Se esforzaron los editores en facilitar la lectura y de aquel libro que reposaba sobre la mesa de pintado pino y que cerraba el que anhelante lo leía cuando caían las doce en el reloj vecino, se pasó al de tamaño reducido que cabía en el bolsillo de la chaqueta. Las ediciones de bolsillo hicieron furor durante una época y se han consolidado llegando a nuestros días con espléndidas colecciones.
Hoy, sin embargo, asistimos a la pasión por los libros densos, de tamaño superior al normal, resistentes portadas y elevado número de páginas.Parece haberse desatado una sorprendente adición a los librotes que, durante el verano, se han leído afanosamente en las playas y, recuperado el ritmo habitual de los días, se siguen ojeando en los lugares más insólitos y así llegan hasta a reclamar en la cama ese hueco antiguo, entre almohadas plegadas y recatada luz, que hubieron de perder ante la competencia parpadeante de las seiscientas veinticinco líneas del televisor.
Yo he caído también en esta moda. A mediados de verano tuve la paciencia de leerme “El juego del angel” de Carlos Ruiz Zafón, seiscientas setenta páginas,”La dama azul” de Javier Sierra,de entidad similar y “Los hombres que no amaban a las mujeres” de la trilogía policiaca 'Millennium', de Stieg Larsson, que se ha convertido en un arrollador best-seller internacional y que me introdujo, sin resistirme yo, en ese ambiente de novela negra que se sitúa en un complicado fraude financiero internacional y el mal enterrado pasado de una familia rica industrial sueca a lo largo del siglo XX.
En sus páginas encontré el clásico ambiente del género de película de suspense y crimen mientras estilísticamente me recordaban algunos de los aspectos de otros subgéneros entre cuyos autores distinguí a Ágata Christie, Dorothy L. Sayers y otros creadores relevantes de la novela policíaca, todo lo cual me confirmó que, como periodista y redactor de una revista en Estocolmo hasta su muerte, Larsson ha volcado en estos trabajos su conocimiento y afición tanto por la novela policíaca inglesa como por la norteamericana.
Dan Brown, Stephen King, Ildefonso Falcones o Paulo Coelho,pueden ser mis apuestas literarias para este otoño y aun no me explico a qué debo este naciente atractivo.
Daría cualquier cosa por conocer las claves de estos éxitos editoriales que llevan a Coelho,por ejemplo,autor de “El Alquimista”, que dicen que es uno de los diez libros más vendidos de la historia, a proclamar que ha ganado lo suficiente para vivir muy bien cinco reencarnaciones… o al abogado barcelonés Ildefonso Falcones a vender cuatro millones de ejemplares de “La Catedral del Mar”… o a cualquiera de estos escritores que disponen de agencia literaria propia para ocuparse de su obra y controlar la venta de libros que saltan por encima de las barreras fronterizas y ocupan los escaparates del mundo de la cultura.
¿Consecuencias de inteligentes y decididas acciones de comerciales?... Falcones ha dicho que no, que no hay campaña de marketing que consiga vender cuatro millones de libros. Pero el nombre de Angeles Caso se proclamaba como ganadora del Planeta antes de que se reuniera el jurado y pronto saldrá a nuestro encuentro su novela ganadora cuando nos asomemos al kiosco a comprar el periódico. Habrá que seguir pensando en esto.
2 comentarios:
Bueno, se me escapan los mecanismos ocultos de la mercadotecnia...aunque ya me gustaría saberlos, ya. Que iba a ganar dinerito, maestro, no para cinco reencarnaciones, sino para conseguir la inmortalidad.
Un fuerte abrazo.
¡Qué alegría más grande me ha dado al ver esta entrada! ¡Un abrazo fortisimo!
Publicar un comentario