martes, 16 de junio de 2015

PROHIBIDO JUGAR CON LAS COSAS DE COMER


Me parece saludable que entren los nuevos. El aire fresco limpia los pulmones. La renovación puede aportar ideas inéditas y vigor de estreno. Pero cuidado. Cuidado con lo que se hace y con lo que se dice. Con las cosas de comer no se juega.
A alguno de los nuevos inquilinos de los ayuntamientos he oído en la tele y me he quedado estupefacto. Me han borrado de un plumazo la grata imagen que me causaban una Manuela Carmena, alcaldesa madrileña, tomando el Metro para ir a su despacho o a un Juan Ignacio Zoido, entregando entre educadas sonrisas, la vara de mando a su sucesor.
Por encima de triquiñuelas políticas ciegamente imprevistas por los que estaban, es alentador comprobar el clima equilibrado de las alternancias y preocupante el revanchismo de quienes acceden al poder en una galerna de abordaje.
A la postre, es el pueblo sabio, vox populi, vox Dei, el que impone su dictado. ¿Llegó alguien a pensar alguna vez que esas lacerantes imágenes televisivas de los guardias sacando de sus casas a sus moradores por haber sido desahuciados por los bancos no iban a pasar factura?...
El terremoto del 24M se ha llevado por delante a varios históricos e ilustres loros viejos. La pena es que ha arrastrado también  a mi antiguo compañero en Huelva del Centro Regional de Televisión Perico Rodry.

Sin duda ninguna, como pontificara Churchill, la democracia es el peor sistema de gobierno… con excepción de todos los demás.

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