Otra vez el señor don Josep Antoni Durán i Lleida, respetable ciudadano aragonés, natural de Alcampell, en la provincia de Huesca, conocido como Pepe Durán en su barrio antes de estudiar derecho en Lérida, convertido al catalanismo más recalcitrante, desde Madrid, donde le mantiene el Honorable para que no le haga sombra en casa, ha ensartado su pica contra Andalucía y los andaluces.en un ejercicio de locuacidad desbordada que probablemente ha sido muy celebrada por las marcas catalanas del champán ahora que sus agentes comerciales tomaban pedidos de cara a las Navidades .
El político catalán ha vuelto a insistir en un argumento falaz. Que el PER lo pagan ellos, los catalanes y que, con el PER, la mano de obra andaluza descansa holgadamente un día sí y otro también en bares y tabernas.
Naturalmente esta reincidencia dejada caer en los oídos de un auditorio facilón que deseaba escuchar eso dispuesto a recibir como el Evangelio la soflama del político le produjo sonoros aplausos.
No es la primera vez que aborda el tema. No hace mucho criticaba que en Andalucía y Extremadura se hayan reducido de 35 a 20 los días necesarios para cobrar este subsidio y, como siempre, ha seguido demostrando que habla de oídas, que no se toma el trabajo de contrastar los datos y que olvida esos claros dispendios de la Generalitat en la obsesión lingüística, la apertura de consulados y embajadas en el exterior y otras inversiones de su megalomanía que están llenando de telarañas sus cajas fuertes.
A esos auditorios se les informa mal. Torcidamente. Pero lo malo es que, en contraposición ,a los auditorios andaluces no se les mantiene debidamente informados.
Cada vez que un andaluz, de los que perciben el PER o no, compra o requiere un producto o servicio catalán, 18 de cada cien euros que pague a cambio va para que los de la sardana se paguen sus caprichos… cada vez que se vende en Cataluña una botella de vino producido en Andalucía… o una lata de conservas… o un kiilo de gambas… 18 de cada cien euros que se cobren se lo quedan ellos también…
Todo el IVA de productos o servicios catalanes vendidos en el resto de España o de productos o servicios españoles vendidos en Cataluña pasa a las manos recaudadoras de los compañeros de don Josep Antoni y de don Artur.
¿Por qué nunca se hace referencia a este despropósito contrario al reparto equitativo de los impuestos aceptado por el inefable Zapatero en una de las ocasiones que precisó los votos catalanes para sacar adelante sus proyectos?...
No es que “con lo que dan los catalanes de aportación conjunta al Estado, el PER sirva para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo", como ha dicho torpemente Durán, sino que con el Impuesto sobre el Valor Añadido que ellos se llevan están pagando los políticos catalanes hasta las botas con las que pegan patadas en el culo al resto de los españoles.
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