y suficientemente informados con la lectura de las noticias del día.

Se estarán preguntando ustedes a qué viene esta rememoración más propia de batallita de tierno abuelete ante la mirada limpia de un nieto descubridor del mundo que le rodea y dispuesto a seguir escuchando las bizarras aventuras del anciano. Y es que no la he podido evitar al saber que Radio Nacional de España ha decidido prescindir de los boletines informativos locales que podían escucharse en toda España.

La razón que ha dado la dirección de la emisora a los trabajadores es el ahorro en costes de producción, pero lo cierto es que se acabó escuchar en RNE Radio 5 la actualidad de Andalucía, Baleares o Extremadura, por ejemplo, desde cualquier punto del país. La casa ha decidido suprimir las desconexiones locales que se emitían a nivel nacional a las horas y cuarto y menos cuarto.

Supongo que mis antiguos compañeros de los Centros Territoriales de RNE habrán hecho llegar a la Dirección su democrática protesta preñada de sorpresa y de temor por cuanto encierra de ominoso futuro para la supervivencia de las delegaciones regionales, pero imagino igualmente que ustedes como yo nos estamos sintiendo empujados hacia atrás y trasladados a los viejos tiempos de la voz única, la emisión única y la información en exclusiva.

¡La emisora que debe dar ejemplo suprime el pluralismo de las ondas!
¿A que voy a tener que buscar a Sarcozy a las once de la noche en el dial de la radio?

miércoles, 1 de octubre de 2008

Otro aspecto de la crisis

“Arimatea en el exilio”,con cuyas visitas periódicas se goza este Blog, me dijo ayer tras haber leído “China para incrédulos” que ... “ahora con la crisis y la globalización los pequeños comercios de barrio desaparecen y todo lo acaparan los centros comerciales. Solo sobreviven las tiendecitas de ultramarinos los llamados "desavios".
-Y añade - En mi barrio hay uno, está abierto de siete de la mañana a dos de la madrugada, lo regenta, como no podía ser de otra manera, una china y se ha puesto de nombre Maria.
A ver que españolito medio es capaz de hacerle la competencia”

Bien visto y mejor escrito. Sigo yo: En el mío, además, hay un Bazar que regenta un musulmán. Obsequioso, respetuoso y discreto. Se castiga con un horario parecido. Solo cierra durante el Ramadan. Y se hace llamar Angel que, como es sabido, es un patronímico que figura en el Corán como Gabriel y Miguel, enviados del Señor.

Supongo que Maria intentará satisfacer las peticiones de compra de todos sus clientes y que, cuando traspone su puerta de entrada al establecimiento una cara nueva, procurará brindarle su mejor sonrisa y el encuentro con todo aquello que vaya buscando.

Angel, mi moro amigo, al que no he preguntado nunca si cruzó el Estrecho en patera o la frontera erizada de Melilla, pero que no ha debido pasarlo muy bien antes de instalarse entre nosotros, intenta igualmente hacerlo así. Y si, alguna vez, su desbordante obsequiosidad no encuentra entre el abigarrado conjunto de su almacén aquello que voy buscando, lo anota en una pequeña libretita y me asegura el momento en que lo tendrá a mi disposición. No me ha fallado nunca.

A unos pasos de la tienda de Angel, Mohamed y algo más en su lugar de origen, hace poco tiempo que abrió una pequeña sucursal una conocida cadena de alimentación. He entrado en ella repetidas veces en el pleno ejercicio de eso a lo que nos dedicamos los jubilados: la Bolsa. (La de la tienda de la esquina para ayudar a la parienta, claro es.) Reiteradamente he pretendido encontrar zumo de tomate. Jamás mi búsqueda se ha visto coronada con el éxito y siempre la cajera me ha respondido con evasivas. Ayer me premió con un esfuerzo supremo y, a gritos, preguntó a quien parecía ser el encargado cuando venía.

-- No trabajamos el zumo de tomate – dijo éste sin mirarme.

El hermano de Mohamed, que ignoro si se hace llamar Ángel bis, está tramitando en el Ayuntamiento la licencia de apertura para un segundo Bazar.
La sucursal de la cadena de alimentación tal vez se vea obligada a cerrar un día de estos.

Y es que la crisis ya no hay quien la pare. Y, como es bien sabido, la crearon los americanos esos que en vez de concertar el precio de las cosechas como hacían los antiguos en la calle Sierpes no se ponen de acuerdo en Wall Street.