sábado, 25 de julio de 2009

La antena de Guadalcanal

Como ya creo haber escrito en alguna de estas “entradas” en mi bitácora,
en Andalucía la televisión empieza su desarrollo desde Sevilla tomando como primer asiento la estructura y los profesionales de la Radio Nacional. Acabo de recordarlo al conocer la inauguración de un monumento a la primitiva antena del monte Hamapega.

El uno de octubre de 1961 se inaugura el repetidor de Guadalcanal y empiezan a verse los primeros programas. El dieciocho de Julio de 1967 la oferta inicial se amplia con la posibilidad de sintonizar el canal UHF conocido vulgarmente como segunda cadena.

Un año antes, el redactor Francisco Pérez González y los locutores José Luis López Murcia y Emilio Segura, posteriormente nombrado jefe de emisiones, hacen un curso de TV en el Centro de Formación de Prado del Rey en Madrid. Así cuando el veintinueve de Julio de 1971 se inaugura en Sevilla el Centro Informativo de Televisión Española que ocupa un chalet en el número 29 de la Avenida de la Palmera, empiezan a alternar sus servicios profesionales para la radio y la televisión siendo ayudados en ésta por otros compañeros que asumen el trabajo de los primeros cámaras: Alfonso Contreras, que también figuraba en Radio Nacional como locutor, pero ya había iniciado, con evidente visión de futuro, una actividad complementaria como filmador con cámara propia llegando incluso a producir documentales en cine sonoro de dieciséis milímetros… Fernando Caparrós y Antonio Serrano que eran operadores técnicos de la emisora…

Como dicen los integrantes de Benalixa, fundación sin ánimo de lucro, interesada en conservar el legado histórico y cultural de la localidad, el nombre de Guadalcanal, excepto cuando lo nombra Miguel de Cervantes por sus famosos vinos, siempre ha sido conocido por causas ajenas a su voluntad, y desde comienzos de la década de los sesenta del pasado siglo, por el famoso repetidor del Hamapega, por el que comenzaron a ver la televisión, tanto andaluces como extremeños.

Es de resaltar la expectación que despertó en el pueblo su instalación que dio trabajo a unas cuarenta o cincuenta personas de la localidad en las diversas especialidades requeridas.
Se iniciaron las obras en el año 1959 y durante 1960 y 1961 continuaron los trabajos de construcción de los edificios y montaje de la torre emisora, situada a 906 metros de altura en el monte. A la instalación del centro emisor propiamente dicho precedió la construcción de una carretera de acceso muy dificultosa debido a lo accidentado del terreno.

Acerca de esto me contaba Manuel Barrios,por entonces redactor jefe de la Emisora Nacional, que,hablando uno de los naturales de la zona con el jefe de la expedición técnica,como siempre llegada de Madrid, éste último le decía:

-- Nosotros, cuando tenemos que trazar una carretera así pedimos siempre el dictamen de un ingeniero.

A lo que el de Guadalcanal respondía:

-- Pues nosotros llevamos a un mulo arriba, lo empujamos desde la cumbre, y, por donde baje el animal, es por donde hay que hacer el camino.

-- ¿Y cuando no hay mulo?, preguntó el técnico madrileño dispuesto a ponerle en un aprieto.El hombre lo miró de hito en hito y repuso con sorna:

-- Entonces tiramos a un ingeniero.

2 comentarios:

Angelmo dijo...

MAravilloso!

Guzmán dijo...

Mi pequeño homenaje y recuerdo imborrable de Alfonso Contreras Rosado, compañero mio también en las lides postales del Pabellón de San Bernardo.

Extraordinario blog, José Luis.
Un cordial saludo.