martes, 19 de febrero de 2013

Mucho de qué hablar

Calladito desde el pasado nueve. ¡Con lo que ha habido que comentar desde entonces! Los retoques finales a un nuevo libro que aparecerá a primeros del mes próximo son los culpables. He pasado por alto una reunión culinaria a la que asistí invitado por un grupo de blogueros; pero creo que debo referirme a ella en otra ocasión y con todo el espacio disponible. Y tengo también ahí los premios Goya en cuya crítica no quiero entrar aunque la merezcan. Me ratifico en la opinión de que los actores pueden ser muy buenos interpretando, pero resultan lamentables improvisando un discurso. Me apetece más comentar la transmisión del Viacrucis del Año de la Fe que seguí desde primera hora por televisión haciendo zapping de un canal a otro. Y empiezo felicitando a Victor Garcia-Rayo que fue el primero en hacerlo desde "La Veinte" con demostración fehaciente de su veteranía, con lo que reunió ante sus imágenes a todos los que como yo estábamos deseando ver algo. Al suspenderse por la climatología adversa el desfile procesional de los pasos, el acto quedaba limitado al ejercicio piadoso dentro del templo y, ahí, faltó pericia profesional y sobraron comentaristas, algunos haciendo gala de una erudición inadecuada al momento. Y a mi modo de ver sobró algo más. Las críticas apresuradas y, por eso mismo, carentes de reflexión de algunos invitados a las ruedas de opinión formadas en algunos platós para cubrir el tiempo. Con todo, pasó el Via Crucis extraordinario. A mí me deja dos preguntas sin responder: ¿Hubiera sido lo mismo con el Cardenal Amigo en el Arzobispado?... ¿Y con Sánchez Dubé o Rodríguez Caso en la presidencia del Consejo?...

1 comentario:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Evidentemente no hubiera sido lo mismo según mi parecer.
A mi me aburrieron hasta el abandono los programas morados.
Saludos