miércoles, 20 de abril de 2016

UNA CALLE PARA EL DOCTOR JESUS VIDA


En vez de Aguiar, a la calle de este nombre le quieren poner el del benemérito pediatra que tuvo su consulta en ella sirviendo a las madres carentes de recursos ni protección oficial, sin reclamar nada a cambio.
El doctor Vida nació y vivió hasta su matrimonio  en la collación de San Lorenzo, en la calle que lleva el nombre de Miguel Cid, el autor de las letras de las canciones a la Inmaculada Concepción.
Desde temprana hora, dio muestras de una inteligencia fuera de lo común y de una voluntad amable, pero férrea que  aplicaba en entregarse a su formación cultural consiguiendo  siempre brillantes notas.
Estudió en la Facultad de Medicina de Sevilla especializándose en Pediatría y figura en el Colegio Médico sevillano con el número 4102300
A fines de la década de los cincuenta del pasado siglo, cuando Florentino Pérez Embid, director general de Bellas Artes, había puesto la emisora en Sevilla de Radio Nacional en manos de  Celestino Fernández Ortiz, conocido periodista de la ciudad, un locutor de aquella radio, Aurelio de la Viesca, ideó un programa titulado “Al habla con la provincia” que contenía un espacio llamado “Rincón de la Caridad” cuyo título orienta sobradamente de sus propósitos.
Observaron los realizadores del programa que, entre los demandantes de ayuda o asistencia, destacaban los niños, la mayoría de pueblos cercanos, suburbios y zonas marginales que, en aquellos años, no disponían de asistencia médica.
No se anduvieron con chiquitas y montaron un dispensario infantil en los bajos de los estudios radiofónicos. El pediatra que lo atendía era el doctor Jesús Vida.
De lunes a viernes, todos los días, a las dos de la tarde, un largo reguero de mujeres sencillas  con niños enfermos se extendía sobre el acerado esperando llegar a la consulta del caritativo médico, en los bajos del número catorce de la calle San Pedro Mártir.
Y cuando el programa terminó y el pintoresco consultorio hubo de clausurarse, Jesús continuó atendiendo a todos esos que llegaban a su consulta de la calle Aguiar, en las mismas condiciones. O sea, con un alto nivel de eficiencia y sin cobrarles ni un euro.
Es padre de nueve hijos. Tiene ochenta y cuatro años y está ingresado en la Residencia Gerón. Aparentemente no necesita nada y, tal vez perdido en la bruma de sus recuerdos confusos, deja transcurrir el declinar de su larga existencia siempre al servicio de los demás.
Ahora un grupo de sus amigos capitaneados por el que fuera hermano mayor del Museo, Miguel Ángel Pérez de los Santos, proyecta que la calle luzca un nuevo rótulo con su nombre.

Feliz iniciativa. El Doctor Jesús Vida merece que se le recuerde por lo que fue y por lo que hizo. Me consta que al alcalde Juan Espadas le ha gustado mucho la idea.

1 comentario:

rafael dijo...

Buenas tardes: en el pleno de distrito centro de hoy 17 de enero de 2.017 se ha aprobado el cambio de rotulación de la calle Aguiar por la de Dr.Jesús Vida.