viernes, 22 de febrero de 2019

MARISA CARRILLO



Desde la última vez que la escuché, tengo el eco de su voz metido en los oídos. No la oí por la radio sino a través del teléfono. Y no con el móvil, sino desde el auricular del aparato. Una voz femenina, pero rotunda, bien timbrada, de agradable resonancia. Una voz que se alzaba pidiendo un micrófono que la recogiera, una cinta magnetofónica que la conservara y una radio que la difundiera.

Era lógico que llegara a la radiodifusión. Marisa Carrillo, Maria Luisa Carrillo de Albornoz Amorós, subió un día las escaleras del Círculo de los Luises que estaba en la calle Trajano en el edificio trasero de la Iglesia de los Jesuitas y, cruzando su salón con butacas del Cineclub, entró en Radio Vida, la primera emisora de la actual Cadena Cope, que ya había progresado hasta la profesionalidad, y allí se quedó como estrella rutilante en medio de aquel grupo de universitarios que, conducidos por el padre Linares, estaba inyectando aires nuevos a las ondas hertzianas.

En aquellla radio juvenil llena de inteligencia y nuevos proyectos conoció a Manolo Moreno, locutor de la emisora, que luego la acompañaría en sus progresos, a Chano Amador, estudiante entonces de Medicina que alternaba la facultad con la locución y a Manuel Alonso Vicedo, la figura emergente de la comunicación auditiva de aquellos días  y, andando el tiempo, de la mano de este último, cuando Eugenio Fontan, el director general de la Sociedad Española de Radiodifusión, se lo llevó a la SER, apareció deslumbrante en Radio Sevilla y se consagró en el mundo de las estrellas de la radio.

Encontré su número de teléfono y la llamé. Hace un año de esto. Ya no estaba en activo. Había sufrido una grave afección cardiaca y había tenido que someterse a una peligrosa intervención quirúrgica que llevó a cabo con éxito el prestigioso cirujano cardiovascular Carlos Infantes. Pero estaba bien. La encontré animosa y recuperada.Y conservaba su voz poderosa y personal.

Ahora me ha llenado de dolor la noticia de su fallecimiento.

Aquella Radio Sevilla valiente y atractiva que diseñó Vicedo y en la que Manolo Moreno y ella eran las voces representativas, se truncó en el funesto accidente automovilístico en el que fallecieron los dos primeros. Siguió ella como heredera de los proyectos y el estilo.
Pura historia de la mejor radio de la ciudad. 

Un nombre más que desaparece sin premio en el periodismo sevillano.  Sevilla,su provincia y Andalucía parece que no lo tenían incluido en las listas de posibles distinguidos que manejan  los jurados que los conceden.

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