La fiesta de los toros en su dimensión perfecta. Un torero de plata, herido de gravedad con una cornada fuerte en un muslo y un espada que pisa fuerte, en hombros por la Puerta grande. Y los dos de Sevilla. El primero, Rafael Cuesta, de familia sevillana, sobrino de Julio Cuesta, el director de la Fundación Cruz Campo.El segundo,Sebastián Castella, de padre francés y madre polaca, pero crecido en el Aljarafe,al calor de la familia Campuzano y con casa en el centro de la ciudad.
Una corrida para el recuerdo. A Rafael le dio la cornada el viento que le movió el capote y el cuarto de la tarde, segundo de Morante, en cuya cuadrilla figura, se le metió por debajo, con el empuje en la embestida y la falta de fijeza de su presencia reciente sobre la arena. A Castella, le acercó el triunfo su preparación, sus ganas, su valor y el público de Madrid que vivió, como protagonista desde los tendidos, su emocionante faena al quinto del festejo que era manso y encastado, pero tomaba bien el engaño.
Sebastián lo entendió desde los primeros compases.Aguantó parones y tornillazos.Le bajó la mano y lo llevó en pases largos y profundos aceptados por su enemigo con nobleza. Había cortado una oreja en su primero. Volvió a cortarla en éste y consiguió la primera Puerta Grande de la temporada madrileña.
¡Ay si Morante llega a tener suerte en el sorteo!.Le tocaron los dos peores.Los más descastados y deslucidos.Pero se mostró seguro y dispuesto en ambos, muy por encima de ellos.
No quiere reconocerlo, pero está en su mejor momento.Si llega a tener material, forma un lío.
Talavante también figuraba en el cartel. Y los toros eran de Garcigrande.
Canal Plus hace de las capitales y los pueblos de España un inmenso foro táurico cada tarde. Transmite en directo la corrida y la repite después por la noche. La de hoy me la he visto dos veces. Y lo bueno es que nadie ha protestado en mi casa.
Y es que cuando torea Talavante…
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