Llevo días conteniéndome. Me produce una cierta nausea abordar el tema en el que al final, voy a meterme. Pero no sería yo si por cobardía o comodidad lo eludiese en una postura acomodaticia y timorata.
La foto del
encarcelado señor Bárcenas ocupa la portada de ABC… La repercusión del asunto
Bárcenas llena la cabecera de La Razón… Las declaraciones del líder de la
oposición sobre el repetido recluso Bárcenas aparecen en la primera del Pais… Diario
de Sevilla consagra un dilatado espacio de su ejemplar de hoy al mismo tema…
Bien.Pues
vamos a echar nuestro modesto cuarto a espadas a la cuestión.
Para empezar
afirmo que Bárcenas sabe de contabilidad lo que yo de física cuántica. (Nothing
de nothing). La relación de anotaciones que se vienen manejando como
contabilidad no pasan de ser eso, cifras escritas precedidas de conceptos
difusos. Nada que ver con apuntes contables. Desde Fray Lucas Pacciolo, monje
italiano del siglo quince que inventó la “partida doble”, las relaciones
contables se encabezan con Debe, Haber y Saldo y la Contabilidad se define como
el sistema adoptado para llevar cuenta y razón de las cosas y las operaciones
con ellas siendo el Código de Comercio español vigente el que, en su artículo
veinticinco, precisa que esta contabilidad debe permitir su seguimiento
cronológico.
Me he armado
de paciencia para intentar traducir los mentados papeles y he padecido la misma
reacción que si tuviera delante la hoja de examen de un alumno que pretendiera
tomarme el pelo o el garrapateo torpe de una cocinera tras haber hecho la
compra en el mercado a poco de llegar del pueblo.Sin ser experto en grafología es fácil advertir la participación de varias manos en el escrito.
Varias manos de diferentes individuos (as) que, olvidando que están haciendo una presunta contabilidad en dinero negro, registran religiosamente en ella los impuestos.
Y tan
zahoríes que, dando por segura la entrada del Euro, anotan pagos en esta moneda
antes de que se pusiese en circulación.
¿Y esto es lo
que tiene el tal Bárcenas?... Me lo pregunto sin salir de mi asombro.Como puede haber alguien que se diga o me diga quien soy yo para formularme tal pregunta, aunque estoy muy lejos de presumir de nada, me anticipo a responder con tres títulos que, convenientemente enmarcados, cuelgan en mi escritorio: uno dice que soy Perito Mercantil, otro que Profesor Mercantil, el último que Intendente Mercantil.
Once años estudiando y aprobando la teneduría de libros en sus diversos aspectos desde sus orígenes hasta los actuales planes generales. Un cerrojo sería si no se me hubiese quedado algo. (Luego me metí en lo del periodismo y seguí colgando cuadritos para no tener que pintar las paredes)
El primer plano fotográfico del recluso Bárcenas me fuerza a recordar el del genial Paco Tous interpretando magistralmente al teniente coronel Tejero en el largometraje “23 – F” cuando, después de despachar a Pardo Zancada,creo recordar que se dice: “¡Cuánta chapuza!”
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