viernes, 4 de noviembre de 2011

EL TOREO, revista radiofónica

El curso de temas sevillanos que dirige incansablemente Antonio Bustos rindió en los dias finales del mes de octubre del 2011 homenaje y recuerdo a la figura de Enrique Vila, histórico periodista que durante cuatro décadas escribió y dirigió la revista taurina radiofónica en la emisora sevillana de la Cadena SER.

En este acto, celebrado en el Salón de Carteles de la Real Maestranza, se recordó que, hasta poco antes de la cogida y muerte de Manolete, en la plaza de toros de Linares, Radio Sevilla recibía, como un favor para su información taurina, los guiones de un biznieto de Mariano José de Larra, Carlos de Larra y Gullón, conocido crítico taurino, titular con el seudónimo de “Curro Meloja” de la revista de toros “Tauromaquia” de Radio Madrid.

Como, lógicamente, su contenido resultaba muy centralista y escasamente andaluz, Fernando Machado Cayuso, que era el director de la emisora sevillana, requirió la colaboración de este periodista, Enrique Vila. que, tanto con este nombre como con el seudónimo de Guzmán de Alfarache, desarrollaba una prolífica labor en las páginas del diario Fe, rotativo que luego se transformó en el vespertino Sevilla y, por último en el regional Suroeste

Machado lo puso de acuerdo con Rafael Santisteban, en aquella época locutor estrella de la emisora, y ambos acometieron un trabajo común del que como fruto nació la revista taurina El Toreo.

Fue un acierto. En aquellos años, finales de los cuarenta, sin televisión y sin competencia local en las ondas porque hasta primeros de la década siguiente no aparecerían las nuevas emisoras, Radio Nacional de España, emisora de Sevilla, Radio Vida (fermento de la COPE) y La Voz del Guadalquivir que era el órgano de expresión sonora de los sindicatos verticales, la emisión El Toreo se alzó como señora de las ondas hertzianas con su aparición semanal los lunes a las once de la noche.

A este éxito general se sumaron los privativos del programa, el contenido de sus diversas secciones y la realización, eso que, con pedante cursilería podría llamarse “su perfomance”

Destacaron la voz, la dirección y los conocimientos del arte radiofónico de Santisteban… el quehacer periodístico de Vila y la personalidad artística inconfundible de Miguel Navarro, veterana voz del cuadro de actores de la emisora a quien encargaron diera vida a un personaje, “El Tio Mateo”, derivado de la marca del vino fino de la Bodega jerezana Palomino y Vergara que patrocinaba el programa.

Tanto caló en la audiencia y tan popular llegó a ser que, desde entonces, no pudo intervenir en los repartos del elenco que interpretaba las novelas y las obras de radio teatro ya que los oyentes lo identificaban con el singular personaje taurino

Su primer partenaire, Pelayo Romero, otro actor del grupo que le daba la réplica en los primeros guiones, dimitió tal vez por esto mismo y Joaquín Carlos López Lozano, el que fuera director de ABC que entonces era el responsable de la información deportiva de la emisora bajo el seudónimo de Elido, recogió la idea para “Don Pepe y su sobrino” espacio radiofónico llamado a disponer de parecido refrendo popular a cuyos personajes dieron vida en las primeras horas el mismo Miguel Navarro y Jacinta Alenza, afamada locutora venida de Madrid que se hizo muy amante de las costumbres sevillanas y acumulaba una dilatada experiencia escénica casi desde el mismo momento de su bautizo ya que el nombre de pila lo debía a su padrino que era nada menos que don Jacinto Benavente.

Andando el tiempo, serían Manuel Méndez y Pepe Da Rosa, padre, los que se encargarían de prestar voz y sentimientos béticos y sevillistas a los textos de la última época de la sección que se debían a la inspiración feraz del prolífico Juan Tribuna.

Como puede deducirse la idea de conceder vida y sentido amablemente crítico y mordaz a un personaje, “El Tio Mateo”, derivado de una marca publicitaria, no pudo disponer de más favorable eco.

Hasta en el programa de cofradías “Ierusalem” que escribía y presentaba por aquellas calendas en la recién instalada Radio Nacional de España emisora de Sevilla José Luis de la Rosa encargándose de la parte actoral Juan Marín Vizcaino, distinguido cofrade macareno, fiscal en su Junta de Gobierno cuando se erigió la Basílica, se introdujo un personaje parecido que él se encargó de interpretar.

Lo hizo con tanto acierto y tan resaltable acomodo a las pautas trazadas por el “Tio Mateo” de “El Toreo” que, desde entonces, los cofrades sevillanos dieron en llamarle “El tío Mateo, litúrgico”. .

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