lunes, 2 de enero de 2017

JESÚS VIDA, UNA VIDA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS


...Que nadie ama más a sus hermanos que aquel que da su vida por ellos...Eso nos dijo ese cuya efigie en madera paseamos por nuestras calles en Semana Santa al son de trompetas y tambores mientras se pierden sus palabras ante Anás, Caifás,  Herodes, Pilatos o ante Simón el Cirineo, cargado con la cruz o  Dimas y Gestas, colgado del madero.

Dar la vida por los demás. Yo conocí a un hombre que siempre dio la suya. Sin freno, sin recato, con generosidad y con alegría. Era un sevillano de barrio, vecino del Gran Poder durante su infancia y primera juventud, médico expertísimo con agudo ojo clínico y entrega sacerdotal a su profesión.

Se hizo pediatra, tal vez por eso que también nos dijo el muchacho torturado que sacamos encima de los pasos “Dejad que los niños se acerquen a mí” Y fue como El seguido por mucha gente  a las que trató de iluminar con su testimonio y su palabra.

Se llamaba Jesús Vida. Y ha muerto un mal día, si es que hay algún buen día para morirse, el último del año.

Con su partida ha frustrado el deseo que albergábamos un grupo de sus amigos de conseguir que la calle donde ejerció la medicina dejase de llamarse Aguiar y se rotulase con su nombre y que él asistiera al acto de descubrimiento del rótulo por el alcalde la ciudad en una ceremonia de agradecimiento público que se había venido ganando muchos años desde aquellos, ya casi perdidos en la nostalgia, en los que fundó un consultorio benéfico para atender a niños sin recursos en la primitiva Radio Nacional, emisora de Sevilla de la calle San Pedro Mártir.

Jesús fue también rector de Cursillos de Cristiandad. Médico para sanar el cuerpo infantil. Colaborador estrecho con predicadores de la palabra en ese movimiento que revitalizó muchos  dormidos círculos eclesiales.

Y, como antes en su consulta de la radio, siguió ejerciendo su profesión de manera gratuita ante sus nuevos pacientes pobres de ánimos, de formación y de recursos, en la que instaló en su propio domicilio.

Francisco, el Papa actual, ha escrito que “a quienes hoy quieren saber quién es Jesús podemos ofrecerles tres cosas, el evangelio, el crucifijo y el testimonio de nuestra fe”

Jesús, este otro Jesús, que se enterró el día primero del año, no se olvidó en su larga vida de ninguna de las tres.

¿Y ahora qué va a pasar con el nombre de la calle?... A Juan Carrero se la dedicaron cuando ya faltaba él. ¿Ocurrirá lo mismo en esta nueva ocasión?... Los entusiastas e infatigables Miguel Ángel Pérez de los Santos, José Luis Monedero y otros más pueden hacerse esa pregunta.


Yo me la hago también.

1 comentario:

rafael dijo...

Buenas tardes, en el pleno del distrito centro celebrado hoy martes 17 de enero , se ha aprobado el cambio del nombre de la calle Aguiar por la de Dr.Jesús Vida.Un cordial saludo.firmado un vecino del barrio ya antiguo paciente junto con sus 9 hermanos de tan insigne doctor.