sábado, 27 de octubre de 2012
El cofrade Paco Carrero
Me pidió Paco Carrero que le escribiese algo para encabezar su libro “Dios nos habla en la Semana Santa de Sevilla”, una interesante obra que él había ido componiendo con los apuntes que empezó a tomar el año 1972 y que dejó aparcada hasta continuarla en octubre de 1999 y concluirla en el verano del 2005.
Redacté en aquella ocasión que “Tan solo un cofrade puede hacer estas cosas”, como escribiera José Carlos Campos Camacho, Presidente entonces del Consejo General de Hermandades en el Prólogo de los Anales de las Cofradías Sevillanas cuando éstos vieron la luz.
Los Anales, son, como es sabido, obra de Juan Carrero para quien inicialmente se escogieran estas palabras. Yo las recogí intentando glosar la obra de su hermano gemelo, Francisco, amigo, como Juan, desde la infancia.
Y lo hice así porque Paco ensartaba con el hilo de oro de su bondad los fragmentos que otros hemos escrito sobre la Pasión y Muerte de Jesucristo. Escaparatista de la palabra ajena, se había consagrado a la ímproba tarea de trocear pregones, exaltaciones y conferencias cofrades, para mostrarlos luego insertos en el permanente entramado del eco de la obra redentora del Salvador.
No trozos yuxtapuestos, sino piezas encadenadas con la coherencia de aquellas frases que encierran la vida eterna.
Trabajo meticuloso y paciente de orfebre de las ideas, los conceptos y las expresiones literarias más o menos acertadas que hemos manejado quienes disfrutamos un día del inmerecido honor de cantar la Semana Santa.
Detrás se adivinaban las horas largas dedicadas a su lectura, las jornadas de la fragmentación ordenada de los textos y la posterior situación de estas porciones sobre la bandeja dorada del profundo conocimiento del Evangelio que atesoran los que aman a Dios con la clarividente aplicación del primer mandamiento: con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas.
Paco acaba de fallecer.
Busco su imagen y me la encuentro el domingo 27 de diciembre de 2009 cuando la juventud de su Hermandad de las Penas celebró Solemne Función Religiosa y al finalizar, le rindió un homenaje
El había sido el propulsor de ese acto anual con el que el grupo joven honra a su Patrón San Juan Evangelista como también fuera el hermano que aportó la idea de que el paso del Señor salga del templo a los compases de la marcha procesional que le compusiera el Maestro Pantión.
Sevillano del Barrio de San Vicente, era, como su hermano, Agente Comercial, cultivador de la cortesía y la laboriosidad y en el ejercicio de su fe arraigada, hermano de las Penas. Sin título alguno, un cofrade ejemplar.
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