Pero Manuel Barrios se fue a Radio Sevilla
buscando en la emisora decana nuevos horizontes para su creatividad y Agustín
Embuena hubo de afrontar la decisión de renovar en solitario el texto de la
obra humorística ajustándolo a los
hechos y circunstancias recientes
de la vida de la ciudad, o dejarlo dormir indefinidamente con lo que se
abortaba esa atractiva opción de continuar ofreciendo en cada primero de
noviembre nuevas versiones de la adaptación inicial pródigas en repetidos éxitos
de público y taquilla.
Se decidió por la segunda posibilidad y así
nacieron seis versiones más, ya con la autoría de Agustín en solitario, entre
las que destacó la titulada “Tenorio´92” estrenada en el Teatro Imperial el Uno
de Noviembre de 1989 por su compañía titular, la Agrupación Álvarez Quintero y
permaneciendo en cartel hasta el trece del mes.
La lista de intérpretes la integraban Agustín
Embuena, Emilio Segura, Eulogio Serrano, Luis Márquez, José Luis Lara, Pepe
Quintas, Federico Rivelot, Javier Luque, LoliLagares, Asunción Embuena, Rosalía
Jiménez, Pepita Sánchez, Miriam Segura, Lola Feriña, Rosa Laureiro, Mari C.
Valera, Mari C. Serrano, Esperanza Rodríguez, M. Ángeles Hernández, Mariví
Márquez, Irene Márquez y Mari C. Franco.
Es decir habían desaparecido los
profesionales de Radio Nacional del primer reparto del que solo permanecían
Embuena y Segura siendo sustituidos todos los demás por integrantes de la
Agrupación Álvarez Quintero
En el equipo técnico estaban Rafael
Velázquez, Juan Calvo y Rafael Velázquez, hijo y la dirección correspondía a
José Luis Lara y a Emilio Segura.
Como profesionales complementarios, se citaba
en los programas de mano a
Pitilina
Matutillo, peluquera
particular de Emilio Segura ( que era calvo desde que entró en la adolescencia)
Rodigalbo
Falucio,
sastre exclusivo de Agustín Embuena.
Lucas
Martino,
que bajaba el telón y
Marcelino
Manteca,
que lo subía.
También aparecían como aperitivo, estos
versos premonitorios:
Tenorio
es leyenda pura,
restos
de un mundo ilusorio,
Embuena,
Eulogio y Segura
se unen
en otro Tenorio.
¡Amor!
¡Traición! ¡Situaciones
de
muerte, horror y falacia…!
Y un
trío de carrozones
Echándole al tema gracia.
¡Los
tres, de nuevo, los tres!
Llenos
de fuerza y de brío.
Y, con
ellos, doña Inés,
que es la
causante del lío
Tres
abuelos con redaños,
sin
temor al porvenir
que,
pese a sus muchos años,
todavía
hacen reír.
¿Don
Juan! que matando quiere
hacer
víctimas deprisa.
Pero
¿saben quien se muere?...
El
espectador… (De risa)
La última versión ya no dispuso de escenario
convencional. La piqueta se había llevado por delante al San Fernando. El
Imperial estaba convertido en librería. El Alvarez Quintero, en salón de actos.
Don Juan, con apagada sonrisa, hubo de acomodarse en el Salón de la Caja San Fernando en la calle
Chicarreros en donde permaneció desde el dos de octubre de 1994 hasta el diez
del mismo mes y año.
Embuena había proyectado aplazar su retirada como actor cómico, pero
hubo de hacerlo aquí dada la precariedad de su estado de salud.
1 comentario:
me recuerda a "La venganza de Don Mendo".
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