Malo es que un torero pierda el sitio, pero
malísimo puede resultar que la Feria pierda el suyo. Aunque el sitio lo perdió hace
mucho cuando la sacaron de la vecindad del parque para llevársela a los
Remedios Ahora va a perder el tiempo que todavía puede considerarse peor.
Está “destiempao” decía mi hijo Angel cuando, de pequeño, tuvo una época en la que inventaba palabras. Fuera de la realidad. Fuera del tiempo. “Destiempao”
En Sevilla la Feria fue siempre en abril como en Córdoba las cruces, en mayo. ¿A qué viene entonces el cambio?... Poderosas razones se han barajado para ello y no soy yo quien para discutirlas. La fiesta comenzará el 5 de mayo y se complementará turísticamente con el puente del mes. La necesidad es mantener dos semanas de separación con la Semana Santa para evitar que una concentración de ambos acontecimientos en el calendario se traduzca en una caída en el cómputo global de turistas.
De todas maneras me parece muy bien que se haya optado por esa decisión y que ya esté tomada. Sin más dilaciones ni confrontaciones verbales ociosas.
Cuando la ciudad se debate entre los graves problemas que la acucian cada día, con su tejido industrial oxidado y su comercio con los cierres en el suelo, poner sobre la mesa el debate de la Feria en mayo o en abril habría sido una obscenidad escandalosa.
Vamos a lo que vamos, que debe ser echarnos una mano los unos a los otros para salir de esta puñetera crisis que cada vez empuja más hacia abajo a ese montón de familias de siempre que se levantan de la cama sin saber para dónde tirar.
A fin de cuentas el cambio de mes tiene una solución fácil: El teniente de alcalde delegado de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano, la esbozó en tono de humor "la Feria comenzará no el 30 de abril sino el 34”.
Está “destiempao” decía mi hijo Angel cuando, de pequeño, tuvo una época en la que inventaba palabras. Fuera de la realidad. Fuera del tiempo. “Destiempao”
En Sevilla la Feria fue siempre en abril como en Córdoba las cruces, en mayo. ¿A qué viene entonces el cambio?... Poderosas razones se han barajado para ello y no soy yo quien para discutirlas. La fiesta comenzará el 5 de mayo y se complementará turísticamente con el puente del mes. La necesidad es mantener dos semanas de separación con la Semana Santa para evitar que una concentración de ambos acontecimientos en el calendario se traduzca en una caída en el cómputo global de turistas.
De todas maneras me parece muy bien que se haya optado por esa decisión y que ya esté tomada. Sin más dilaciones ni confrontaciones verbales ociosas.
Cuando la ciudad se debate entre los graves problemas que la acucian cada día, con su tejido industrial oxidado y su comercio con los cierres en el suelo, poner sobre la mesa el debate de la Feria en mayo o en abril habría sido una obscenidad escandalosa.
Vamos a lo que vamos, que debe ser echarnos una mano los unos a los otros para salir de esta puñetera crisis que cada vez empuja más hacia abajo a ese montón de familias de siempre que se levantan de la cama sin saber para dónde tirar.
A fin de cuentas el cambio de mes tiene una solución fácil: El teniente de alcalde delegado de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano, la esbozó en tono de humor "la Feria comenzará no el 30 de abril sino el 34”.
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