viernes, 20 de marzo de 2015

LA PENSIÓN, EMBARGADA


El susto dio paso a la indignación que pronto se me desbordó con la estridencia de un antiguo taco cuartelero.

Acababa de encontrar en el buzón una carta del banco donde tengo domiciliados la pensión que cada día me hace renquear más para llegar a fin de mes y los recibos que pago, pero nada de esto traía sino una comunicación de la entidad bancaria en la que se me informaba que se había producido en mi cuenta una retención por diligencia de embargo, el importe y número de la diligencia y el causante de la broma, el Ayuntamiento de Sevilla, identificado en la papela bancaria como “organismo emisor”.

Me fui con las del beri a las oficinas del banco. Debí entrar como una tromba en el despacho de dirección y me encontré con una gélida señorita que me argumentó con lenguaje profesional que no eran culpables del aparente desafuero porque la orden venía de Madrid, que me dirigiera a la Agencia Tributaria de Sevilla y que allí me informarían.

Y, en efecto, me informaron y supe que un desconocido ciudadano que vive en la capital en calle cuyo nombre coincide con el de la Urbanización donde ahora habito en el Aljarafe hace tiempo que no paga la recogida de basuras.

Amparado por una paciente funcionaria municipal de semblante comprensivo y triste rellené una instancia cuya copia me selló, describiendo el monumental error. Y, no contento con eso, envié al día siguiente una carta certificada a Emasesa a la que acompañé cuatro documentos demostrativos de lo  mismo. Yo no era el tramposo. Jamás he sido propietario de vivienda alguna en la calle donde vive el tío que no paga el impuesto de recogida de basuras. Mi única coincidencia es que habito en una Urbanización del mismo nombre… a quince kilómetros de la urbe.

Me han dado un disgusto… me han hecho perder una mañana en Sevilla y otra entre Correos y el Ayuntamiento de mi pueblo buscando comprobantes y rellenando papeles.

Hoy, al fin, me ha llegado otro volante bancario en cuyo encabezamiento figura ANULACION DE RETENCION POR LEVANTAMIENTO DE EMBARGO.
Espero que, en los días siguientes, alguien de la Empresa Municipal de Aguas, me pida disculpas.


(¿Qué dice usted… que espere sentado?)

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