lunes, 19 de octubre de 2015

PERIODISTA EN TRES DIMENSIONES


Le doy la vuelta versallesca al titular de un artículo que me dedicó hace unas fechas en las páginas del Correo de Andalucía Víctor Manuel García Rayo y así encabezo este mío a modo de respuesta.
Cuando lo leí me dispuse rápidamente a darle las gracias y marqué el número que tengo de su teléfono móvil, pero recibí unos extraños sonidos que me hicieron suponer que, o había cambiado o estaba lejos y entonces colegí que se hallaba en Roma junto a los mil doscientos peregrinos que han asistido a los actos de canonización de Madre María de la Purísima.
No era así, pero casi acierto. Víctor se encontraba en su puesto habitual, ante las cámaras y micrófonos de la tele del Correo comentando el acontecimiento. Son sus tres dimensiones. Es un periodista que domina la locución improvisada como pocos, que sabe estar ante las cámaras con naturalidad y, además, que escribe muy bien.
Naturalmente el artículo al que me refiero me ha gustado mucho, pero lo bueno es que ha agradado más a la gente de mi entorno que se ha apresurado a divulgarlo en alas de esos elementos mágicos de transmisión que aportan hoy los sistemas de comunicaciones móviles, ante los cuales mostramos nuestra torpeza los que conjugamos el verbo jubilar o mettere in pensione que dirían los italianos.
Por si fuera poco Víctor es un  redactor intuitivo que acierta cuando imagina. Las películas que supone que veo o los versos que me agrada releer son ciertos. Tan verdaderos como otros muchos aspectos de su texto delicioso que alcanza indudables cumbres expresivas cuando se refiere a mi hermandad del Calvario.
Gracias amigo, compañero. De corazón. Aunque no sé si es oportuno recordarte esa víscera cardiaca que tantos sustos te ha dado tal vez porque tú la obligas demasiado a empujarte la pluma o la voz.

Un abrazo.

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