jueves, 17 de enero de 2019

VOX Y EL NUMERO PI




Yo no suelo escribir de política entre otras razones porque, como dice mi kiosquera, a mí la política no me da de comer. Pero no he podido evadirme del desbordamiento mediático con motivo de las últimas elecciones andaluzas y, en el transcurso de la transmisión de los discursos previos a la elección de presidente, anoté una curiosa anécdota que voy a traer aquí.

Estaba en el uso de la palabra el ex juez Serrano, parlamentario que representa, como portavoz, al nuevo partido y recordó  una frase del apóstol Juan :”... porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su Hijo Unigénito para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga la vida eterna”

Y añadió la localización de la cita: Juan, tres, catorce.

Se oyó entonces una voz que le corregía: dieciséis. Y repuso de inmediato el juez: 
Correcto.

Efectivamente el texto se halla en el Evangelio de San Juan, capítulo tres, versículo dieciséis. Pero dicho ello de corrido el final conclusivo es Juan, tres, catorce,  dieciséis. O sea que si hubiera traducido: Juan, número pi, habría quedado divinamente.

Juan, el apóstol galileo, hijo del Zebedeo y Salomé, uno de los primeros que siguieron a Jesús y fue testigo del primer milagro del Redentor, se ha colado así entre los intervinientes de las históricas sesiones parlamentarias  recientes y lo ha hecho con dos momentos para figurar en la relación de sus curiosidades.

Pi, como podemos recordar de nuestro paso por el bachillerato, es un número irracional que se obtiene dividiendo la longitud de un círculo entre el tamaño de su diámetro. Se usa en matemáticas y geometría y no es ninguna figuración literaria.

Las afiladas y gallardas plumas que hacen la crónica de esta cámara representativa habrán querido ver en su inesperada presencia un augurio de los equilibrios trigonométricos que los políticos electos tendrán que hacer para mantenerla en el futuro.

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