Los Reyes este año han llegado a mi casa antes de tiempo. No el trío de generosos monarcas estrelleros, sino el anciano de las barbas blancas que esconden su continua sonrisa de abuelete complaciente. Pero Melchor hace por tres. Y el mago es mi hijo Antonio, actor y presentador televisivo como es sabido cuya fama ha hecho olvidar mi nombre. He dejado de ser José Luis Garrido Bustamante para convertirme en el padre de Antonio Garrido. No me importa. Al grandísimo poeta que fue Juan Sierra dejaron de llamarle así para conocerle como “el padre de Quino”, futbolísta muy renombrado en su tiempo.
Eso de convertirme de golpe en el casero de un rey tan poderoso y taumatúrgico como el barbado que encabeza la trilogía de monarcas que adoraron y colmaron de regalos al recién nacido Hijo de Dios me ha acarreado más problemas de los que cabría suponer. Todos mis nietos se han apuntado a su cortejo. Era de esperar. Y ellos solitos han hecho una leva de beduinos con resultado tan sorprendente que si el sitio de reunión también lo han ubicado aquí habré de pedir permiso a los vecinos para extender los límites de la efímera plaza de armas.
Mas con ser todo esto tan complicado como la logística de unos grandes almacenes, se queda en pañales frente al problema filosófico de explicar a la grey infantil el encaje de la representación humana de los monarcas.
Las preguntas se suceden con una lógica aplastante. Si los reyes que se van a subir en las carrozas son el tío Antonio y dos amigos suyos, ¿quienes son los destinatarios de las cartas que se depositaron pocas horas antes en el zurrón del cartero real?....
Y, si los magos que acudieron siguiendo a una estrella hasta el portal de Belen, existieron en realidad y se murieron como todos los nacidos ( yo les dije en una ocasión que Paco Narbona, mi antiguo director en televisión, había visitado su tumba en la ciudad de Colonia en Alemania ) ¿cual es la identidad de los ubicuos personajes que nos visitan en la noche mágica del cinco de enero llenando de juguetes los zapatos dejados en el balcón?
Hacía tiempo que no me estrujaba tanto los sesos en un examen.
Al fin dí con una respuesta y la proclamé triunfador con entonación campanuda: Su espíritu.
-- ¿Los reyes son espíritus?, preguntó uno de los enanos.
-- Espiritus buenos… como los ángeles, repuso otra voz. Esta última de niña que se estará educando en un colegio de monjas.
Repicó el teléfono fijo. Al descolgarlo contesté maquinalmente: Residencia del Rey Melchor, dígame.
Y afortunadamente no me contestó Urdangarin.
4 comentarios:
Pues, diga usted lo que diga, tiene que estar disfrutando como un chiquillo.
Lo que tiene su guasa es lo de ser el "padre de", yo también estoy pasando por ahí con uno de mis hijos.
Que Sus Majestades lo traten como se merece y feliz año nuevo
Sí. Es verdad.Lo malo es llegar a la ancianidad e intentar parecer joven.Los abuelos podemos ser felices si aceptamos en su integridad ese capítulo de la vida.
Me alegro de compartir lo de ser "el padre de".
Felices Reyes. Feliz Año.
Maravillosos Reyes Magos, no me cabe duda. Hace como 3 semanas, me encontré con Antonio, por la calle Torneo, en la zona de Calatrava. Alegría de verlo por su barrio, a fin de cuentas, nos hemos criado de vecinos aunque nunca hayamos intercambiado palabra.
Su hijo es admirable, no como actor, ni como presentador, sino como persona. Una entrevista que le ví recientemente en una cadena local me encantó, se nota que tiene la cabeza bien amueblada, y eso es gracias a sus padre. Y no ha perdido el espíritu intrépido y nervioso de cuando trabajaba de reportero en Andalucía directo e intentaba subirse a las carrozas para estar cerca de los Reyes.
Espero que, un día de estos puedan ustedes dos, ya sea junto o por separado, concederme el honor de una visita y una pequeña charla-entrevista en las ondas. Si es que el Ayuntamiento no nos cierra la emisora antes.
Feliz 2012, señor Garrido.
Teresa
Gracias, Teresa.
No creo que os cierren la emisora.Es verdad que el mundo televisivo está cambiando una enormidad,pero con profesionalidad y buen pulso, todo puede seguir.
Antonio se fue a Madrid enredado en otros proyectos tras haber finalizado el rodaje de "Los protegidos". Creo interpretar su decisión si te digo que puede contar con los dos.
Un beso
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