No siempre los apelativos por los que el pueblo conoce a sus cofradías son los que figuran en esa relación escrita de todas ellas editada por el Consejo y conocida como “nómina.
Los largos títulos con circunstancias históricas y concesiones heráldicas quedan reducidos en el tamiz del pueblo llano a palabras familiares consolidadas por la repetición a lo largo de los tiempos.
Unas se refieren al lugar, a la ubicación topográfica de las hermandades: El Museo, El Cerro, San Bernardo... Otras, al templo donde se hallan erigidas: San Esteban, Santa Cruz, San Bernardo... Algunas, a la advocación de la imagen del Cristo titular: El Amor, la Vera Cruz, El Gran Poder... O al título de la Virgen: La Paz, La Estrella, La Amargura, La Macarena.
El Evangelio también genera bastantes nombres. Todos relativos a las escenas de la Pasión: La Cena, Las Siete Palabras, La Lanzada... y, por último, las profesiones y los oficios también son fuente de titulaciones sencillas, tales como Los Estudiantes o Los Panaderos.
Se puede resaltar que excluidas Las Cigarreras,los panaderos son el único oficio manual que se halla en esta larga lista.
Los Panaderos con la Virgen de Regla. Los primeros suscitan la santa envidia por los hacedores de pan, el alimento bendito. La Virgen de Regla evoca los gratos recuerdos del veraneo en la playa de Chipiona que lleva su nombre.
Y así debió ser y elimina de esta advocación toda superficialidad caprichosa porque Bermejo precisa en su libro, editado en 1882, que los componentes de esta hermandad dieron a su Virgen el título con el que es conocida “ por la devoción especial que profesaran a la célebre y milagrosa efigie de Nuestra Señora de Regla venerada en su Santuario cerca de Chipiona”.
El domingo la coronará canónicamente el arzobispo Asenjo Pelegrina en la Catedral . Pasadas las once de la noche llegaba ayer a la Puerta de los Palos tras unas cuatro horas de un traslado triunfal y emotivo en el que estuvo arropada por multitud de personas, que acompañaron al cortejo durante todo el recorrido.
La estampa, inédita, lo merecía: la Virgen de Regla dándole el sol en el rostro cuando abandonó Orfila.Lucía el manto y la saya realizados para la coronación por Mariano Martín Santoja, profuso en bordados, refulgiendo el oro lo mismo que en la diadema, obra de Marmolejo, regalo de las hermandades del Miércoles Santo y el escudo del Consejo de Cofradías centrado en un broche alfiler.
Virgen de marineros, Reina, venerada bajo palio, por las calles sevillanas
Virgen de marineros
morena y sola
que en la playa te duermen
siempre las olas.
De tu palio de espuma
cuelgan las borlas
como lágrimas blancas
que al sol se doran
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