jueves, 6 de agosto de 2009

Tipos y personajes curiosos de ayer. (I)

Prometido tengo desde el lunes último seguir recordando andanzas y desventuras de los que un día fueron tipos populares en Sevilla y a cumplir mi palabra voy ahora.

Leopoldo el Legionario estuvo en el Tercio y el Tercio lo marcó.No abandonó nunca estos recuerdos por sus andanzas pedestres por la calle Baños y la plaza de la Gavidia en cuyo mínimo recorrido urbano vino a sustituir de alguna manera a un legendario don Antonio El Betunero, orador callejero del prohibido Congreso que había suprimido el General Franco y tan amante del Valdepeñas como él. (No como Franco,sino como Don Antonio que,además, era cojo y de malas pulgas).

A don Antonio se lo encontró el benemérito pediatra Jesús Vida en su primer año de Medicina sobre una mesa de mármol al entrar una fría mañana en la Sala de Disecciones de Histología.Lo habían hallado muerto en un rincón de la Plaza Teresa Enríquez. De Leopoldo,que se ganaba la vida haciendo mandados a los comercios de su pequeño microcosmos conocí que se apellidaba Troncoso Narváez y había nacido en el Pumarejo. Y no supe más.

También se ganaba la vida como mandadero otro sevillano de escasa altura, Laureano Herrera,popular en su tiempo, siempre dentro de la órbita del Hogar de San Fernando, asilo de mendicidad para niños y ancianos que regentaban las Hermanas de la Caridad bajo la protección del Municipio.Se alzaba el hogar en la plaza de San Leandro en un hermoso edificio absurdamente derribado en 1962 y entre sus paredes y las del Ayuntamiento del que llegó a lucir el uniforme de ordenanza sin estar en plantilla, discurrió toda la vida este hombre.

La música callejera que actualmente sirven los altos muchachos rubios con pinta de eslavos que se sitúan en Sierpes o Tetuán estuvo en aquella Sevilla que acababa de dejar atrás la mitad del siglo veinte, a cargo de Sarasate y “El hombre del acordeón”. No he encontrado datos del primero, violinista triste de chalina y traje oscuro, acompañante de parejas románticas en las terrazas de los bares,pero sí del segundo, incansable deambulador de las calles sevillanas con su instrumento musical al hombro. Se llamaba Antonio Reyes Cruz y había venido de Tocina, su pueblo natal, buscando trabajo cuando se hacía la Exposición Iberoamericana del veintinueve. Se colocó una temporada en la Venta Marcelino,con su acordeón y luego le encontró más rentabilidad y,todo hay que decirlo,mayor libertad a eso de llenar de música con lejanos ecos porteños las calles hispalenses.

Vivió en Triana,en la calle Pureza,72 y,cuando yo escribía, dirigía y presentaba el programa “Ni más ni menos” en las tardes de Radio Nacional, le hice una entrevista en la que se mostraba quejoso porque el Ayuntamiento había regalado cuatro mil duros al que tocaba el último pianillo y se había olvidado de él.

No pudo decirme cómo se llamaba Sarasate.Era su competencia sonora. Pero cada uno iba a lo suyo y nunca se había terciado que hablasen. Lo que son las cosas.

De “Antoñito procesiones” escribí mucho en mi libro “Itinerario habitual” (Editorial Castillejo,Sevilla,2002) y a él remito a todos los interesados en recordar la vida y peripecias de este sevillano melómano protagonista de sustanciosas anécdotas y al que asistió personalmente en su tránsito a la otra vida el Cardenal Amigo Vallejo.

Y de El Loqui,El hombre de los pollitos y Vicente el del Canasto, ¿qué quieren ustedes que les diga?... que sus vidas fueron tan pródigas en aconteceres mínimos pero tan sabrosos que bien merecen el capítulo que a ellos habré de dedicar mañana o pasado.

2 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Impagables recuerdos D. José Luis, a Laureano lo conocí de niño estando yo en el colegio Mesón del Moro y en mi deambular por el centro de Sevilla donde vivía entonces yo, calle Golfos. La verdad es que tenía muy malas pulgas y los niños nos metíamos mucho con él.
También recuerdo muy bien al señor del acordeón, perfectamente vestido de traje y muy repeinado con gomina tocando entre los veladores de los bares de la Alfalfa y en la terraza de La Alicantina.
Muchas gracias por compartir sus recuerdos.

Manuel Corrales Scota dijo...

No se si Ud. sabe que Leopoldo el Legionario es el Sr. Troncoso del Grupo Triana, si lo desea aquí le dejo algo más de su historia. Un saludo.

http://icebergbarna.blogspot.com/2011/03/semblanza-y-vida-del-sr-troncoso.html