jueves, 5 de mayo de 2016

QUINCE AÑOS DESPUES


Quince años. Como los que tenía el amor de Manolo de la Calva y Ramón Arcusa, aquellos espigados mocitos  que se titulaban, artísticamente y en pareja, “El dúo dinámico”. Quince años han transcurrido desde que mi hijo Antonio hiciera temporada en Barcelona, en el Teatro Condal, con “Bajarse al moro”.

Ahora ha vuelto con “Nuestras mujeres” el aplaudido texto escrito por Eric Assous que interpreta junto a Gabino Diego y Antonio Hortelano y que tuvimos ocasión de aplaudir en nuestro Lope de Vega a principios de marzo.

Me lo recordaba cuando le llamé con el móvil para felicitarle por el último capítulo de “El Caso”, serie instalada sin alteraciones en la lista de éxitos de producciones televisivas.

En quince años han volado  las hojas de muchos capítulos distintos de la historia reciente. En aquellos días todavía al coliseo catalán se le podía llamar Teatro. Hoy es Teatre. Y si se pronuncia la palabra con acento del Ampurdan, mucho mejor.

El recordado Emilio Segura solía referirse a un actor barcelonés que, a primeros de noviembre, que era la fecha acostumbrada, interpretaba en el desaparecido Teatro San Fernando el don Juan Tenorio y cuando estaba recitando aquello de “llamé al Cielo y no me oyó – y pues sus puertas me cierra – de mis pasos en la tierra – responda el Cielo; no yo” salió una voz del gallinero que decía:

--Oírte, sí te escuchó: Lo que ocurrió es que no se enteró de nada de lo que estabas diciendo. Habla claro, mi arma.

Quince años atrás nos traslada al 2001. Precisamente es opinión común en los estudiosos de la materia que en ese año se sentaron las bases de lo que ha sido la televisión del resto de la primera década del siglo XXI en España.

Se puso fin a la mili obligatoria y supimos lo que era una odisea en el espacio.


No sé si Antonio ha recordado algo de esto cuando volvió a pisar las tablas de aquel escenario. Retornar y hacerlo para estar en cartel de temporada fuerza a pensar en muchas otras cosas.

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