La verdad es que aun no tengo claro cual será la línea que escoja para cubrir con alguna periodicidad este espacio. Inevitablemente viene a mi memoría la sarcástica definición de la profesión periodística que he cultivado toda mi vida: Periodista es ese escritor que se sitúa delante de la página en blanco... no se le ocurre nada... y sigue escribiendo.
La vida es pródiga en ofrecernos mil sensaciones e impresiones que nos conmueven. Ayer tarde,por ejemplo,he vivido una:la grave cogida por un novillo de Guadaira del banderillero El Ruso. Desde el sillón,frente al televisor,he sentido la impotencia de no hallarme cerca de la barrera de Las Ventas para arrojar a los afilados pitones que buscaban la carne del banderillero alcanzado cuando corría, cualquier cosa que tuviese a mano.
Emilio Muñoz,que,como siempre, ponía los comentarios adecuados al festejo en contraste con la verborrea molesta e imparable de Molés y los inaudibles sonidos del anciano maestro Chenel, recordó que en Sevilla sufrió una cornada parecida.Yo estaba allí entonces al lado del recientemente fallecido Salvador Petit, ya ordenado sacerdote, gran aficionado y periodista igualmente,al que pedí que pusiera los comentarios que me había encargado Ruano para la grabación en vídeo de esa corrida que había vendido con el permiso de Diodoro Canorea.
No lo hice porque estaba en activo en la Uno de TVE. Pero me fuí a la gradilla donde estaban las cámaras y el comentarista que ocupaba la parte baja del palco del Príncipe.
Experimenté entonces una sensación similar. Tal vez más acusada en aquella ocasión por hallarme en el sitio y,sin embargo, en la lejanía de la fiera agresora.
Recuerdos. Impresiones reverdecidas. Batallitas de quien peina canas. Por eso este nuevo comentario en mi Blog lo he titulado así esperando que los venideros sean más gratos.
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