No es un retruécano de palabras en busca de un titular
pedante. La aparente anormalidad, el suceso inesperado, infrecuente por
fortuna, de que un espectáculo sustentado en la gesta de sus protagonistas, tres
muchachos vestidos de pajes palaciegos que desafían a cuerpo limpio la amenaza
de las navajas asesinas de unas fieras irracionales, tenga que ser suspendido
al ser alcanzados por éstas y terminar
en la enfermería, entra en la posibilidad más natural de un cálculo de
probabilidades.
Es la verdad de una corrida. El sustento de su belleza
épica. La Fiesta de los toros es el único espectáculo del mundo en el que se
crean escenas plásticas y se improvisan
monumentales partituras de ballet ante la amenaza de la ruleta rusa de dos
pitones afilados con la muerte entre sus brillos.
Y dicho esto y declarado el respeto para la decisión
suicida de Fandiño que a muchos hubo de recordar la del histórico “loco Galán”
y la ofrenda de David Mora similar a la que firmó siete veces,siete, pero con
mejor suerte, en el pasado ciclo ferial de la Maestranza, Manuel Escribano,
afirmo como aficionado antiguo que no me gusta ni una cosa ni otra.
Para ver matar a estoque a un toro bravo me voy al
archivo fotográfico y a la colección de videos y me recreo con Rafael Ortega,
con Jaime Ostos, con el Viti y con Manolo Carmona.
Y para ver espeluznantes
largas cambiadas a porta gayola me puedo quedar con las que hace hoy el torero
rubio de Gerena de la abierta sonrisa, pero recordando los sabios comentarios
de Emilio Muñoz sobre su inutilidad aparente.
Porta gayola: puerta del chiquero. Locución que procede
de la lengua portuguesa. Lo sensato es arrodillarse en su proximidad, cerca del
portón de los sustos, superadas las dos rayas de picar. En ese terreno, el
animal bravo viene en derechura desde la clausura de su encierro y el espacio
entre el ejecutante y las asistencias, ante la accidental cogida, es más corto.
En un caso y en otro, para matar a un toro sin muleta
dejándose encunar entre sus astas o para recibirlo con una larga cambiada
arrodillado en el ruedo hay que echarle mucho valor.
Loor y gloria para los que lo tienen y se atreven a
demostrarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario