viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Y DÓNDE DEJAMOS AL ÁRBOL?

Los de Correos hicieron puente el día 24. Si no todos, que no lo he averiguado, al menos los de la estafeta que visito para mis asuntos postales.

Pensé al encontrarme las oficinas cerradas que tal postura hubiera sido imposible pocos años atrás cuando aquellos esforzados funcionarios aparecían en las puertas de las casas con amplias carteras de cuero rebosantes de chritsmas  y se esforzaban hasta llegar a figurar en el NODO como protagonistas de algunas hazañas de sabuesos dando con el domicilio correcto de esos padres de soldados lejanos que a duras penas habían escrito en el sobre sus apodos y su pueblo para felicitarles la Navidad.

Igualito que ahora, que te falta un perejil en el DP y te echan para atrás la carta urgente sin devolverte la sobretasa.

Se pueden cerrar las administraciones en pasajeras holganzas porque no hay chritsmas, o se usan muchísimo menos y los que resisten son reproducidos por internet y los usuarios se ahorran el sello.

También va pasando la costumbre de los árboles que diezmaban un tiempo los bordes de las carreteras comarcales hasta que llegaron los chinos sustituyéndolos por los de plástico.

La costumbre de instalar en los hogares árboles de Navidad nunca me pareció ni pagana ni extranjerizante. Josefina Carabias recordó en una de sus docentes colaboraciones periodísticas que el árbol es una tradición piadosa de las más antiguas. Nació en los países nórdicos y viene de cuando, por no existir todavía templos, los cristianos se reunían bajo el árbol más frondoso. A ese árbol se le llamó “christmass tree” que significa árbol de la misa de Cristo. Por eso  los chritsmas de los que venía hablando se conocieron con esa denominación que originariamente dispuso de una repetida ese en la primera palabra luego perdida al ser llamados chritsmas card.

Hoy los árboles no son refugios exteriores protectores de los que rezaban sin iglesias, sino soportes de regalos sustentados con guirnaldas de papel de plata.Otra vez la tarjeta de compras. Qué se le va a hacer.


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